Android, ese sistema operativo tan abierto y plural que puede ser instalado en casi cualquier sitio. Desde una cafetera hasta el nuevo Galaxy SIII pasando por mil y un dispositivos de características y fabricantes diferentes. El muñeco verde ha dado una puerta a algunas grandes empresas para desarrollar videojuegos y/o aplicaciones sin tomar en cuenta el propio sistema.
Me explico, cada día salen nuevas aplicaciones y nuevos juegos. Algunos llegan alto, se los descargan millones de usuarios y se mantienen en la cresta de la ola, otros, en cambio, quedan en el olvido de la Play Store. ¿A qué viene esta reflexión? Les voy a contar mi historia y así lo entenderán. Puede que alguno no lo comprenda o no le haya pasado nunca, pero seguro que más de uno se identifica con esta situación.
Es una tranquila tarde de primavera (como cualquier otra) y, como cada vez que tengo un rato, abro mi lector de feeds para echar un vistazo a lo que han publicado los chicos de EAL. En uno de los artículos veo que me gusta un juego, no es muy novedoso, son coches corriendo, pero aun así tiene buena pinta y un poco de asfalto y velocidad siempre gustan. Cuando me dispongo a descargarlo pasa algo inesperado.
¿Pero qué pasa aquí? ¿Por qué no puedo descargarla? Tengo un móvil de gama media… No lo entiendo.
Ésas fueron mis reacciones. Yo, con un flamante GalaxyS, no puedo instalar un videojuego que no hace mucho que salió al mercado. Y no es una gran cosa de gráficos. Quiero decir, tampoco estamos hablando del Battlefield 3.
Las empresas se han dedicado a hacer videojuegos cada vez más y más grandes en cuanto a requerimientos gráficos que está siendo imposible que alguien con un Xperia Neo o un Galaxy Ace pueda jugar a los últimos títulos del mercado.
Es verdad que hablo de móviles con algunas limitaciones pero son de los más extendidos en el mundo (dejando a un lado el SGS2). Incluso mi SGS no es capaz de soportar, por ejemplo, el GTA3. ¿Cómo es posible que mi Smartphone no soporte el GTA3 y sí lo haga si añadimos la aplicación “Chainfire 3D” como complemento? ¿Falta de optimización? Seguro que sí.
Las grandes empresas (sobre todo) están siempre detrás de a ver quién hace el juego con mejores gráficos, más sangre, más balas, más efectos de gotas de agua sobre la pantalla, mejor motor de acción… y total, ¿para qué? Si yo no podré jugarlo. Es verdad que está muy bien que juegazos como el Riptide GP nos hagan vibrar con la “realidad” que manejan, pero no dejan de ser para dispositivos potentes o para los últimos que salieron.
El ejemplo contrario lo tenemos en el Osmos HD. Un videojuego que aún se mantiene como referente de buenos gráficos y buena jugabilidad con una idea bien elaborada. Y lo mejor de todo, funciona en muchos dispositivos. Desde los Tegra2 hasta los Xperia Neo pasando por mi Galaxy S.
Quizás se equivocaron en el camino o se les acabaron las ideas. En la Play Store siguen siendo top10 juegos como Doodle Jump, Cut the rope o Where’s my water?. Juegos que no necesitan unos gráficos de escándalo para engancharnos al móvil como locos durante horas y horas. ¿O es que alguien quiere que las fichas del Apalabrados vayan dando saltos por las casillas a 60fps?
De todos modos, si éstos motivos no son suficiente para ustedes pueden intentar instalar el próximo NOVA3. Un juegazo, sin duda. Espero que sea compatible con alguno de mis dispositivos…
¿Y tú que piensas? ¿Es verdad que los desarrolladores de videojuegos están yendo por el mal camino? ¿Deberían optimizar más antes de sacar un juego con tanto requisito? ¿Te ha pasado alguna vez lo que comentamos? ¡Exprésate en los comentarios!