Con todas esas novedades que va sacando WhatsApp día sí y día no, parece que el departamento de calidad no va a la misma velocidad buscando fallos en la experiencia de una de las apps de chat más instaladas del planeta. Y es que ahora se sabe que cualquiera ha podido desactivar una cuenta de WhatsApp con unos pasos sencillos.
El bloqueo de la cuenta sirve para realizar una desactivación temporal del servicio de chat. Durante el mes que tiene el usuario para volver a activarlo, los contactos siguen viendo su nombre y foto de perfil, al igual que se mantienen todos los mensajes guardados, pero si se pasa ese día se borra todo para siempre.
El grave problema de seguridad encontrado por Jake Moore muestra que la desactivación de la cuenta se ha podido realizar por cualquiera. El método normal es acceder al teléfono, a WhatsApp y a la función de eliminar mi cuenta, pero hay otro que es justamente donde se ha encontrado el grave fallo, ya que para acceder a eliminar la cuenta se necesita tener el móvil de la persona, en este caso para nada.
Simplemente se accede a la página de WhatsApp de preguntas frecuentes para saber que se puede usar el envío de un correo al servicio de soporte para así introducir solamente el número de teléfono y se pase a la desactivación con esta frase: "Lost/Stolen: please deactivate my account". Es justamente lo que ha hecho Moore en una prueba en la que finalmente recibió el email de soporte de WhatsApp avisando de que su cuenta había sido desactivada para su sorpresa.
A las 8 horas Moore publicó otro tuit en el que indicaba que WhatsApp había desactivado temporalmente esta funcionalidad. De hecho, la app de chat confirmó a Moore que su prueba era válida para pasar a desactivarla hasta que arregle este desaguisado en el que se podrían haber visto envueltos cientos de usuarios sin saber realmente qué ocurre. De todas formas, volver a activarla al momento justo de saber que está cerrado el acceso a WhatsApp tampoco llevaría mucho tiempo, pero el susto primero sí que se lo lleva uno.
Un momento que muestra que con todos estos avances que implementan las distintas grandes tecnológicas en sus servicios, sin las pruebas pertinentes o la inversión en un departamento de calidad que esté al día de todas esas integraciones, puede conllevar que entre los millones de usuarios que usan estas apps o software, alguno pueda perpetrar una acción que puede ocasionar grandes pérdidas para la compañía.
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