Peter Molyneux es uno de los nombres mas relevantes de la industria de los videojuegos. Responsable de juegos como Populous, Dungeon Keeper y Black & White, es uno de esos creadores que atraen una gran atención sobre cualquier juego con su mera presencia. Pero si por algo es famoso Molyneux es por su maestría a la hora de generar hype y expectación por sus obras. Es una habilidad que le ha ganado no pocos detractores, que ven como los juegos finales poco o nada tienen que ver con las grandes promesas que se hicieron durante su desarrollo. Después de una etapa creando juegos para consolas de Microsoft, Molyneux ha vuelto a la vía independiente con su estudio 22 cans, y su primer juego, Curiosity.
Curiosity parte de un concepto que camina la fina línea entre la genialidad y lo absurdo, tanto que es difícil ponderar si es una cosa o la otra. Estamos ante un enorme cubo compartido por todos los jugadores, compuesto a su vez de millones de cubos mas pequeños. Cada jugador debe dedicarse a cavar esos cubos con sus dedos. Algunos cubos soltarán monedas, otros mejoras para poder cavar mejor. Conforme los jugadores quiten cubos, se irán descubriendo nuevas capas, que ocultan diversos secretos.
Y «secreto» es la palabra clave para describir Curiosity. Nadie sabe qué nos depararán las distintas capas, y el propio Molyneux promete algo muy especial cuando se abra el último cubo que quede en el juego. Solo una persona podrá ver el contenido del cubo, por lo que la recta final puede ser de infarto. Para eso aún queda bastante, aunque el ritmo actual es bastante bueno. Los jugadores se han rendido a la curiosidad y están entrando por miles en el juego, ya sea intentando quitar la mayor cantidad posible de cubos, o creando figuras y mensajes en la superficie. Está por ver si, una vez que se acabe la fiebre de la novedad, el cubo será capaz de mantener a la gente enganchada, pero lo que es seguro es que Molyneux ha vuelto a conseguir llamar la atención.
Curiosity en Google Play.