El municipio andaluz de Maracena se ha convertido en protagonista en plena campaña electoral, pero por motivos nada democráticos. El caso de secuestro de la concejala Vanesa Romero ha dado un paso adelante con la investigación del número 3 del PSOE andaluz y de la alcaldesa de la localidad. El juez instructor considera que existen indicios de la participación de ambos en los hechos, que ocurrieron el pasado 21 de febrero, aunque la pareja sentimental está en prisión como sospechoso principal de ser el autor material.
Uno de los detalles más sorprendentes del auto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL es el hecho de que el culpable envolvió su móvil con papel de aluminio, o 'papel albal'; todo, en un intento de evitar el rastreo de la policía, algo que declaró que "vio en una película" y comprobó en su casa que funcionaba. La lógica era que, si el móvil perdía la cobertura, no sería posible obtener la localización del dispositivo y, por lo tanto, del secuestrador.
Pero ¿es cierto que es posible bloquear la localización usando esta técnica tan simple? Como suele ocurrir, la respuesta es algo más complicada y depende en buena parte de las circunstancias y detalles técnicos sobre los que el usuario no tiene el control total.
De mito a realidad
La lógica dicta que algo semejante no sería posible; de hecho, el papel de aluminio es el protagonista de muchos 'bulos' que no tienen ninguna base científica. Una simple búsqueda en internet revela que, en efecto, no es posible, y de hecho, ya hay antecedentes en un caso semejante. En el 2020, los fiscales del caso de Ghislaine Maxwell, pareja sentimental de Jeffrey Epstein, revelaron que había intentado evitar el rastreo de su móvil usando papel de aluminio; sin embargo, el 'truco' no funcionó y Maxwell fue capturada sin mayor dificultades.
Y, sin embargo, el mito es cierto. Al menos en parte. Un móvil envuelto en papel de aluminio puede no ser capaz de recibir llamadas, y las funciones de localización que suelen tener dispositivos de Apple y Android no funcionarán. Tras envolverlo por completo en papel de aluminio el teléfono desaparecerá a efectos prácticos, y hasta que no se desenvuelva esas funciones básicas del móvil no volverán: en cuanto recupere la cobertura, recibirá las llamadas y mensajes perdidos.
EL ESPAÑOL – El Androide Libre ha podido comprobar de primera mano que esto es cierto con varios experimentos. En ninguno de los casos, los móviles cubiertos por papel de aluminio han podido recibir llamadas, incluso en lugares en los que disfrutaban de una buena cobertura telefónica. De la misma manera, la función Buscar del iPhone no funcionaba y sólo mostraba la última localización conocida del dispositivo.
Móvil y papel albal: la ciencia
El motivo por el que el papel de aluminio bloquea la cobertura del móvil es porque la estructura se ha convertido en una versión simplificada de una jaula de Faraday, que bloquea el campo electromagnético del exterior. Al ser un elemento muy conductor, el aluminio queda cargado positivamente cuando recibe las ondas electromagnéticas de la señal móvil; en respuesta, se genera un campo eléctrico idéntico y contrario; la suma de ambos campos es nula y eso es lo que hace que las ondas no continúen al interior del envoltorio y a la antena del teléfono móvil.
Pero no es tan simple como eso. Y es que el hecho de no poder hacer una llamada a un móvil no demuestra que esté completamente desconectado de la red móvil. Para demostrarlo, viene bien recordar qué ocurre al intentar hacer una llamada en un ascensor o en un aparcamiento subterráneo; es muy probable que la llamada sufra cortes y fallos en el sonido, pero que no se corte completamente. De la misma manera, la comunicación no se corta en seco en cuanto el dispositivo es envuelto en esta versión de la jaula.
Aunque las llamadas no sean posibles, otros métodos de comunicación (y de rastreo) serían posibles. El auto no explica si finalmente la policía pudo rastrear al secuestrador de Maracena pese a las medidas que tomó, pero sería lo más probable. Un teléfono móvil está constantemente comunicándose con las antenas de telefonía cercanas, y calculando la fuerza de la señal; en el caso de que el usuario se aleje de una zona con cobertura, el móvil puede aumentar la potencia de su antena para captar mejor las ondas, como ocurre cuando entramos en las jaulas de Faraday que cualquier persona se encuentra a diario.
En esos casos, dificultar esta comunicación sólo tiene como consecuencia un mayor consumo de batería. Otro detalle importante es que la comunicación sólo se ve afectada si el móvil está completamente cubierto de papel de aluminio; sólo dejar una parte al descubierto es suficiente para que el recubrimiento no haga nada.
Por lo tanto, aunque sea cierto que envolver el móvil en aluminio bloquea las llamadas y algunos servicios, no es capaz de bloquear absolutamente todas las señales. En ese caso, sólo una auténtica jaula de Faraday creada para bloquear expresamente la longitud de onda usada por las antenas del móvil sería capaz de algo semejante. Y en ese caso, es más fácil no llevarse el móvil.