Lo malo de la fantasía heroica es que todo el mundo quiere crear su propia historia épica de proporciones absurdamente exageradas. Todos los guionistas quieren ser el próximo Tolkien, y la consecuencia es que cada vez vemos historias mas rebuscadas, con mitologías cada vez mas complejas y con personajes cada vez mas profundos. Lo que olvidan estos creadores es que la fantasía heroica solo ha tenido un objetivo: la diversión, y eso es algo que es fácil de perder entre decenas de razas diferentes y leyendas a cada cual mas improbable.
MicroVentures recupera ese espíritu aventurero que tanto echamos en falta en otros juegos, y lo hace con tres personajes protagonistas a cada cual mas interesante. Tenemos al típico caballero cubierto por una armadura desde la cabeza hasta los pies, que se desvive por buscar hazañas que cumplir hasta el punto de aceptar misiones tan ridículas como robar cartas de amor de un jefe orco en venganza por una crítica artística de las murallas de la ciudad. Tenemos al pícaro que se pasa los días y las noches borracho que se mete en peligros porque es incapaz de negarse en estado de embriaguez. Y tenemos al viejo mago que no está para estos trotes, pero que si no hace él las cosas no las hace nadie.
Como vemos, es una reunión de «héroes» algo atípica, pero este sentido del humor no implica que el juego no se tome en serio a sí mismo. Toda la jugabilidad se basa en los turnos, ya que tanto nosotros como los enemigos podemos atacar y movernos solo cuando nos toque, aunque el ritmo de juego es fluido y rápido, tan rápido que las mazmorras están diseñadas para descubrir todos sus secretos en pocos minutos. Todo el juego se puede controlar con toques en la pantalla, ya se para movernos, para atacar, o para usar los artilugios que nos vayamos encontrando por el camino.
MicroVentures es un juego de los que enganchan, y gracias a la generación aleatoria de mazmorras no se hace repetitivo. Recopila muy bien la esencia de lo que hace un juego de rol divertido, y lo hace con sentido del humor. Además, es uno de los raros casos en los que no solo el juego es gratuito, sino que además no tiene publicidad ni micropagos.