Si no habéis estado mirando para otro lado los últimos meses (esperamos que no, porque total, tampoco hay nada interesante que ver) sabréis que Vodafone ha ido lanzando poco a poco una nueva gama de dispositivos conocida como Smart.
En esta gama se incluyen desde teléfonos como el Smart II del que ya os hablé yo mismo hace algún tiempo o el Smart Tab (que podéis ver aquí y aquí), pensados para poner un smartphone en todos los bolsillos sin necesidad de vaciarlos de billetes primero (que en los tiempos que corren no está mal).
Pues hace un tiempo os hablamos del nuevo miembro de esta familia: el Vodafone Smart Chat. De hecho lo presentaron hace como un mes y ya os comentamos alguna de las características más destacadas, aunque ahora hemos tenido ocasión de tenerlo entre manos unos días y os comentamos un poco sobre ello a ver qué os parece.
Características y diseño
Es un apartado sumamente importante en la mayoría de los móviles, aunque en este caso nos vamos a centrar muy poco aquí, pues ya os comentamos gran parte de dichas características y no eran nada del otro jueves…
- Procesador de un solo núcleo a 800 MHz
- Pantalla TFT 2,4” con resolución 320×240.
- Teclado QWERTY físico.
- 110 MB memoria interna (además de sistema).
- MicroSD hasta 32 GB.
- Batería 1100 mAh.
- Cámara trasera de 3 MP.
Como veis no llama especialmente la atención aunque, como ya mencionábamos al principio de este artículo, no es lo que la empresa británica pretende con esta gama de teléfonos, sino poner un Android en todos los bolsillos.
Sin embargo su diseño es harina de otro costal. Desde la ubicación de los cuatro botones Android hasta la carcasa exterior, pasando por el diseño del teclado e incluso de la cruceta de control, todo lo que vemos en este teléfono dice a gritos que está sacado del diseño de los modelos más populares de Blackberry.
Y no me parece mal del todo, la verdad. Aunque a título personal siempre me ha llamado más la atención que los diseños de los dispositivos tengan un carácter propio, entiendo perfectamente la estrategia de muchos fabricantes de acercar sus productos a otros de éxito contrastado. Además, hay mucha gente que empieza a estar cansada de sus Blackberry, que no busca un dispositivo puntero y a los que les gusta ese diseño con su teclado QWERTY con el teléfono en vertical, por lo que sin duda está pensado para estos usuarios.
Rendimiento, calidad y batería
Una de las sorpresas más agradables que me he llevado con este pequeño ha sido precisamente esta. No esperaba nada especialmente potente, por lo que era difícil que fuera una decepción en ese sentido, pero desde luego todo ha ido mejor de lo que esperaba. Sabiendo que tiene ciertas limitaciones, el teléfono va realmente fluido y la calidad de los materiales (aunque sea plástico todo) hacen de la experiencia de controlar el teléfono con la cruceta y el teclado algo realmente cómodo y natural.
Además, como no podemos hacer virguerías, su pequeña batería se destapa como el heroe de toda la función, consiguiendo una duración más que sobresaliente en un smartphone, si bien es cierto que no se acerca a sus clones canadienses ni de lejos. Teniendo en cuenta que estos teléfonos están pensados para un público que no va a estar todo el día jugando, y que su pantalla es de pequeño tamaño y baja resolución, podemos alcanzar sin ningún tipo de problema el día entero (o día y medio) con uso moderado y 3-4 días con un uso un poco más ligero. Seguramente si lo dejamos desconectado de la red de redes el tiempo se dispare, pero en ese caso perderíamos el principal atractivo de este teléfono precisamente.
Software
Ay amigos, si en el apartado anterior era difícil decepcionarme, aquí ha sido tremendamente fácil conseguirlo, ¡y con creces! La empresa de la lágrima ha conseguido que derrame una, mitad de tristeza, mitad de nostalgia, pues aún lleva Android 2.3 y sin que haya pinta de que vayan a actualizar a ninguna otra versión, la verdad.
Además, por si fuera poco, Vodafone ha incluido una vez más una cantidad enorme de software propio que mucha gente no usará finalmente, por lo que obligan al usuario a cargar de más un móvil que no tiene un espacio excesivamente grande. Una auténtica lástima, pues los usuarios que se encuentren con esto de nuevas se pueden llevar una impresión bastante mala de lo que es Android solamente por culpa de una decisión que entiendo a nivel corporativo, pero que me molestaría bastante como usuario.
Conclusión y resumen
Como veis, el SmartChat (fabricado por ZTE para Vodafone) es un teléfono de contrastes. Por un lado su diseño está más que cuidado y eso queda demostrado tanto en la buena calidad de los materiales (hablamos de un teléfono de menos de 100€) como en la excelente duración de la batería y el buen rendimiento de su pequeño procesador. Por otro lado, parece que las operadores siguen sin entender cómo aprovechar la personalización de Android en su propio beneficio y siguen con el modelo anticuado de empotrar software sin posibilidad de desinstalación y que no sirve para ayudar en absoluto al usuario común.
Así que ya sabéis, si os gustan este tipo de dispositivos y las restricciones de espacio y software que ha impuesto Vodafone no son un problema para vosotros, la increible relación calidad-precio del terminal lo convierten en una compra obligada (o un buen regalo para estas navidades).