En Tiny Gladiators te embarcarás en una odisea en busca del asesino de tu padre, peleando a muerte para desentrañar sus secretos. ¡Adorable!

Juegos de peleas, hay muchos. Que sean originales, no tanto. Y de esos en el que puedas tener armas épicas, clases y poderes diversos, pues hay menos. Pero para eso tenemos juegos como Tiny Gladiators, título en el que podrás seleccionar tu estilo de juego, tener armas muy locas y potentes y todo sin perder estilo. Porque se puede pelear a muerte pero sin perder adorabilidad, ¿no?

Ahora en serio. Este juego es bastante único en muchas de sus variantes. Puede no ser muy superior, pero la verdad es que te echas un buen rato jugándolo. Hoy os lo contamos todo para que lo probéis y nos dejéis vuestras impresiones.

Tiny Gladiators, o la versión «kawaii» de Skyrim

Este juego me ha gustado bastante, personalmente. Es un juego no muy pesado que engloba bastante y consigue ser dinámico y con estilo, sin rozar el nivel de la cutrez. Jugándolo te das cuenta de que es un juego al que merece la pena echarle un par de horas más de la cuenta. Eso contrasta con la falta de profundidad de la que adolecen muchos de los juegos que se encuentran en nuestra Google Play.

La trama tampoco tiene mucho intríngulis. Al principio, manejas a un hombre que resulta ser tu padre y el cuál muere en el campo de batalla, dejándote huérfano. Creces, y pones todo el ahínco de tu vida en encontrar a su verdugo y vengar su muerte. Pasas a elegir tu personaje y su clase, además de poder personalizarlo levemente. Puede parecer que la estética del juego le quite seriedad o que haga que nos esperemos un esperpento de controles ilógicos. Pero nada más lejos de la realidad. Nos encontramos ante un título divertido, vivaz y dinámico que nos dará bastante juego. Perdón.

Vas pasando mapa por mapa con el objetivo de conseguir 3 estrellas en todos. Tienes varios modos de juego a tu disposición, como pelea jugador contra jugador o «supervivencia.» Aquí Tiny Gladiators puede parecer algo típico, pero la gracia no está en esta parte, sino en el combate en sí. Porque dicho mal y pronto tenemos que pegarnos de «leches» con otros guerreros, en peleas encarnizadas y aparentemente absurdas. ¿Por qué?

Todas las clases que nos escojamos (la mía es la del asesino) tienen una serie de movimientos definidos: moverse de izquierda en el escenario 2D, saltar, atacar a espadazo limpio y dos habilidades especiales, las cuales varían en función de la clase que hayas escogido. En mi caso tengo una habilidad que me permite teletrasportarme detrás del enemigo, y otra que consiste meterle una estocada que le va restando vida progresivamente al enemigo y que me la otorga a mí. Cuanto menos vida nos quiten, más estrellas nos otorgará el juego al derrotar a nuestro enemigo.

Grafismo más duro de lo habitual

Este para mí es el punto fuerte de Tiny Gladiators. Aunque el aspecto general de nuestros personajes pueda resultar un poco cómico, el grafismo de las armas y armaduras que hay en el juego está sorprendentemente elaborado y cuidado. Fijaos si no en el brillo de las espadas o en los detalles que lo adornan. Le da un contraste entre el estilo «toon» y rústico que hace que el juego merezca la pena todavía más. Mezcla sobremanera un estilo algo más serio y rudo de lo que nos esperaríamos con una estética divertida y amigable. Me encanta.

Esto también se aplica a los jefes finales. No son combates en absoluto fáciles, llegando a ser bastante pesados en algunas ocasiones. Además, puedes tener clanes a los que afiliarte y conseguir recompensas en los otros modos ya mencionados. Todo con una estética algo cómic que nos agradará la vista a la hora de jugar.

Tiny Gladiators está gratis en la Google Play y como no podía ser de otra manera, es freemium. Es decir, tiene publicidad y compras en la aplicación. Lo que me gusta de este juego es esa mezcla divertida entre «seriedad» y «amiguismo» que tiene. Te lo pasarás genial con este juego, sólo por la dinámica que tienen algunos combates y la trama que tiene. Recomendado, al cien por cien. Además, si es que son adorables los señores…