Los teléfonos móviles se han convertido en herramientas muy útiles en diferentes sectores por su versatilidad. Gracias a diversas aplicaciones y programas pueden ser utilizados para trabajar o jugar, pero también para poder ser usados en entornos más complejos, como en los centros médicos tal y como sucede en España. Los aparatos que se encuentran en estos lugares son extraordinariamente avanzados, en ocasiones más que los smartphones, pero eso no quiere decir que no haya un hueco para los teléfonos a la hora de mejorar la atención de los pacientes.
Ya hemos visto muchos dispositivos que se valen de los smartphones para ser más precisos, más cómodos o más baratos. Ahora estamos viendo cómo la inteligencia artificial es capaz de cambiar la forma en la que se investiga en algunos ámbitos de la ciencia o cómo se realizan ciertos procedimientos médicos.
Esto es algo en lo que se lleva trabajando ya varios años, como demuestran las noticias publicadas ya en 2018. Ahora una herramienta de software creada por la Universidad RMIT de Australia permitiría facilitar la identificación de un accidente cerebrovascular, como un ictus, en segundos, de manera mucho más rápida de lo que es posible actualmente.
Qué es un accidente cerebrovascular
El cerebro está repleto de vasos sanguíneos que se encargan de llevar la sangre a todas las zonas del mismo. La ramificación y el pequeño tamaño de los mismos hace que en ocasiones la sangre lleve un coágulo o un elemento extraño del cuerpo al cerebro, provocando una obstrucción que hace que el riego de detenga.
Eso es lo que se conoce como accidente cerebrovascular, aunque comúnmente se denominan ictus o apoplejía. También pueden ser causa de un derrame cerebral, provocado por una causa externa o interna. En esencia, es lo mismo que un infarto del corazón, solo que localizado en el cerebro.
Que suceda en este órgano hace que las consecuencias inmediatas sean diferentes de las de otras obstrucciones. Por ejemplo, es común notar un entumecimiento o debilidad repentina en la cara, sobre todo en la boca, además de en otras partes del cuerpo. También es normal sentir confusión, y tener dificultad para hablar o comprender el habla, así como para caminar. Esto provoca mareos o pérdida del equilibrio, además de dolor de cabeza o visión borrosa.
La importancia del cerebro hace que la detección rápida de este tipo de sucesos sea clave, logrando que el tiempo que ese órgano esté sin riego sanguíneo sea el menor posible. Pocos minutos de retraso pueden significar la diferencia entre daños permanentes o no.
Detectando Ictus
Justo en esa detección de infartos cerebrales ha trabajado un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad RMIT usando funciones de inteligencia artificial mediante software, en una publicación en la que explican el uso de IAs para este tipo de tareas médicas. El profesor Dinesh Kumar es el encargado de supervisar este trabajo, dirigido por Guilherme Camargo de Oliveira, del RMIT y la Universidad Estatal de São Paulo.
El profesor remarcaba la importancia de este tipo de herramientas ya que "la detección temprana del accidente cerebrovascular es fundamental, porque el tratamiento oportuno puede mejorar significativamente los resultados de la recuperación, reducir el riesgo de discapacidad a largo plazo y salvar vidas". Para ello se ha desarrollado una herramienta de software para móviles que permite a los paramédicos determinar instantáneamente si un paciente ha sufrido un derrame cerebral e informar al hospital antes de que la ambulancia abandone la casa del paciente.
Esta aplicación tiene una precisión del 82%, pero no se plantea como un reemplazo a las técnicas actuales, sino como un complemente fácil de usar en los primeros instantes del incidente. Poder identificar antes un ictus puede ser crítico para el paciente, mejorando sus posibilidades de recuperación. Este porcentaje es superior al que tienen los propios paramédicos cuando tienen que evaluar en el momento si un paciente ha tenido o no un accidente cerebrovascular.
"Los estudios indican que casi el 13% de los accidentes cerebrovasculares pasan desapercibidos en los departamentos de emergencia y en los hospitales, mientras que el 65% de los pacientes sin un examen neurológico documentado experimentan un accidente cerebrovascular no diagnosticado", ha declarado el profesor Kumar. Además, hay que tener en cuenta que en ocasiones la raza o el sexo del paciente pueden dificultar la detección de los ictus.
Cómo funciona la IA
La aplicación, que se puede ejecutar en dispositivos móviles convencionales, permite usar la detección facial para detectar accidentes cerebrovasculares mediante el análisis de la simetría facial y movimientos musculares específicos, las llamadas unidades de acción. El Sistema de Codificación de Acción Facial (FACS) clasifica los movimientos faciales mediante la contracción o relajación de los músculos faciales, proporcionando un marco detallado para analizar las expresiones faciales.
Este es el marco de análisis que utiliza la inteligencia artificial de la aplicación para poder comparar con los casos de cada paciente y arrojar un diagnóstico. Especialmente se centra en la detección de una asimetría de la sonrisa, uno de los indicadores más notables de que una persona está sufriendo un ictus. Para evaluar a la IA se utilizaron grabaciones de vídeo de exámenes de expresión facial de personas con post-ictus y otras sanas.
La intención del equipo es desarrollar la herramienta para teléfonos inteligentes en una aplicación en colaboración con otros sanitarios para que pueda detectar otras afecciones neurológicas que afectan las expresiones faciales. La colaboración con los proveedores de atención médica será crucial para integrar esta aplicación en los protocolos de respuesta a emergencias existentes.