En muchas ocasiones hemos hablado sobre seguridad en Android o dispositivos móviles en general, y el punto crítico al que se somete, pues es vital que nuestros datos no estén expuestos. Cada día la distancia entre nuestro móvil y nosotros es menor, y podríamos a llegar a sentir que si nos lo roban se están llevando un resumen de quiénes somos.
Y no solo nosotros, también de todos aquellos con quién nos hemos relacionado. Hoy vamos a centrarnos en un aspecto de las apps muy común pero que no siempre nos fijamos hasta qué punto es importante.
Suplantación de identidad, ese temor tan común
Y si en parte pensamos que nuestro móvil es como si fuéramos nosotros, ¿qué pasaría si alguien se hace con él? ¡Podría hacerse pasar por nosotros! Y éste es precisamente uno de los temas que más cuidado tenemos que tener cuando hablamos de seguridad.
Cuando hablamos de suplantación de identidad, por entidad podemos entender cualquier cosa: una aplicación, una persona, un servidor, una marca… Por eso es tan importante que a la hora de comunicarnos y tratar con información privada, tengamos la certeza de estar utilizando la app adecuada, comunicándonos con la persona adecuada y a través de los medios adecuados.
En la misma Google Play hay algunas apps que intentan hacerlo, aunque afortunadamente Google se ha puesto las pilas en eliminarlas cuantos antes. Si se da el caso de que tenemos la mala suerte de encontrar alguna, debemos saber como actuar; reportándola.
Las propias apps implantan sus medidas de seguridad
Y aquí es donde podemos empezar a hablar de cómo evitar esta suplantación, pero en este caso nos vamos a centrar en los mecanismos que algunas apps han implementado, apps que podríamos considerar críticas por temas de la privacidad de la información con la que trabajan.
Y en este grupo de apps podemos incluir dos ejemplos clarísimos: WhatsApp y Perpetuall. ¿Por qué estas dos aplicaciones? Es muy sencillo. Ambas son aplicaciones que trabajan accediendo a nuestros contactos, sin duda uno de los datos más críticos de nuestros dispositivos, la primera para temas de comunicación y la segunda para temas de mantener actualizados los contactos, pero con información altamente privada al fin y al cabo.
Pero, ¿qué suplantación intentan evitar? Son aplicaciones en las cuales nuestro identificador será nuestro número de teléfono u otros datos personales como el email. Por ejemplo, WhatsApp nos solicitará que introduzcamos nuestro número al instalar la aplicación, con lo que bastaría con que escribamos el número de otra persona para intentar una suplantación de identidad.
¡Pero no lo iban a poner tan fácil! Y es ahí donde estas aplicaciones han trabajado en mejorar la seguridad, pues una vez que introduzcamos el número de teléfono, deberemos verificarlo. Concretamente en el caso de WhatsApp, deberemos hacerlo por SMS o por una llamada.
Mientras que para Perpetuall, tendremos un doble mecanismo, pues deberemos no sólo confirmar el número de teléfono sino también el email (no necesario para WhatsApp pues no hacen uso de este dato). De esta forma, estamos realmente confirmando que somos quienes decimos ser.
Con este tipo de mecanismos podremos confiar en que las personas que encontremos a lo largo de estas aplicaciones son realmente quienes esperamos que sean. Por tanto, este tipo de mecanismo es muy necesario.
Distinguir entre aplicaciones y falsificaciones
Tal es así, que la misma app nos sugiere que desconfiemos de cualquier otra que trabaje con los datos de contacto que no solicite validar un email o un número de teléfono. La conclusión es que existen servicios que requieren información personal y concreta, pero son precisamente estos los que ponen más esfuerzos en comprobar nuestra seguridad.
¿Habéis confiado vuestros datos a una app? ¿Realmente pueden estas medidas aliviar ese miedo tan habitual en lo usuarios? Nosotros creemos que sí, como decimos las aplicaciones que tienen acceso a vuestros datos son quiénes vigilarán que no haya ningún problema con vuestra identidad.
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