Lo que reza el titular resume la situación en la que se encuentra el mercado estadounidense y en la que, poco a poco, se irá convirtiendo en un hecho en el resto del mundo.
En un principio, un smartphone era un dispositivo para poder hacer llamadas y además de eso, navegar por internet. Pero claro, la lógica dictaba que los fabricantes dieran el siguiente paso y comenzaron a implantar chips de procesamiento poderosos, una mayor memoria RAM, chips gráficos y si a eso le sumamos los sensores del teléfono/tablet y su facilidad de transporte, nos hayamos ante un combo que resulta absolutamente letal para las consolas portátiles de siempre.
Como decía, una de las principales razones que pueden impulsar al consumidor a dejar de lado una consola portátil en favor de un smartphone, es su movilidad. El «me lo llevo en el bolsillo«, «es muy finito» o «no pesa nada«, son poderosos motivos para dar ese paso. Esto es un agregado al «todo en uno» que conforma un smartphone, cuya formula es: teléfono +cámara+vídeo+música+redes sociales+correo+chat+internet+apps+juegos = 180 gramos. La fórmula es simple, redonda e innegable.
Por otro lado, nos encontramos ante el tema del control de los juegos por medio del tacto, movimiento o por la voz, que hace que todo quede más simplificado y, si se me permite, también más «natural». Ese es el caso de juegos como N.O.V.A. HD, un shooter en primera persona cuyos controles de movimiento lineal (avanzar, retroceder y movimiento lateral) aparecen en la parte izquierda de la pantalla, el salto, el disparo y el cambio de arma en unos botones táctiles en el lado derecho y totalmente accesibles con el pulgar mientras se sujeta el dispositivo y el sistema de apuntado libre (o lo que viene a ser el hecho de mover la cabeza en el juego para mirar y apuntar) se hace moviendo el smartphone hacia la dirección deseada. O como sucede con Trial X2, un juego de motos de trial en el que el acelerador y el freno son botones táctiles y la distribución del peso sobre la moto, se hace inclinando el teléfono a un lado u otro.
Esto no termina aquí, porque hemos de recordar que la potencia que presentan actualmente estos gadgets es realmente impresionante y los juegos son, gráficamente, increíbles. De hecho, me remito al anteriormente citado (N.O.V.A.). Es cierto que muchos de sus juegos utilizan gráficos planos o 2D, pero la alta capacidad de procesamiento gráfico, hace que estos terminales puedan mover gráficos con apariencia 3D realmente buenos y de una forma muy fluida, es más, algunos smartphones mueven con mucha facilidad motores gráficos como Unreal Engine, cuando antes nos hacía falta un PC bien armado.
Otro de los planteamientos interesantes es el valor añadido que supone el no tener que andar con cartuchos ni discos cargados en los bolsillos. Debido a la capacidad de almacenaje de los smartphone (algunos llegan a los 64 Gb), se pueden instalar muchísimos juegos e incluso algunos cargan las pantallas o algunas de sus opciones on line gracias a la conectividad 3G y WiFi.
Otro factor importante es la economía. Muchos de los juegos a duras penas pueden llegar a costar 2 euros, llegando a 5 o 6 euros si nos vamos a los más avanzados, que son realmente espectaculares. Es decir, por lo que cuesta un juego de Play 3, un usuario puede descargarse de 10 a casi 30 juegos o puede que más, dependiendo de los precios.
Además, nos topamos con la posibilidad de jugar on line con los amigos y que muchos de estos juegos interactúan con redes sociales, permitiéndonos así, comparar nuestros resultados y puntuaciones y competir contra otros usuarios.
No hay que perder de vista que cada vez más programadores están portando sus principales títulos a formato móvil, tal y como sucede con Electronic Arts. Esto nos hace deducir que este tipo de plataforma de entretenimiento cuenta con el apoyo total y absoluto de los desarrolladores, que son perfectamente conscientes que el futuro es móvil y es un mercado en auge y en continua evolución
Me gustaría que fuerais partícipes de este debate y lanzo esta pregunta: ¿Creéis que los smartphones lograrán reemplazar a las consolas portátiles?