Hasta ahora la IA de los móviles servía para mejorar las fotografías. Corregir colores, tonos, brillos o mejorar las condiciones de luz en entornos complicados. Sin embargo, con los nuevos Pixel 8 que han llegado hace unas semanas a España, el usuario tiene a su mano una potente herramienta para tener fotografías que, en puridad, no existen. Las potencia de la IA de Google es tal que puede cambiar las caras en fotos grupales, eliminar personas, cambiar el tamaño de elementos o, directamente, cambiar el paisaje.
Dos de sus novedades más importantes en este sentido son una función llamada Best Take y las nuevas posibilidades del Editor Mágico. La primera de ellas se activa cuando se toman varias fotografías de un grupo de personas, y permite hacer una mezcla entre todas las imágenes. Así pues, se pueden seleccionar alguna de las caras que cada persona ha puesto en alguna de las fotografías y añadirla al resultado final. La segunda opción permite alterar completamente la composición de las fotografías, cambiando de posición los elementos que aparecen e incluso de tamaño, además de añadir colores al cielo.
Estas funciones van más allá que otras alternativas menos intrusivas en lo que respecta a composición de la fotografía y que respeta más la esencia del momento. Así por ejemplo, la fotografía computacional de los nuevos iPhone 15 es capaz de entender que se trata de un retrato cuando detecta a una persona o mascota en primer plano, facilitando el desenfoque del fondo, pero no llega a cambiar los elementos de la imagen.
Estas nuevas capacidades de los móviles abre el debate. La cámara de los móviles son capaces de alterar las fotografías hasta tener recuerdos inventados pero, ¿deberían? Para tratar de salir de dudas, en EL ESPAÑOL - El Androide Libre, charlamos con el profesor de fotografía, Rodrigo Rivas, especializado en usar su iPhone para fotografiar con el móvil profesionalmente y Mauro Fuentes, conocido en redes sociales como @fotomaf, para conocer un poco más a fondo lo que opinan sobre la llegada de este tipo de modificaciones utilizando IA al terreno fotográfico.
Lo cierto es que no es un tema nuevo, ni que esté libre de polémica, pues ya han habido situaciones en las que el debate en torno al poder de la IA arrebata credibilidad a la fotografía. Así por ejemplo en la primera mitad de este 2023 una imagen generada por inteligencia artificial ganó los Sony World Photography Awards sin saberse que no se trataba de una fotografía real. Ahora, llega a los móviles y todo apunta a que irá a más.
El objetivo de la foto importa
Una de las grandes discusiones relacionadas con la inteligencia artificial en los últimos meses es el hecho de que cada vez es más fácil cambiar las caras de las personas en las imágenes. Desde hace tiempo, hay algunas aplicaciones que permiten poner una sonrisa o algunos rasgos faciales, como las pecas, de forma artificial. Una de las últimas novedades de Google Fotos hace que el usuario, en una foto grupal, pueda elegir la mejor cara de cada persona de entre todas las imágenes que se han tomado.
Sin embargo, este tipo de fotografías pueden acabar por ser poco naturales "esa composición puede ser bonita, pero no es real", explica Fuentes. Es la queja de muchas personas, que opinan que, en fotos familiares y entre amigos, tener los ojos cerrados, o salir haciendo gestos ratos, aporta naturalidad y espontaneidad a las imágenes. En su opinión, "si dejamos que la máquina elija la mejor cara, la mejor sonrisa, los mejores ojos y demás, está creando algo que no es real". Aunque piensa que otras funciones de Google Fotos que utilizan IA para mejorar las imágenes y el detalle de las mismas, por ejemplo, sí que pueden ayudar mucho, como a la hora de escanear imágenes antiguas.
Por otra parte, Rivas ve estas funciones útiles, "el avance es bueno, solo que hay que ver en qué situaciones es ético y en cuáles no", ya que hay ocasiones en las que este tipo de herramientas no deben utilizarse por el fin propio que tiene cada tipo de imagen en el terreno profesional. "En fotografía grupal, al capturar imágenes de un evento, puede ser una ayuda para que todo el mundo salga bien, pero en la fotografía documental, donde quieres captar la esencia del entorno, al final estás alterando la realidad. Éticamente, es incorrecto.".
Los avances de la inteligencia artificial relacionados con la fotografía permiten hacer cosas increíbles sin esfuerzo, pero que se pueda no quiere decir que se deba. Tanto en entornos profesionales como en el ámbito personal, cada uno debería plantearse si es algo bueno, o no. Mauro pone el ejemplo de las fotografías antiguas, "nunca se me ocurriría modificar la cara de un familiar en una fotografía antigua. Me parece demasiado".
Avances que pueden ayudar
Las herramientas capaces de alterar la composición de las imágenes, como el editor mágico de Google Fotos, permiten modificaciones como cambiar elementos de lugar, cambiar su tamaño o incluso cambiar el color del cielo. Esto ha generado bastante polémica en las redes sociales, puesto que permite cambiar por completo la fotografía.
Sin embargo, no deja de ser un recurso creativo, como puede ser Photoshop, una herramienta más que conocida para los fotógrafos y que se utiliza en muchos ámbitos. "Ahora hay facilidades porque es automático, pero muchos fotógrafos profesionales hemos hecho esto con Photoshop, todo depende del tipo de fotografía que se haga" desarrolla Rivas.
Fuentes, en la misma línea, opina que "puede ser un buen recurso a nivel profesional que ayude a editar", aunque no le ve tanto recorrido para el usuario medio, salvo por las sugerencias de edición automática, que en algunas ocasiones sí que hacen que la gente acabe probando estas funciones. Rodrigo también tiene ciertas dudas en su aceptación a corto plazo, y piensa que "su aceptación va a depender de cómo lo abrace la sociedad. Habrá fotógrafos que lo usen y otros que no", aunque no da nada por sentado en el largo plazo.
Se trata de herramientas que es positivo que los usuarios tengamos, y cuya adecuación depende de la forma y la situación en la que la utilicemos y de lo que estemos buscando en una fotografía. Para un currículum, por ejemplo seguramente mucha gente prefiera ayudarse de la edición para mejorar la fotografía, aunque sea artificial, mientras que en una instantánea en una reunión familiar, habrá usuarios que sí que podrían utilizar la IA para ponerse una sonrisa, y otros que no quieran hacerlo para conservar la imagen tal como salió en el momento.