Hoy es el día, ha llegado, por fin tenemos Angry Birds Star Wars para nuestros android.
Hay mezclas que, por mucho que las miremos, no deberían funcionar, pero lo hacen. Junta jamón york y queso, y tendrás un sandwich mixto. Junta a Michael Jordan y a Bugs Bunny y tendrás Space Jam. Son mezclas que cumplen la máxima de que sumar uno y uno debe dar dos, nunca cero. Por eso, cuando uno ve la mezcla que es Angry Birds Star Wars uno se pregunta ¿Esta mezcla, suma o resta?
Dejémoslo claro, hay pocas cosas mas populares en esta vida que Star Wars. Su fama es tal que ha llegado al nivel de la cultura popular, a ese punto en el que se junta con otras leyendas y mitos populares. Todo el mundo reconoce a Darth Vader, por ejemplo. Sin embargo, como ya sabemos, hay cierta carestía de juegos para Android basados en la saga, y ¿qué mejor que juntarse con Angry Birds, el juego mas popular de los últimos años? Los dichosos pajaritos aparecen cada vez mas por todas partes, con su sistema de juego sencillo y fácil de entender pero con potencial para enganchar.
Angry Birs Star Wars es tremendamente sincero en el título. Simplemente es una mezcla entre el juego basado en tirar pájaros a estructuras y enemigos, juntado con la imaginería de caballeros jedi y princesas con ensaimadas como peinado. Parece mas tonto de lo que en realidad es, sobre todo porque estamos hablando del juego de la saga mas completo hasta el momento.
Y eso es porque no se conforma solo con disfrazar a los pájaros y a los cerdos de personajes de la saga – incluídos unos cerdos Tie Fighters que deben ser las naves espaciales mas adorables jamas concebidas. No, lo bueno es que se añaden mas elementos jugables. Por ejemplo, el sable láser nos permite cortar estructuras antes de golpear en ellas para hacer incluso mas daño, además de devolver los disparos que nos hagan desde ellas.
Otros personajes como Obi Wan podrán usar la fuerza para mover bloques. Estas novedades, unidas a otros mecanismos como la gravedad ya introducidos en Angry Birds Space, aumentan la complejidad del juego, pero siempre manteniéndolo en los límites de la accesibilidad.