Cuando Microsoft anunció la compra de Activision Blizzard, las primeras reacciones ya apuntaban a su mayor problema ¿qué iba a pasar con la gran cantidad de juegos producidos por esa compañía?
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Además de sagas clásicas como Diablo o Warcraft, Activison Blizzard es la propietaria de una gran cantidad de juegos que venden millones de unidades, como Call of Duty; incluso es importante en el sector móvil, al ser la propietaria de King y juegos como Candy Crush. Por lo tanto, la gran duda era si estos juegos iban a ser exclusivos de Microsoft, y si ibas a tener que comprar una Xbox para jugarlos.
Microsoft está convenciendo a reguladores
En la propia Microsoft sabían muy bien que ese era el gran miedo, tanto de los jugadores como de los principales reguladores del mercado, que aún tienen que dar su aprobación a la operación de 68.700 millones de dólares. Al fin y al cabo, de completarse Microsoft se convertiría de golpe en la tercera mayor compañía del sector gaming, y tendría un gran poder sobre la competencia.
Por eso, Microsoft lleva ya casi dos años haciendo promesas y firmando contratos que le obligarán a seguir lanzando juegos para otras plataformas; unas promesas que Sony teme que sean papel mojado y pueda quedarse sin los juegos de Activison Blizzard en su PlayStation. Pero parece que esas quejas serán insuficientes para frenar el acuerdo.
Ahora, Microsoft ha conseguido dar un paso de gigante en la finalización de la compra, después de que la máxima autoridad de competencia en el Reino Unido (CMA) se haya puesto de su parte. La CMA cree que, si Microsoft finalmente compra a Activision Blizzard, la compañía seguirá lanzando los nuevos Call of Duty en consolas PlayStation; considera que Microsoft saldría más perjudicada si hace Call of Duty exclusivo de Xbox, por la cantidad de ventas que el juego obtiene en el resto de plataformas.
Microsoft gana la batalla, aunque aún no la guerra; la CMA aún tiene serias dudas sobre el efecto que puede tener esta compra en el sector de la nube. Microsoft tiene Xbox Cloud, un servicio en la nube que nos permite jugar en móviles, ordenadores y televisores sin necesidad de comprar una consola; es de esperar que Call of Duty y el resto de los juegos de Activision Blizzard sean añadidos a este servicio, lo que puede ponerlo en una posición dominante en el mercado. Tendremos que esperar a finales de abril para conocer la decisión final.
A Sony se le acaba el tiempo
Que Microsoft esté convenciendo a los reguladores británicos es importante porque ya consiguió lo mismo con los europeos. A principios de marzo, Reuters filtró que la Comisión Europea estaba satisfecha con los compromisos de Microsoft, aunque aún no lo ha anunciado. Donde Microsoft puede tenerlo más difícil es en casa: en Estados Unidos, la FTC ha demandado a la compañía para bloquear el acuerdo.
La situación para Sony es complicada, especialmente porque la compañía japonesa se niega a aceptar un acuerdo con Microsoft. Desde el principio, Sony se ha centrado en evitar el acuerdo, y las negociaciones no han llegado a buen puerto. Mientras tanto, Nintendo se ha asegurado un acuerdo de 10 años para recibir los juegos de Call of Duty en la Nintendo Switch y futuras consolas, y Nvidia ha firmado lo mismo para su servicio en la nube, GeForce Now.
Por lo tanto, por ahora no es completamente seguro que Call of Duty continúe en PlayStation, al menos hasta que Sony llegue a un acuerdo concreto; la otra opción es confiar en las palabras de Microsoft.
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