Uno de los sub-géneros mas manidos entre los juegos de puzles es el de unir varias piezas del mismo color. Desde el clásico de Sega Columns este estilo de juego no ha variado demasiado. La premisa siempre es la misma: fichas que suben hasta el techo mientras que nosotros intentamos juntar tres o más del mismo color para hacerlas desaparecer. La dificultad aumenta conforme lo hace la velocidad, y poco mas hay que decir. Rise of the Blobs es un intento de refrescar este estilo de juego con algunos detalles interesantes.

Para empezar lo mas llamativo es que no estamos limitados a las dos dimensiones, sino que los bloques suben a través de una columna tridimensional. Esto añade otra dimensión a las estrategias a tomar (guiño, guiño). Ya no solo tendremos que estar pendientes de los bloques que suben en un lado, sino que si nos olvidamos del lado contrario lo podemos pasar mal. Afortunadamente este aspecto del esquema de control está bien conseguido, y podemos mover la cámara rápidamente de un lado a otro. Como ayuda, siempre tendremos un indicativo visual de dónde está la pieza mas alta, para que no nos pille por sorpresa.

El protagonista, que podremos personalizar con todo tipo de complementos, se encargará de tirar frutas desde lo mas alto de la columna. Tendremos que hacer que caigan sobre los bloques del mismo color, y aquí es donde entra en juego la dinámica mas difícil y al mismo tiempo mas interesante del juego. Para hacer explotar los bloques tendremos que dar un toque en ellos. Siempre podemos esperarnos para juntar mas bloques del mismo color en línea y así conseguir mas puntos de una tacada.Hay un cierto equilibrio entre riesgo y recompensa que será lo que acabe por eliminarnos de la partida cuando tengamos demasiadas piezas sin explotar. Además, cuando la velocidad aumenta el hecho de tener que dar un toque para explotar una pieza nos hará gastar un tiempo precioso que puede ser nuestra perdición. Para ayudarnos en esos momentos tendremos acceso a ciertas piezas especiales, como una bomba-coco que eliminará todas las piezas de un color.

 

Conforme sube la dificultad, uno echa en falta un control mas preciso. La necesidad de manejar todo el juego con gestos es un detalle que parece apropiado al principio pero que no deja de ser frustrante a velocidades altas. Pese a todo, Rise of the Blobs consigue revitalizar el género con algunas ideas bastante buenas, y lo hace de manera gratuita.