Dreamcast es una consola que, pese a dejar un enorme hueco en el corazoncito de muchos aficionados, supuso el fin de Sega como fabricante de hardware. Desde entonces no solo hemos visto al famoso erizo azul en todo tipo de sistemas, sino que además la mayoría de juegos del catálogo ha encontrado su hogar en otra circuitería. El último ejemplo es Expendable (no confundir con esa película llena de héroes de acción a un paso del hogar del jubilado).

Expendable: Rearmed, como se le ha dado a llamar a esta especie de remake, conserva todas las características del original, tal vez demasiado bien. Se trata de un shooter de perspectiva superior en el que controlamos a uno de los muchos clones soldado que han sido mandados para frenar la invasión de los Gneng, que además de tener un nombre impronunciable son los malos de la historia. La misión está clara: mata a todo lo que se mueva, hasta que llegues al centro neurálgico de los alielígenas.

El único punto negativo puede ser la calidad de sus gráficos, que para el 2000 no estaban mal, pero que hoy en día dejan mucho que desear. Estaría bien que los desarrolladores Retrobomb se aplicasen un poco mas en ese apartado hasta el lanzamiento del juego en Noviembre.