Cuando hablamos de gestores de tareas, estamos acostumbrados a pensar en esas feas apps simples y vacías. Memorigi arrasa con todas ellas demostrando lo bien que se pueden hacer las cosas.
No sería la primera vez que navegando por la Play Store en busca de un gestor de tareas (soy un desastre) me bajo una app esperando ver atisbos de Material Design y me encuentro algo feo, vacío y sin gracia. Soy muy «exquisito» para lo que es la interfaz de una app: teniendo en cuenta que la usaré para mi día a día debe parecerme bonita. Ahí fue cuando encontré a Memorigi, quizás la mejor app de toda la Google Play Store en su sector. Sí, es un gestor de tareas corriente y moliente. Pero qué gestor de tareas.
No sólo es preciosa, sino eficiente e intuitiva. Memorigi enamora a la vista, dándote hasta gusto tener que organizarte. Es fácil de usar, muy personalizable y sin líos raros. Además, tiene un trabajo encima que se nota desde el primer momento. Y mientras pasamos a hablar más a fondo de Memorigi, iré a limpiarme la saliva que he ido arrastrando.
Memorigi: cuando Material Design brilla
Lo primero que nos transmite Memorigi durante los primeros minutos que lo estamos usando es fluidez. La interfaz es intuitiva, simple y muy manejable. Moverse entre los menús es fácil sin llegar a la simpleza estúpida, manteniendo un estilo colorido pero también muy propio de Android. Podemos personalizar casi cada aspecto de la app, aunque muchos están limitados a una versión de pago que también os comentaremos. Otro detalle: si no optáis por la versión completa, hay que decir que la versión gratis es mucho más completa de lo que podríamos esperar.
Una cosa que necesito para organizarme es poder personalizar cómo lo hago. Las notas, si bien no llegan al nivel de colorido que las de Google Keep, el estilo que le puedes dar resulta más minimalista y menos recargado. Porque no olvidemos que es una app de tareas, por lo que no podemos perdernos entre colorines y olvidarnos de lo que debíamos hacer. Puedes cambiar el «acento» de las tarjetas, ponerle el icono que quieras y por supuesto modificar el recordatorio para que «moleste» cuando quieras. Y digo «molestar» con razón.
También puedes guardar las tareas por secciones que crees o estén disponibles. Sería un sistema algo más elemental que el de las etiquetas, pero más simple. Puedes crear tus secciones con el nombre y el icono que quieras, o bien basarte en la página principal en la que podrás ver todas las tareas. Por supuesto, puedes navegar por ellas con un simple toque. Porque la interfaz se adapta a tus necesidades. ¿Quieres irte a una sección? Le das a un botón, y te salen todas. Simpleza intuitiva.
Por supuesto también tienes etiquetas por si quieres organizarlo de la forma tradicional. Lo que más me gusta de la app es que sigue los preceptos de Material Design en todos sus aspectos. Me molesta cuando una aplicación se los salta a tutiplén, y el que Memorigi le dé un nuevo sentido es más que reconfortante. La gestión de las tareas es sencilla; se basa en tarjetas que puedes posponer, completar o borrar con un simple deslizamiento por la pantalla. Si deslizas la tarjeta a la izquierda, la pospones. Abajo, la eliminas. Y arriba o a la derecha la completas. No tiene más. Y me encanta.
Bonita pero sin olvidar su cometido
No sirve de nada que tengamos una app llena de colorines pero que luego no sirva para nada. Ese no es el caso de Memorigi que, fiel a su cometido, nos informa de lo que de otra manera no nos acordaríamos. Sorprende sobremanera la cantidad de formas que tienes de organizar una simple tarea y también de cómo ponerle el recordatorio. Puedes ponerla en alguna de las fechas que te sugieren o anclarla a una específica. También puedes optar por no ponerle recordatorio, aunque eso depende de las preferencias del usuario.
Pero no podíamos despedirnos del análisis de Memorigi sin resaltar sus «peros». Porque los tiene, en esta vida nada es perfecto. Para empezar, si bien las funciones que nos perdemos en la versión básica no son determinantes, la personalización queda un poco apagada en la versión estándar. Sólo podremos acceder a temas y a cambiar el estilo general de la app con la versión Plus o con sus dos variantes Premium. Y por supuesto, ese es otro aspecto negativo: sus versiones de pago.
No digo que esté mal que una app tenga una versión de pago, ya que es completamente lógico y respetable. El problema es que los pagos en su versión «Premium» son mensuales y anuales, a diferencia de la Plus que es de pago único. Los precios de Memorigi quedan así:
- Memorigi Plus: 4’29 euros en un pago único.
- Memorigi Premium Anual: 12’99 euros al año, costando unos 1’08 euros mensuales.
- Memorigi Premium Mensual: 1’59 euros al mes. Obviamente, el ahorro radica en el precio anual.
No son precios excesivamente altos, pero por el precio que tienen sí que me hubiera gustado que el precio fuera único. Sí, 13 euros es un precio bastante elevado para una app de gestor de tareas, pero 4’29 tampoco es un coste ínfimo. Con estas opciones, es difícil no sólo decantarse por una, sino que en el caso de querer pagar, estás condicionado a renovar tu licencia periódicamente. Aunque eso depende de lo que quiera cada uno. Y por supuesto, la app está en Google Play Store pero con una gran ventaja: no tiene publicidad. ¿A qué esperas para probar Memorigi?