Ayer recibíamos con sorpresa, la noticia de una alianza entre Nintendo y DeNa con el objetivo de llevar las principales franquicias de Nintendo al jugoso mercado de los smartphones y tablets. Esta noticia, junto a la confirmación de un nuevo sistema dedicado de juegos repercutieron en una impresionante subida en bolsa para la gran N.
Desde la rueda de prensa, mucho se ha especulado sobre el presente y futuro de la compañía Nipona, especialmente desde el punto de vista de los contenidos. Hoy discutiremos acerca de otro de los puntos clave, la tecnología.
Gunpei Yokoi, el hombre que cambió Nintendo
Si hiciésemos un sondeo sobre quien es la persona más influyente de la compañía, muchos responderíamos casi al unísono por Shigeru Miyamoto, y es cierto que es una persona que ha aportado muchísimo a Nintendo creando un incontable número de franquicias, pero existe alguien que dejó un legado aún más impresionante.
Gunpei Yokoi fue un hombre que llegó años antes que Miyamoto (y que además enseñó a Miyamoto algunas de las bases del diseño de videojuegos). Ingeniero de profesión, Gunpei fue uno de los hombres que convirtieron a la compañía de Naipes en uno de los mayores gigantes de los videojuegos. No solo fue el creador de la Game Boy, sino que asentó las bases de la compañía, bases que a día de hoy forman parte de la filosofía de Nintendo y están presentes para el futuro de la misma.
La filosofía del pensamiento lateral y la madurez tecnológica
Una de las lecciones de Gunpei llegó en la época de las Game & Watch. La precursora de la Game Boy fue desarrollada a partir del hardware de una calculadora. El razonamiento de esta decisión estaba basado en el hecho de que utilizar un hardware maduro traía diversas ventajas, siendo la primera la reducción de costes. En la época ya existían sistemas de juegos portátiles más sofisticados, por lo que vender a un precio mucho más asequible que la competencia fue la catapulta al éxito.
La segunda ventaja de la filosofía de Gunpei se manifestó durante el desarrollo de la Game Boy original. A pesar de ser una consola portátil inferior en especificaciones, tenía la potencia justa para crear juegos adictivos. Pero su gran baza para convertirse en la consola referente durante más de dos décadas fue su gran autonomía, y es que con 4 pilas AA podías disfrutar de hasta 16 horas de juego, cifras que consolas mucho más potentes no pudieron alcanzar.
La era de la innovación
Pero queda una tercera ventaja del pensamiento lateral, y es uno de los pilares clave de la filosofía de Nintendo. Al usar hardware maduro, los ingenieros tenían un mayor conocimiento del mismo y podían centrarse en la innovación. La Gamecube fue la última consola de Nintendo que decidió competir en potencia.
Desde ese momento, cada consola que presentaron aprovechaba componentes más obsoletos, pero con valores añadidos que justificasen nuevas formas de juego. La Nintendo DS fue la primera consola portátil en popularizar las pantallas táctiles, mientras que la Wii básicamente fue una GameCube con control de movimiento, consiguiendo todas las ventas que su hermana mayor no pudo lograr.
El declive de Nintendo
Gracias a estas dos últimas consolas, Nintendo volvió a sus años dorados, vendiendo un gran número de consolas, pero con la popularización del smartphone todo cambió. Gran parte del público que adquirió una Wii o Nintendo DS ya no necesitaba una consola, pues con su teléfono o tablet ya tenían acceso a un catálogo de juegos cada vez más amplio.
El mercado casual que en su día fue su mayor benefactor, de repente se convirtió en su peor verdugo. El público casual tiene unos intereses muy concretos, y en la mayor medida, no entendían el por qué necesitaban una consola. Por si fuera poco, gran parte de su público habitual se sentía decepcionado al haber sido abandonados por su compañía favorita.
La revolución del smartphone y el futuro de Nintendo
Nintendo tenía serios problemas, necesitaban recuperar la confianza de los antiguos jugones, pero a su vez atraer a un nuevo público. Para recuperar la fidelidad de sus antiguos fans han tomado la decisión de reconquistarlos a golpe de catálogo. ¿Pero como conquistar a un nuevo público?
Existe un dicho que dice que el software es quien vende el hardware, y en parte es cierto. Pero por mucho Nintendo que seas, no puedes convencer a nadie del valor de tu producto sin que tenga la oportunidad de probarlo. Los smartphones presentan una gran competencia gracias a la accesibilidad de los clientes para probar juegos de otras compañías.
Si no dominas el negocio, alíate con los mejores
La clave para recuperar el terreno perdido se basa en mostrar las bondades de tus juegos al gran público, pero existía un problema. En Nintendo nunca han desarrollado juegos para móviles, y no conocen como funciona el mercado. A causa de ello, han tomado la decisión de aliarse con uno de los grandes del sector móvil, y es que Dena conoce el negocio, y Nintendo la química.
Ahora la misión de Nintendo es mostrar el nivel de sus juegos, sin devaluar el valor de las franquicias que sus viejos fans aprecian. En Nintendo siempre han apostado por nuevas formas de juego, y el mercado de los smartphones cuenta con la innovación y madurez suficiente. Ahora será el público quien decida si tienen el nivel suficiente en un mercado tan competitivo.
Ya que sus nuevos socios se encargan de su punto más débil, podrán centrar sus esfuerzos en la innovación. ¿Veremos un segundo asalto de la Virtual Boy gracias a una realidad virtual cada vez más madura?
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