Durante años, la mayoría de los dispositivos Android han traído por defecto las aplicaciones de Google preinstaladas (excepto en algunos países); esto ya se ha convertido en algo aceptado y de hecho, lo raro es encontrarse casos de lo contrario.
Pero pronto todo eso cambiará. Obligada por la multimillonaria multa de la Unión Europea, Google tendrá que permitir que los fabricantes no incluyan sus apps y su plataforma Google Play; de hecho, si las quieren tendrán que pagarlas por separado.
Eso supone que futuros móviles vendidos en Europa podrían no tener ni la tienda de Google Play ni aplicaciones como Chrome; esto fomenta la tiendas de apps alternativas y a plataformas mantenidas por los propios fabricantes.
Todo eso si no quieren pagar, claro; se ha hablado mucho también de si ese coste se traducirá en móviles más caros en la UE.
Cómo se dividirán las licencias de apps de Google
Ahora tenemos un poco más de información, que nos puede ayudar a comprender la importancia de esta decisión. The Verge ha tenido acceso exclusivo a unos documentos que detallan cuánto tendrán que pagar las compañías por usar Google Play y las apps de Google en sus dispositivos. Y las cifras son más altas de lo que muchos pensábamos. Si creías que esto se iba a solucionar con unos pocos euros, piénsalo otra vez.
Oficialmente, los fabricantes tendrán que pagar a Google por el derecho a instalar los «Google Mobile Services» (servicios móviles de Google). Así es como se dará a conocer el paquete de aplicaciones básico que incluye el acceso a Google Play; un paquete que no incluirá la licencia para instalar Chrome ni la búsqueda de Google, que se tendrán que obtener por separado.
Google está abierta a negociar con cada fabricante acuerdos separados para cada caso. Por lo tanto, eso abre la puerta a rebajar el pago si el fabricante elige preinstalar Chrome y otras apps, por ejemplo.
Cada dispositivo tendrá un coste diferente
Para complicar las cosas, el pago no será el mismo para todos los móviles y todos los países. Cuando un fabricante quiera instalar el paquete de licencias de Google, tendrá que compartir sus características y los países en los que lo venderá para calcular el pago.
Lo llamativo es que la característica que definirá el coste de un móvil será la densidad de píxeles de la pantalla. Ni el tamaño ni la potencia ni otras características parece que tendrán importancia. En parte tiene sentido, ya que el objetivo es que los móviles de gama alta son los que paguen más; y estos son los que suelen tener las pantallas de mas densidad.
Sin embargo, esta decisión puede encarecer injustamente a los móviles de gama media o baja que se atrevan con pantallas de más calidad; por lo tanto, no nos extrañaría que los fabricantes dejasen sus pantallas de más calidad únicamente para los móviles más caros. Sumémoslo a la lista de consecuencias de esta decisión. Claro, que cualquier otra característica podría ser igual de injusta; puede que estemos ante el caso menos malo.
El otro detalle que definirá el precio es el país en el que se venderá. Los países con la renta más alta pagarán más; el documento de Google divide a la UE en tres categorías, siendo la más alta la de Reino Unido, Suecia, Alemania, Noruega y Países Bajos. No está claro por el momento en qué categoría estará España.
Cuánto costará Google Play
Es por todo esto que el precio de Google Play no será el mismo para todos los dispositivos; puede variar enormemente entre extremos.
Según el documento, el precio máximo será de 40 dólares, por instalar las apps de Google en un dispositivo con una densidad de píxeles de 500 ppi en los países de primera categoría. Por contra, para un dispositivo con sólo 400 ppi en los mismos países sólo se pagaría 10 dólares; entre 400 y 500 ppi se pagarían 20 dólares. Aún no hay precios oficiales en euros.
El precio mínimo a pagar sería de 2,50 dólares; pero sólo en los países más pobres y en los dispositivos de gama mas baja. Esta progresión de precios probablemente es buena idea, ya que no es lo mismo subir 40 € un dispositivo de 100 € que uno de 900 €.
Además, las tablets tendrían un método diferente para calcular el precio, que en ningún caso superará los 20 dólares.
Por supuesto, Google no está obligada a cobrar por acceso a Google Play y sus apps; la Unión Europea sólo ha obligado a separar sus apps para que los fabricantes no estén obligados a instalar Chrome si quieren tener Google Play, por ejemplo.
Con este pago, Google quiere usar su tienda de apps como moneda de cambio; quiere que los fabricantes preinstalen Chrome y el resto de apps para compensar, al menos en parte, estos costes.