Cuando los móviles no eran inteligentes había pocas cosas que hacer con ellos más allá de llamar y enviar SMS. Algunos, como los Nokia, tenían juegos en su interior, muy básicos, pero que causaban furor.
El más llamativo de ellos era Snake (o Serpiente) y se trataba simplemente de esquivar nuestro propio cuerpo mientras dábamos vueltas por la pantalla creciendo a medida que nos comíamos los elementos que iban apareciendo en el escenario.
Actualmente hay algunos que emulan esa experiencia pero hoy queremos hablar de una propuesta que destaca por usar unos gráficos igual de simples que el original (aunque a color, claro) pero que modifica la idea: no podremos esquivar ciertos obstáculos.
Chocando de forma inevitable
En Snake vs Blocks controlaremos una especie de serpiente compuesta por pequeños elementos que vamos a ir sumando a medida que los vayamos cogiendo de la pantalla. Para ello debemos moverlos a derecha e izquierda en un panel que avanza hacia arriba.
Mientras comemos esos elementos, que nos indican con un número la cantidad de piezas que sumaremos a nuestro cuerpo, tendremos que chocarnos contra los bloques con una numeración menor.
Esto es así porque en cada bloque perderemos el número de elementos que aparezca en él mismo. Así, siempre es aconsejable chocar contra uno de 5 que contra uno de 20.
Si llega un momento en el que chocamos contra uno que tiene una numeración mayor que la cantidad de piezas que nos quedan en nuestro cuerpo habremos llegado al final de la partida.
Desafíos y skins
No hay un final predefinido y simplemente tendremos que aguantar lo máximo posible, como en cualquier endless runner. Eso sí, tenemos diferentes desafíos que podemos realizar si no queremos estar simplemente aguantando.
Además podremos ir desbloqueando diferentes pieles o skins para nuestra serpiente, como una en la que se convierte en una enorme hamburguesa.
El juego es gratuito aunque tiene bastantes anuncios. Si queréis podéis pagar 3.49 euros para quitar toda la publicidad.