Los resultados trimestrales de Netflix han sido un jarro de agua fría, y la empresa ha decidido que, o pagamos más, o sólo podremos compartir cuentas dentro de casa. Esto ha sido un jarro de agua fría para muchos usuarios, que empiezan a plantearse la posibilidad de dar de baja la plataforma ante la cantidad de opciones que hay en el mercado. Para intentar minimizar esa potencial sangría de clientes la compañía dirigida por Reed Hastings mejorará su apuesta no sólo en el contenido audiovisual, sino también en el sector de los videojuegos.

Los videojuegos serán mucho más importantes para Netflix

Según un reportaje de The Washington Post, el gigante del entretenimiento online ha decidido aumentar considerablemente su apuesta por los videojuegos como elemento de retención de sus usuarios, además de como elemento diferenciador con respecto a sus competidores.

Esta apuesta empezó el año pasado con el lanzamiento de unos juegos casuales que no destacaban precisamente por su apartado gráfico, al menos si buscábamos juegos de gráficos de primer nivel. El enfoque era más sencillo, buscando quizás al perfil de jugador que se crio con los juegos del siglo pasado.

En 2022 la lista de títulos ha crecido con algunas propuestas algo más serias, pero sin intentar rivalizar por ahora con el mercado tradicional de los videojuegos. Eso sí, de cara a final de año tendremos nada menos que 30 títulos nuevos.

Netflix está comprando estudios de videojuegos

La empresa tiene claro que su futuro pasa por este tipo de entretenimiento. Tanto, que ha comprado hasta la fecha tres estudios pequeños de desarrollo, algo que podríamos ver como una locura, pero también nos lo pareció cuando Sony empezó a entrar en el negocio para pelear con Nintendo o Sega o cuando Microsoft anunció su primera consola.

Está claro que en el caso de Netflix la orientación será móvil por ahora, pero no se descarta que el streaming de juegos sea algo plausible más adelante.

Ahí es donde entrar actores como Google, que se plantea convertir Stadia es una especie de producto licenciable para que otras empresas creen sus servicios de streaming, algo que a Netflix le iría como anillo al dedo.

La mezcla de productos puede ser la clave

Más allá de las dificultades que puede tener Netflix entrando en este sector, tiene una ventaja enorme: puede colocar a un título en boca de todos mediante una serie. Un buen ejemplo es Arcane, que puso delante de muchos el lore de League Of Legends.

Si en vez de tomar los caracteres de un juego consolidado lo hace con los personajes de un título propio las ganancias serían mucho mayores.

Lo más parecido que ha hecho hasta ahora de esto es crear una serie animada de un juego de mesa ya existente, Exploding Kittens, que llegará en forma de serie animada y de videojuego a Netflix.

Se pone interesante el futuro de una plataforma que creíamos iba a ser la referencia sólo en series y películas.

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