Hemos visto muchísimas aplicaciones espeluznantes, pero esta probablemente sea una de las que más copias reciba a lo largo del tiempo. Su nombre es NameTag y básicamente consiste en escanear la cara de una persona y compararla con una base de datos de registros que consta de millones de personas.

Estas bases de datos se crean a partir de los datos públicos de las redes sociales, nombre, estado civil, escuela, ocupación, intereses… toda esta información escaneada y mostrada en una breve tarjeta. Y NameTag no solo rastrea Facebook y demás, sino incluso bases de datos públicos y registros civiles.

Con esta singular aplicación podemos coger un móvil, hacer una foto, y gracias al reconocimiento de imágenes contrastarla con millones de imágenes y saber quiénes somos. La cosa va más allá en el momento en que trabajan para producir una aplicación para Google Glass.

Lo saben todo sobre nosotros

La privacidad no existe. Es una quimera. Compartir información en Internet está claro que tiene sus riesgos y es que en el momento que publicas algo en cualquier sitio tienes que entender que tarde o temprano todo el mundo tendrá acceso a ella de forma fácil.

Según los creadores de NameTag, aquellos que quieran preservar su anonimato pueden mantenerse fuera de estas bases de datos metiendose en su página web oficial y borrando su nombre, un paso que debería ser por defecto y no una opción a añadir. Pero claro, entonces no tendría sentido una aplicación como esta. El vídeo enseña claramente las capacidades de NameTag.

«No se ocupa de invadir la privacidad de nada. La idea es conectar a gente que quiere que conecten con ella. Incluso permitiremos a los usuarios tener un perfil que se vea durante horas laborables y otro que solo se vea en situaciones sociales». Todo muy bien pensado, pero da miedo pensar qué podemos hacer con Google Glass.

Contra la política de privacidad de Google

Afortunadamente, Google tiene una política de privacidad muy clara al respecto. No se permiten aplicaciones con reconocimiento de rostro en Google Glass.

Una vez dicho esto, es muy fácil para los desarrolladores conseguir distribuir su app por otro tipo de canales que no sean los oficiales. Estamos entusiasmados del futuro de Glass, sí, pero con aplicaciones como esta nos preguntamos cuán lejos es demasiado lejos.

Cuando vayamos por la calle y todo el mundo pueda reconocernos no nos hará tanta gracia. Hablar con desconocidos y poder mantener una interesante conversaciones gracias a que sabias sus gustos es muy interesante, pero sinceramente, no necesitamos que se nos facilite las cosas hasta tal punto de convertirnos en unos ineptos sociales sin el apoyo de la tecnología.

Otro punto que los desarrolladores de NameTag han testado es los registros criminales, con más de 450.000 entradas en EEUU. Esto nos permitirá saber si la persona identificada es un potencial peligro para nosotros. Algo parecido han debido de pensar la policía de NY que ya está testeando el uso de las Google Glass para patrullar.

¿Cómo os sentiríais si la persona que tenéis a vuestro lado sabe quienes sois? En algunos lugares ya las han prohibido precisamente por esto. Un conocimiento que puede ser bien o mal utilizado dependiendo del usuario. ¿Seguirá Google prohibiendo el reconocimiento de rostro en las Google Glass?

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