Desde hace algunos años muchas empresas e institutos de investigación han dirigido sus esfuerzos al tratamiento de imágenes, cuya funcionalidad puede ser muy variada, yendo desde la medicina a la seguridad, pasando por la publicidad.
Y últimamente hemos conocido que Facebook iba a hacer uso de esta tecnología en su red social para sugerir a los usuarios los contactos que aparecen en una fotografía subida. Ahí ya entra en juego el reconocimiento facial.
Facebook tiene una gran repercusión, y probablemente muchos habrán pensado que la empresa de Zuckerberg se ha adelantado al resto con la inclusión de esta funcionalidad, pero esto no es así. Ya hace algunos años tuvo cierta repercusión en los telediarios una noticia en la que se hablaba de un prototipo de máquina de tabaco que realizaría un escáner facial para determinar la edad de la persona que deseaba comprar y si se le podía vender o no. Pero tampoco ese era el inicio, ya que las agencias de seguridad de algunos países (véase principalmente EEUU, aunque no los únicos) utilizan desde hace años el reconocimiento facial para controlar a ciertos sujetos que ellos consideran peligrosos a través de innumerables cámaras públicas.
Ahora los que también se han subido al carro del reconocimiento facial ha sido Google, que lo incluye en Ice Cream Sandwich como elemento de seguridad del dispositivo. Si bien en Mayo Eric Schmidt dijo que a su compañía no le gustaba la idea de utilizar reconocimiento facial, en Julio compraron una empresa de desarrollo de software de reconocimiento de patrones llamada PittPatt.
ICS proveerá este método de seguridad para impedir el uso de nuestro dispositivo a cualquiera que intente hacerlo sin nuestro consentimiento. Es decir, de forma clara y concisa: servirá de «contraseña», como el actual patrón de desbloqueo.
El análisis sobre las bondades o no de esta tecnología es muy complejo, porque aunque quizá para la seguridad (propia y privada) muchos lo verán como un gran avance (no hay que olvidar que tiene cierto margen de error, no demasiado importante) lo realmente crítico en este sentido es la protección de datos. Quizá no tanto en el caso de Google, que a priori no tiene por qué poder acceder a esta información nuestra, pero en el momento en el que se extienda no sabemos hacia dónde nos llevará esto. Y sino hagamos un simple ejercicio de memoria histórica (muy reciente realmente):
Antes de la expansión de la telefonía móvil (digamos desde hace 15 años) era prácticamente imposible tener localizada a una persona de forma constante. Esto ahora es soportable, porque de hecho no podemos separarnos de nuestros móviles. Pero sigamos. Desde hace 4-5 años aprox., los smartphones empiezan a popularizarse, y aparecen las primeras aplicaciones que nos permiten publicar en Internet nuestra ubicación. Al principio son pocas, pero se van extendiendo y ahora rara es la red social que no lo incluye. Y diréis: ya, pero yo no hago uso de ello. Pero recapacitad un poco: ¿cuánta gente es consciente de ello? Incluso los que sí lo son alguna vez habrán tenido un desliz y lo habrán publicado sin querer. De momento es información con relativa poca importancia, pero el camino continua y las formas de que muchos tengan infinita información nuestra aumenta, y no sabemos con qué objetivo.
Por tanto, mi consejo, evitando en la medida de lo posible el alarmismo es: cuidado, sed conscientes de lo que implica el uso de todos estos avances.
De todos modos, para los que tengáis ganas de probar un poco lo que sería todo esto, sabed que ya existen apps con las que poder proteger vuestro Android de usos indiscretos de amigos y personas cercanas. Ese es el caso de Visidon AppLock.
Visidon AppLock permite el bloqueo de las apps que deseemos con esta «contraseña» (i.e., nuestro rostro), de modo que cada vez que intentemos acceder a ellas deberá comprobar nuestra identidad. Como decía anteriormente, estos sistemas no dejan de tener un (pequeño) error, por lo que para evitar que hayan problemas también podemos/debemos insertar una contraseña escrita, por lo que pudiera pasar.
Eso sí, para hacer uso de ella es necesario que nuestro smartphone disponga de cámara frontal, de lo contrario no podremos hacerlo.
Y para terminar, ¿qué opináis vosotros de los riesgos que implican todos estos avances para nuestra privacidad? ¿A favor o en contra?