Después de unos meses de espera, ChatGPT al fin va a llegar a los móviles Android en España de forma oficial, con su propia aplicación desarrollada por OpenAI que permitirá acceder al chat de forma rápida y directa. Su homóloga para iOS fue lanzada en mayo, y permite interactuar de manera más rápida con la IA.
Pese a que se pueden acceder a otras alternativas como Bing, muchos usuarios esperaban la app oficial de esta inteligencia artificial. Este lanzamiento llega poco después de la llegada de Bard a España, aunque Google podría estar trabajando en otra alternativa a GPT llamada Gemini.
En cualquier caso, el lanzamiento de una aplicación oficial de ChatGPT tiene implicaciones positivas para los usuarios, que ya no necesitarán descargar alternativas falsas que hay en Google Play y que pueden ser perjudiciales para la seguridad de sus datos.
Registro previo
El chat de inteligencia artificial puede utilizarse desde su lanzamiento a través de su web oficial. Sin embargo, a partir de la semana que viene los usuarios Android podrán descargar la aplicación desarrollada por OpenAI para utilizarlo de forma directa, sin tener que pasar por el navegador, pero pudiendo iniciar sesión y utilizar los datos de la cuenta.
Su ficha ya está disponible en Google Play, y al acceder a ella se puede hacer un registro previo, que no solo avisará cuando la app esté disponible, sino que la instalará automáticamente en el teléfono o tablet que se le indique. La app pide permisos de ubicación, de información personal, mensajes y actividad, así como de información y rendimiento de aplicaciones.
Una de las características más interesantes que pondrá a disposición de los usuarios es la posibilidad de sincronizar el historial entre dispositivos. Esta función permitirá acceder desde el móvil a las consultas que se han hecho en el ordenador y viceversa, de manera que esta información se encuentre accesible desde cualquier parte.
Aunque hay que tener en cuenta que las conversaciones con el chat pueden ser utilizadas para entrenar a la inteligencia artificial. Por ello, es conveniente no utilizar datos confidenciales en las preguntas que se le hacen. De hecho, algunas empresas ya han prohibido su uso a sus empleados para que no se filtre información sensible.