Los smartphones se han convertido en dispositivos desde los que se hacen mucho más que llamadas en España. Gracias a su gran versatilidad pueden funcionar como reproductor de música, dispositivo para gestionar las tareas e incluso para llevar a cabo gestiones relacionadas con las cuentas bancarias.
Todos los bancos disponibles en España para que los usuarios se abran una cuenta tienen su propia aplicación para Android y para iOS. Esto brinda una gran cantidad de posibilidades, como la de hacer transferencias desde cualquier parte, poner reglas en las cuentas e incluso cambiar sus límites de gasto, y todo sin tener que acceder a la plataforma desde un ordenador.
Sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones la hora de utilizar la aplicación del banco, puesto que hay algunas acciones que pueden no ser muy recomendables en algunas situaciones. Teniendo en cuenta la información tan importante que contienen, perder la contraseña o revelar información privada puede ser perjudicial para el usuario.
Elige una buena contraseña
La plataforma virtual del banco es una de las más importantes que tenemos en el móvil, y, por ello, es esencial escoger una contraseña completamente segura y que no sea fácil de adivinar conociendo información personal. De esta manera, no será posible sacarla utilizando información personal.
Algunos consejos recomendados por los expertos son combinar mayúsculas y minúsculas, así como utilizar símbolos e intentar que sea de al menos 10 caracteres de longitud, aunque cuanto más larga, mejor. También es necesario evitar patrones obvios que se puedan adivinar utilizando la lógica.
Esto se aplica también al pin de cuatro dígitos que se debe utilizar para operar. Si este es fácil de adivinar, como por ejemplo, el año de nacimiento del titular de la tarjeta, otras personas podrían saber cuál es. Por ello, cuanto más aleatorio sea este código, mejor. Las apps del banco suelen tener activada la verificación en dos pasos para tareas como las transferencias, y en caso de que no sea así, lo mejor es activarlo desde la configuración para que no baste solo con la contraseña para llevar a cabo una acción así.
Mantén la app actualizada
Con cierta frecuencia, los desarrolladores actualizan sus aplicaciones con mejoras en materia de funcionamiento y seguridad. Algunos de estos últimos cambios no se ven a simple vista, pero contribuyen a que la aplicación esté más protegida y los datos del usuario sean menos susceptibles de ser robados.
Esto sucede en cualquier tipo de app, desde redes sociales hasta aplicaciones de tareas. Por eso, en cuanto Google Play notifica al usuario de que hay una actualización disponible, lo mejor es instalarla en cuanto se pueda. De hecho, mucha gente incluso deja la opción de actualización automática encendida para no tener que encargarse de ello manualmente.
No la abras en WiFi público
Conectarse a una red WiFi no segura en un lugar público puede entrañar ciertos riesgos para el usuario. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar a los datos y al contenido del teléfono que esté conectado a este tipo de red. De por sí, no es recomendable conectarse a una red de este tipo, y mucho menos para llevar a cabo cualquier gestión de peso relacionada con el banco, puesto que otras personas podrían aprovecharse de ello.
Si se utiliza una red privada virtual (VPN) sí que se podrían utilizar este tipo de redes para acceder a información tan importante. Esta tecnología es capaz de cifrar la navegación del usuario para que esté totalmente protegida, haciendo que no importe que la red en cuestión no sea segura.
También es importante tener cuidado al poner la contraseña en la app mientras se está en un espacio público, como por ejemplo sentados en el autobús o en una tienda. Hay que asegurarse de que nadie pueda estar viendo lo que escribimos desde detrás, ya sea en persona o bien desde una cámara de videovigilancia en un establecimiento cerrado.
Cuidado con las apps
El malware se puede presentar de maneras muy diversas en Android. Existe, por ejemplo, Adware, que consiste en aplicaciones que infectan el móvil con publicidad, mientras que hay otras que redirigen constantemente al usuario a sitios web que le generan rentabilidad a los ciberdelincuentes.
Sin embargo, existe otro tipo de virus llamados keyloggers tú ya finalidad va más allá. Se trata de apps infectadas que buscan conocer todo lo que hace el usuario en el dispositivo, incluyendo las teclas del teclado en las que pulsa. Así pueden llegar a conseguir las contraseñas que se emplean en las diferentes plataformas a las que el usuario suele acceder de manera diaria.
Es por eso por lo que hay que tener cuidado cuando con instalar aplicaciones desde fuentes no desconocidas. Siempre hay que recurrir a tiendas oficiales como Google Play, donde se llevan a cabo controles de seguridad exhaustivos. Existe otro tipo de malware que es capaz de ver y controlar todo lo que pasa en la pantalla y que también puede entrañar peligro. En definitiva, ahora más que nunca, es importante proteger el móvil si se tiene pensado utilizar apps bancarias o para el trabajo.