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Google es un gigante de las búsquedas desde hace décadas en España, pero en el camino ha desarrollado un ecosistema de aplicaciones, la mayoría de ellas gratuitas, que nos permite tener servicios avanzados sin pagar. El precio, metafórico, es que le proporcionamos información para que los anuncios que nos aparecen en las aplicaciones sean lo más adecuados posibles. Esto es especialmente importante en un país tan sensible al precio de los productos como España. Y no nos referimos sólo al precio de los smartphones o de otros dispositivos, sino también al de los servicios online, streaming, etc.

¿Y de dónde saca Google esa información? Pues de nuestro propio perfil. El acceder a un sitio con la cuenta de Google le da información a la empresa, así como los historiales de navegación de sus diferentes servicios. Por eso cada vez hay más webs de terceros que permiten acceder con la cuenta de Google, porque es más sencillo para ellos gestionar la forma de acceso, aporta más seguridad y más comodidad para los usuarios. Y Google gana datos. La recopilación de este tipo de datos, por sí mismo, no es un problema, pero siempre está bien saber qué se está guardando sobre nosotros, para poder borrarlo si así queremos.

Es importante remarcar que no es posible usar los servicios de Google sin aceptar esa recopilación de información, por lo que en el caso de no querer dar esa información sería obligatorio optar por otras alternativas, de pago normalmente ya que se necesitará financiar el servicio de otra manera al no ser estar publicidad tan segmentada. Incluso cuando se navega en modo incógnito el propio Chrome está recopilando ciertos datos, aunque no sean los mismos que con una navegación normal.

Gestión de datos privados en Google El Androide Libre

Mi Actividad. Una de las páginas menos conocidas de Google es esta. Se trata de una sección integrada dentro de nuestro perfil que recopila la información que Google tiene sobre nosotros. En concreto se centra en tres aspectos: Navegación en web y apps, YouTube y Ubicaciones.

En la pestaña de navegación Google recopila la información que obtiene no sólo de Chrome, sino también de las webs donde usamos nuestra cuenta de Google en otros navegadores, como Edge o Firefox. También almacena la información de sus aplicaciones (Fotos, Drive, Lens, Google TV...), así como los datos de voz que se usan en los móviles y altavoces inteligentes. Aquí también entra la información obtenida en Android, al ser el sistema operativo algo controlado expresamente por la empresa. Esta es la forma de monetizar el sistema, que se ofrece gratuitamente a las empresas. Es posible eliminar manualmente esta información o programar para que se elimine cada 3, 18 o 36 meses.

Otra fuente de información es la ubicación. Esta se obtiene principalmente desde Google Maps, usando el GPS de nuestro teléfono, pero también desde el propio móvil desde no hace muchos meses. En la cronología de la aplicación podemos ver todos los sitios en los que hemos estado desde que usamos el dispositivo que llevamos encima. Es posible también eliminar esta información o programar para que se elimine cada 3, 18 o 36 meses.

La última sección es la de YouTube. En este caso se puede ver el historial de navegación de los vídeos que hemos visto, pero también de las búsquedas que hemos realizado dentro del servicio de streaming, aunque no hayamos visto ningún vídeo tras dicha búsqueda. Por defecto viene apagada la opción de que recopile también nuestra información de voz si la usamos en la app, aunque se puede activar. Como en los dos casos anteriores, podemos eliminar la información o bien programar para que se borre sola.

Iconos de servicios de privacidad de Google El Androide Libre

Privacidad en Google. Además de la sección de Mi Actividad, Google tiene más información nuestra, alguna proporcionada directamente como las tarjetas de crédito, y otra extraída de nuestros patrones de uso de ordenadores y móviles. Toda esta información está detallada dentro de la cuenta de Google, pero lo importante es que podemos descargarla, tanto de forma troceada, en función de los datos que necesitemos, como por completo, en un archivo ZIP que tardará un tiempo en generarse pero que podremos luego inspeccionar y almacenar donde queramos.

Para ello hay que usar una herramienta llamada Google TakeOut que es la encargada de gestionar las peticiones de descarga que realicemos, así como de informarnos del proceso de la misma. Descargar la información no la borrará de los servidores de Google, pero es posible ejecutar esa acción tras descargarla si queremos eliminar la cuenta pero no perder todos esos datos.

Por último, es posible indicarle a Google qué es lo que queremos que pase si no volvemos a entrar en la cuenta. La idea de esta función es que si el usuario fallece o no puede volver a entrar en la cuenta sea posible que otras personas hereden el acceso a la misma. Es posible o bien configurar que la cuenta se elimine de forma automática o bien que alguien pueda tomar el control de la cuenta.

Todas estas opciones llevan relativo poco tiempo disponibles y es que Google nunca se ha caracterizado por la privacidad, algo que siempre ha estado más cercano al enfoque que dan empresas como Apple. No obstante, el desarrollo de la tecnología le ha permitido a Google poder mejorar sus anuncios y sistemas sin necesidad de crear perfiles que se vinculan directamente a personas, con datos privados. Aún así, su modelo se sigue basando en poder generar ingentes cantidades de datos con los que obtener patrones de los que, posteriormente, pueda sacar dinero.