El sector de los videojuegos se ha convertido, con diferencia, en el que más dinero mueve dentro del mundo del entretenimiento, superando a la industria cinematográfica y a la musical. En España, no es nada raro comprobar que gente de todas las edades tiene instalado algún juego en su smartphone o tablet.

En parte, gracias a los juegos para móvil, la industria ha crecido de una manera tan grande. Al fin y al cabo, para jugar videojuegos en formato de consola es necesario tener una de estas o bien un ordenador lo suficientemente potente como para mover los títulos a los que se quiere jugar. En el caso que los juegos para móvil, la barrera de entrada que marca el dispositivo con el que jugar no es tan grande, puesto que al fin al cabo prácticamente todo el mundo tiene un smartphone.

Esto hace que existan un gran número de títulos para jugar en el móvil, y estos pueden ser de diferentes clases. Existen tanto alternativa gratuitas como algunas de pago, y hay ocasiones en las que el primer tiempo puede ser realmente peligroso, en especial para los más pequeños.

Lógicamente, los creadores de juegos gratuitos también buscan recibir una compensación por su trabajo y su creatividad, y por ello, la mayoría de estos títulos cuentan con microtransacciones. Básicamente, se trata de la posibilidad de comprar con dinero real algún ítem en el juego que te ayude a progresar más rápido. En algunos casos son elementos concretos, y en otros casos "loot boxes" que tienen un carácter aleatorio y que pronto se verán limitadas.

Se trata de algo bastante común en los juegos gratuitos, puesto que el hecho de que no haya que pagar por descargarlos hace que sean más atractivos para el público. De esta manera, descargarlo y probarlo es algo accesible para todo el mundo, aunque luego no vayan a comprar ningún elemento dentro del juego, pero a los creadores les permite captar público que podría pagar en el futuro.

Pay to win

Este es el término por el que se conoce con lo que realmente a este tipo de videojuegos, que se han extendido mucho en los smartphones, y no tanto en consolas o en ordenador. La mayoría de estos suelen seguir una estrategia común a la hora de enganchar a los usuarios.

Es bastante habitual encontrarse anuncios de juegos para móvil en las redes sociales. En estos, por lo general, los usuarios suelen ver como alguien controla el juego, por lo general bastante mal, y cómo pierde un nivel relativamente fácil. Lo más habitual es que estos juegos sean en cierta medida satisfactorios y con un retorno rápido.

Micropagos en un juego Android Jacinto Araque El Androide Libre

Una vez el usuario se ha descargado el juego para probarlo, podrá jugar de manera bastante seguida y con pocas interrupciones más allá de algún anuncio que se aparezca de forma ocasional. Durante esta etapa el progreso es abismalmente rápido, dándole al usuario esa sensación de haber ganado y avanzar que tanto se agradece cuando estamos en un videojuego.

Sin embargo, siempre llega un punto de ruptura en el que se frena en seco este avance. Esto puede llegar a producir una sensación de frustración en algunos jugadores, y más después de ver que hasta ese momento han sido capaces de avanzar con soltura y con relativa velocidad. Este es el punto en el que se busca que los usuarios pasen por caja, y aquí es donde hay que tener especial cuidado con los más pequeños.

Evita que tus hijos gasten

Han salido la luz una gran cantidad de casos en los que los niños, utilizando el móvil de sus padres, han gastado una gran cantidad de dinero en comprar créditos en videojuegos para el móvil, y esto es algo que se puede evitar de una manera relativamente sencilla. Para empezar, es necesario configurar la seguridad para que Google pida la contraseña cada vez que queremos hacer una compra con la cuenta.



De esta forma, nadie podrá hacer una transacción sin introducir la contraseña de la cuenta o sin utilizar el inicio de sesión por biometría. Para ello habrá que ir hasta Google Play y luego acceder a la sección de ajustes y activar la solicitud de verificación a la hora de hacer pagos dentro de la app. Esto hará que si en algún momento se realizan pago dentro de algún juego sea por consenso y con la aprobación de los padres, y no porque el niño haya cogido el móvil sin permiso.

Merece la pena también romper una lanza en favor de los videojuegos de pago que se pueden encontrar en Android. Estos tienen un coste de entrada para poder jugar, pero en la mayoría de casos no cuentan con micropagos dentro del juego que sirven a los usuarios para poder avanzar, lo que hace que el progreso dentro del juego sea más nivelado y justo.

En cualquier caso, siempre es importante hablar con los hijos para educarles en el tema y establecer ciertas reglas respecto a los videojuegos. Los micropagos, de por sí, no son necesariamente malos, y hay juegos, como Fortnite o Rocket League, en los que únicamente desbloquean elementos estéticos y que no ayudan de ninguna manera a ganar las partidas. Sin embargo, tampoco conviene que sea costumbre ese retorno inmediato que ofrecen este tipo de prácticas, por lo que las reglas pueden ser de gran ayuda.