Si algo he aprendido como periodista de tecnología es a recibir y enviar paquetes; ya sean productos que tengo que probar, devoluciones de dispositivos que ya he analizado, o cartas que me felicitan la festividad que toca este mes. Y a eso hay que sumar los pedidos habituales que hago a tiendas online como Amazon.
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Qué pasa cuando recibes un paquete no solicitado
Digamos que los repartidores asignados a mi zona me conocen muy bien y saben quién soy; eso ha agilizado mucho la entrega y recogida de paquetes. Pero esa familiaridad también tiene sus aspectos negativos; el otro día, por ejemplo, me dieron un paquete que no era mío.
No fue culpa de nadie; sólo el resultado de un proceso que tal vez se ha simplificado demasiado, tanto para los repartidores como para mí. El caso es que, para cuando me di cuenta de que yo no había pedido este paquete, ya era demasiado tarde.
Por supuesto, lo primero en lo que pensé es que me había metido en un problema; abrir la correspondencia de otras personas no es un delito pequeño. Sin embargo, pronto me fijé en detalles extraños. Por ejemplo, que el paquete estaba dirigido a mi dirección, pero no a mi nombre ni a ninguna persona que vive conmigo. Eso me resultó extraño, además de pequeños detalles sobre la manera en que la dirección estaba escrita, diferente a la que suelo usar.
Por lo tanto, lo primero que recomiendo si recibes un paquete que no has pedido, es que mantengas la calma. Es muy probable que no sea culpa tuya. Pero entonces ¿qué es lo que ha pasado?
Hay dos posibilidades. La primera es que sea un simple error. Puede que alguien se haya equivocado al escribir la dirección, y que el paquete esté destinado a uno de tus vecinos. Puede que alguien tenga datos caducados y esté intentando contactar con una persona que vivía donde tú vives.
O puede que sea un intento de estafa, pero tú no eres la víctima.
El brushing, o cómo estafar a Amazon
Resulta que este ‘modus operandi’ es muy parecido a una técnica relativamente nueva usada por estafadores llamada “brushing”, y que está provocando muchos quebraderos de cabeza a Amazon.
El brushing nace como un intento de manipular las valoraciones de productos en Amazon, uno de los aspectos más importantes a la hora de vender en la plataforma. Los algoritmos de Amazon suelen dar prioridad a los productos que reciben mejores puntuaciones y valoraciones, como una manera de evitar productos de mala calidad o estafas. Para los vendedores, conseguir una buena valoración de sus clientes puede resultar en un aumento exponencial en ventas, porque la mayoría de la gente sólo escoge entre los primeros resultados de la búsqueda.
Un método clásico de manipular una valoración de Amazon es incluir una tarjeta regalo en el paquete, a cambio de que el cliente publique una valoración positiva; sin embargo, esta técnica ha sido perseguida por Amazon con mucho éxito, llegando a expulsar a marcas como Aukey que han sido acusadas de este tipo de prácticas.
El brushing es una técnica similar, pero más eficiente porque no requiere que el usuario haga nada. Los vendedores primero obtienen nuestro nombre y nuestra dirección por otros métodos, como filtraciones de datos de páginas hackeadas, y crean una cuenta en Amazon con esos datos. A continuación, hacen un pedido, que pagan ellos mismos pero que envían a nuestra dirección; con que sea una dirección real y haya alguien que recoja el paquete es suficiente para que la entrega sea válida y Amazon lo considere como un producto vendido. Entonces, pueden publicar una valoración positiva que es perfectamente real a ojos de Amazon.
El brushing se diferencia de otras técnicas en que realmente el usuario no hace nada ni sufre consecuencias, más allá de recibir un paquete indeseado de un producto que probablemente no le interesa. Mucha gente incluso lo verá como algo bueno, como un regalo.
Sin embargo, si te hacen partícipe del brushing, es necesario que sepas quees posible que tus datos estén siendo compartidos ilegalmente de alguna manera, ya sea en la ‘Dark Web’ o a través de compañías que los venden.
Qué hacer si hemos recibido un paquete que no hemos pedido
Este es un problema tan grande para Amazon que la compañía ha habilitado una página especial donde podemos avisar de que hemos recibido un paquete que no hemos pedido; claro, que esta página también sirve si simplemente el paquete ha sido enviado a nuestra dirección por error.
El proceso es muy simple: sólo tenemos que introducir el número de seguimiento del paquete, que aparece en la etiqueta de Amazon en el paquete. Es una ristra de varias letras y números que aparecen al lado de un código QR y bajo nuestra dirección.
Una vez que hayamos introducido el código, no tenemos que hacer nada más. Amazon se encargará de investigar la compra y el envío y tomará las medidas adecuadas; si es un error, contactará con el comprador, pero si es un intento de “brushing” puede expulsar al vendedor de su plataforma.
Un detalle importante es que no es necesario devolver el paquete; te lo puedes quedar sin problemas, por lo que no debes tener miedo de posibles consecuencias. Tampoco tienes que pagar nada por el producto que hayas recibido.
A modo de recordatorio, Amazon nunca te enviará paquetes sin que los hayas pedido ni pagado antes, así que nunca te fíes de paquetes a contra reembolso que dicen ser de Amazon.
Por último, puede que te estés preguntando qué es lo que iba en el paquete que recibí sin pedirlo.
No tengo ni la más remota idea.