Monument Valley es uno de los juegos de los que más se ha hablado en los últimos meses y que más éxito ha tenido a pasar de sus problemas con la piratería. Y como tal, ha creado escuela. El camino a Luma sigue los pasos del juego de Ustwo y nos trae un puzzle dominado por una estética preciosista y casi intimista.
En este juego tomaremos el control de SAM -o Sustainability Augmentation Model- un androide que deberá viajar a varios pequeños planetas, casi sacados de El Principito, y resolver varios puzzles para reactivar las energías limpias de cada mundo y así hacer renacer la vida en ellos.
La mecánica es sencilla, podemos rotar el planeta y mover a nuestro personaje al realizar una doble pulsación, además de poder interactuar con distintos elementos como por ejemplo plataformas móviles. Introduciendo la vara solar en las fuentes de energía, las reactivaremos, lo que nos dará acceso a distintas zonas del planeta hasta completarlo y pasar al siguiente.
En la estela de la ‘estética Monument Valley’
La dificultad del juego no es muy elevada y una vez comprendidas las mecánicas el viaje por los 20 mundos que propone puede hacerse algo rápido, algo que puede ser un inconveniente para algunos, pero que a otras personas ya les puede ir bien. Por otro lado, tened en cuenta que el juego no está muy bien optimizado y pide unos requisitos altos, hemos tenido algunos problemas de sobrecalentamiento cuando lo probábamos.
Se trata de un juego que entra por los ojos y por los oídos, su diseño audiovisual es simplemente una maravilla y recuerda mucho al ya mencionado Monument Valley o incluso a Jouney de PlayStation 3, gracias en parte a esa atmósfera íntima y casi contemplativa que crea. Es posible, cierto, que haya quien crea que el parecido es excesivo.
Otro elemento destacable es que el juego es completamente gratuito, no incluye ni publicidad ni compras in-app, lo cual lo convierte en una de las mejores ofertas que puedes encontrar en Google Play y que hará las delicias de quienes disfrutaron de Monument Valley.