Ya estemos hablando del Mundial del Fútbol femenino, de seguir las noticias en directo, o simplemente de ver nuestro programa de televisión favorito, una solución ha destacado por encima de las demás: la IPTV. Sin embargo, las dudas sobre su legalidad con grandes multas y las posibles consecuencias para sus operadores revelan que usar y ajustar esta tecnología es algo más complicada de lo que parece.
Y es que IPTV está siendo el objetivo de varios ataques, provenientes tanto del sector privado como de algunos gobiernos; en muy poco tiempo, se ha convertido en la tecnología más divisiva, al mismo tiempo un demonio que puede destruir la industria, y la salvadora de quienes sólo quieren ver la televisión en cualquier parte.
La realidad es algo más compleja; y es que, como muchas otras tecnologías, IPTV no es maliciosa de nacimiento, de la misma manera que no lo fueron los protocolos P2P en su día; la clave está en la manera en la que se usa.
Qué es una IPTV
IPTV es un tipo protocolo de Internet, que permite la retransmisión de vídeo en directo a través de las mismas conexiones usadas para la navegación web convencional, pero separada. Su nombre viene de "Internet Protocol Television", y los primeros ejemplos datan de principios de la década de los 90, cuando los primeros proveedores de Internet se encontraron con un problema básico: las conexiones de entonces no tenían suficiente ancho de banda para transmitir vídeo en directo a través de Internet.
Originalmente, "IPTV" se refería sólo a los diversos métodos para solventar este problema, como la compresión de vídeo, pero hoy en día se usan protocolos específicos y separados del usado para la navegación web (HTTP) y que, por lo tanto, no tienen sus limitaciones. En concreto, la gran ventaja de IPTV es que tiene un ancho de banda reservado, que no puede ser usado por otras aplicaciones para garantizar un vídeo sin pérdida de calidad ni saltos; muchos servicios de IPTV incluyen otras ventajas, como la posibilidad de grabar programas o de comprar contenido.
En la práctica, llamamos "IPTV" a cualquier servicio de retransmisión por Internet que no se realice a través de una página web, aunque la metodología sea muy diferente de un servicio a otro. Por ejemplo, hay operadoras de Internet que ofrecen sus propios servicios IPTV, para los que es necesario un aparato decodificador que permite ver las retransmisiones en nuestro televisor; pero también hay programas que admiten las llamadas "listas IPTV", con toda la información necesaria para conectarse al servicio y reproducir la retransmisión. Esa no es sólo una diferencia práctica; muchas veces, también es una diferencia legal.
¿Es legal la IPTV?
Preguntarse si IPTV es 'legal' es lo mismo que preguntarse si las páginas web son 'legales'; la cuestión es qué paginas web visitamos y quién las está ofreciendo al público. En el caso de los servicios con codificadores, es sencillo: la vendedora es la que tiene, u obtiene, los permisos necesarios para distribuir contenido, como partidos de fútbol, películas y programas de televisión. Es el caso, por ejemplo, del servicio IPTV de Movistar, que incluye un decodificador HD que hay que usar para ver el contenido, pues es este el que se encarga de recibir e interpretar la conexión desde los servidores de la compañía, sin pasar por servicios web.
Pero también existen servidores que ofrecen acceso a canales de televisión de manera ilegal o no autorizada, a los que se acceden gracias a las "listas IPTV", que son básicamente eso: una lista con la dirección y los datos necesarios para conectarse a cada servidor y a cada canal que está retransmitiendo, y que algunas aplicaciones para móviles y ordenador como VLC pueden interpretar. Los propietarios de estos servidores acceden a los canales (normalmente de manera legal) y los retransmiten a cualquiera que quiera conectarse; aunque también hay servidores privados para comunidades cerradas de aficionados.
El término medio son aquellos productores y creadores de contenido que han decidido emitir libremente a través de IPTV, cuyos canales son accesibles a través de las mencionadas listas; de hecho, hay listas IPTV legales, que recopilan canales públicos o que emiten sin codificación alguna y por lo tanto, son accesibles por cualquiera.
Que haya tanta variedad de usos en IPTV es la explicación de por qué la cuestión de la legalidad no es tan simple como parece; y el motivo por el que la justicia no se decide aún por una parte o por otra. Telefónica es una de las compañías que más ha litigado para proteger los derechos que tiene para emitir LaLiga, recientemente anunciando una alianza con la empresa contra la piratería, Nagra, para detectar y perseguir las redes IPTV piratas en Latinoamérica, con el objetivo de conocer la situación de la piratería en la región, según la compañía.
Aunque en algunos casos se ha podido pedir el bloqueo de las plataformas 'piratas', el pasado mes de junio Movistar recibió un varapalo al perder la capacidad de pedir el bloqueo sin intervención judicial que había ganado en una decisión de 2019. De hecho, algunas de las plataformas más famosas que usan decodificadores piratas, están bloqueadas por los operadores españoles, mientras que otras continúan floreciendo sin problemas. Mientras tanto, en Italia apuestan por la mano dura, con una nueva ley que pretende multar con hasta 5.000 euros a los usuarios que usen estos servicios piratas; un extremo que hasta ahora no ha tenido cabida dentro de la legislación española.