Radar Covid es la aplicación que se usa en España para el seguimiento de COVID-19, que se está desplegando poco a poco en todo el territorio nacional. En otros países en Europa nos encontramos con otras aplicaciones, basadas también en las API de Google y Apple, que se destinan al rastreo de COVID-19.
Para que estas aplicaciones sean efectivas, se necesita que un porcentaje de ciudadanos en los países las descarguen y usen. Un aspecto que generaba dudas era si estas aplicaciones podrían funcionar en otros países. Parece que será así, ya que las apps europeas de rastreo de COVID-19 serán compatibles entre sí.
Tu app de rastreo de COVID-19 funcionará en otros países
Los países miembro de la Unión Europea han acordado que sus aplicaciones sean compatibles. Esto era algo que acordaron de cara a las vacaciones de verano, aunque no se ha podido llevar a cabo a tiempo. La Comisión Europea es la que confirma que se está finalizando el proceso que permita que estas apps de rastreo de COVID-19 sean compatibles entre ellas. Esto será mediante un servidor que haga posible dicha compatibilidad.
Se están haciendo ya algunas pruebas con un servidor que enlazará las aplicaciones de Dinamarca, Alemania, Italia, Letonia, Irlanda y la República Checa. La idea es que en un futuro cercano, los usuarios podrán usar la aplicación de su país en un país distinto, para rastrear así si han estado en contacto con alguien infectado por coronavirus. Todo eso será posible sin necesidad de instalar una aplicación diferente.
La privacidad es un tema que preocupa, pero que funciona de forma similar en todas las aplicaciones de rastreo de COVID-19. Ya que no se muestran datos sobre el usuario, simplemente un número que identifica al teléfono. Estas claves o números son lo único que se almacena en el servidor. Este servidor que hace posible la compatibilidad entre las aplicaciones es algo que empresas como SAP están desarrollando, una firma responsable además de la app alemana de rastreo.
En octubre debería estar ya en funcionamiento este puente que permite que las aplicaciones de rastreo de COVID-19 europeas sean compatibles entre sí. De esta manera, podría estar ya en funcionamiento ante una posible segunda ola en invierno.