Uno de los juegos para Android al que más le he echado horas ha sido al Alto’s Adventure. Un juego que en su inicio era tan sólo gratuito, con un par de ítems desbloqueables si conseguías dinero gratis dentro del juego. Luego entraron los anuncios, al igual que ha pasado con Alto’s Odyssey, su secuela.
Cuán ha sido mi desagrado y mi decepción cuando he descubierto que si quieres, puedes conseguir todos los coleccionables del juego solo viendo anuncios. Sí, estáis leyendo bien. Y no es el primer caso que veo. Por ello, voy a hacer una reflexión sobre el por qué y las consecuencias del que la publicidad ahora mismo sea más importante que el propio juego en Android.
¿En serio, Noodlecake?
Una de las características de Alto’s Odyssey es su taller. Como en la primera entrega, puedes revisar esta suerte de tienda y adquirir ciertos ítems que mejoran la experiencia de juego. Obviamente, los que más te hacen avanzar en el juego cuestan más caros, y si quieres conseguirlos tan sólo con la moneda del juego, tendrás que echarle un número importante de horas.
Para ello ofrecen un doblador de monedas a un precio razonable, además de packs de monedas. Ya dejamos claro que no nos gusta la decisión de volver freemium este juego en Android, pero estaba bien llevado acabo y no había queja. Hasta ahora.
Obviamente, como en todo juego freemium, para incentivar estos progresos y que el jugador no se aburra si no quiere poner un duro, Alto’s nos ofrece ver anuncios a cambio de 500 monedas. Una cifra que es una minucia, y es un buen impulso si quieres acceder a ciertas mejoras. Pero es que puedes comprarlo todas las veces que quieras.
Gracias a esto, sólo viendo anuncios, he desbloqueado todos los ítems del juego y mejorados los ya disponibles. Repito: sólo viendo publicidad. Cuando he querido darme cuenta tras un rato, tenía todo comprado y las misiones progresivas han sido súper sencillas. No me han costado nada, ya que digamos que estaba «chetado» al máximo nivel desde un inicio.
Adiós a la diversión, hola a la adicción
Llamadme loco, pero la clave de jugar es divertirte. Entiendo que muchos desarrolladores necesiten ingresos, no están haciendo juegos por amor al arte. Pero parte de la «magia» de desarrollar videojuegos… es que la gente se divierta. Y aunque apoyo el hacer las cosas más fáciles por unos pocos segundos de mi tiempo, el que podamos completar estos títulos tan sólo viendo anuncios me parece demencial.
Porque ¿dónde queda entonces la diversión? ¿No se podrían usar esos anuncios de forma limitada y temporal? Engancharíamos más a nuestro público y no sólo eso, sino que incentivaríamos al jugador para que se esforzara un poco más en el caso de necesitar el suficiente dinero para una mejora dentro del juego.
Y todo se basa en el dinero, lo sé. Estos anuncios tan molestos son así porque dan importantes sumas de dinero. El que tengas que verlos obligatoriamente para no perder la recompensa hace que inevitablemente conozcas el juego y eso rasque inevitablemente algunas descargas.
Pero se ha visto que esto más que un hecho, es un virus que emponzoña a muchos juegos. Ya apenas tenemos títulos que se centren exclusivamente en entretener, sino en enganchar con un concepto fácil y que, o consuman servicios de pago, o simplemente vean publicidad.
El freemium no es malo siempre que no sea el centro de todo
Ya lo dejamos claro: el nivel de beneficios de la Google Play Store es infinitamente inferior al de la App Store de Apple. Ahí se pueden publicar apps de pago sin problema, ya que tendrán acogida. Aquí se prefiere tirar por la vía del famoso y odiado freemium. Es decir, que el juego sea gratis pero una gran parte de su contenido de pago.
No me parece mala estrategia. Android es un sistema libre, y al contrario que en iOS, casi todas nuestras apps son gratis. Somos muy recelosos a pagar por internet, a si que veo lógico esta vía de financiación. El problema viene cuando el juego no es freemium, es freemium con algo de juego.
Si tu juego se basa única y exclusivamente en hacer que el usuario gaste dinero o vea publicidad con un tonto concepto algo adictivo, el juego pierde la suficiente calidad como para que no se mantenga en su móvil más de un par de partidas. A mí por lo menos me pasa. Es un momento de juego de esta clase y hartarme, desinstalando el juego en el proceso.
¿Por qué? Porque muchos usuarios quieren los juegos sólo para jugar, y ya está. Si estás todo el rato obstaculizando tu juego con anuncios y agobiando al que juega a que afloje de la cartera, el jugador se frustra por los altos niveles de horas que tiene que echar para que el juego evolucione y al final resulta en un hartazgo atroz.
Lo peor es que esta tónica está extendida al máximo nivel. Ya es raro encontrar un juego gratuito de verdad o que al menos no tenga una publicidad o freemium intrusivos, sino más bien todo lo contrario. Esto hace que la calidad de los juegos pierda fuelle y estemos abocados a tener juegos mediocres que sólo busquen sacarnos los cuartos.
Por ello, finalizo este post diciendo que, aunque estos casos en los que puedes completar un juego viendo anuncios sean pocos, si se extienden, pronto los juegos de Android tendrán poco sentido: sólo será una forma más de ver publicidad a montones para conseguir un rato de diversión. Y es obvio que a nadie le gusta la publicidad. No lleguemos a eso, o jugar en Android será, irónicamente, un aburrimiento.