Android no es algo fácil de definir hoy en día. La forma fácil es decir que se trata de un sistema operativo de Google, principalmente para dispositivos móviles pero que se ha expandido a otros aparatos electrónicos. Sin embargo no es tan sencillo, y muchos confunden Android con terminales que llevan Android o incluso con determinadas marcas en concreto.
Hace unos días hacíamos un análisis a fondo sobre las cifras de mercado de Android, centrándonos en Samsung, la compañía que más smartphones vende del mundo. Android ya superado el 80% de cuota de mercado en el mundo, y de todos los teléfonos con Android más del 60% son Samsung. Esto ha ido creando una escena de confusión en la que gran parte de los usuarios no entienden bien que Android es un sistema operativo de Google que nada tiene que ver con Samsung, donde incluso se confunde la interfaz TouchWiz con lo que es Android.
Gran parte del éxito de Android viene de la gama baja y media. Teniendo en cuenta que Android y iOS juntos tienen más del 90% del mercado de smartphones, podemos decir que cuando un usuario quiere comprar uno de estos dispositivos tiene dos opciones, hacerse con un iPhone a su elevado precio o quedarse con un Android, que se puede encontrar desde precios muy bajos (por supuesto también existe la opción Windows Phone y otras, pero simplificamos atendiendo a las cifras actuales del mercado).
Este hecho ha provocado que muchísimos usuarios entren al mercado smartphone con un Android de gama baja o media, y en muchos casos haya sido con teléfonos que dan problemas, no tienen casi nada de almacenamiento interno, fallan al poco tiempo o su batería deja de ser utilizable a los pocos meses de uso. Es muy común escuchar gente quejándose de que «Android es malo porque casi no se pueden instalar aplicaciones ya que te quedas en seguida sin almacenamiento» o que «Android va muy lento y se queda constántemente pillado».
El hecho de abarcar todo tipo de gamas y de que sea en las bajas donde más ha vendido ha hecho que Android se gane esta fama, y es algo totalmente lógico, ya que muchos fabricantes se han aprovechado de poder vender smartphones muy baratos, sobre todo subvencionados con contratos de operadores telefónicos.
Por lo tanto es la evolución en la gama media y baja y la bajada de precios de la gama alta lo que va a ayudar a Android a mejorar una imagen que es cada día mejor. De la segunda parte es de lo que se está intentando encargar Google con Nexus 4 y ahora Nexus 5, vendiendo por 349€ uno de los mejores smartphones que podemos encontrar hoy en día. De la segunda parte se encarga Motorola con el nuevo Moto G, un dispositivo que demuestra que la gama baja y media no tiene que ser malas.
Para empezar a comprar y hacernos a la idea de lo que tenemos ante nosotros, aquí tenéis las características del Motorola Moto G:
- Pantalla de 4.5″ con resolución 720 x 1280 píxeles
- Chipset Qualcomm Snapdragon 400
- Procesador de cuatro núcleos Cortex-A7 a 1.2 GHz
- 1GB de RAM
- 8/16GB de almacenamiento interno
- Cámara de 5 Mpx
- Medidas: 129.9 x 65.9 x 11.6 mm
- Peso: 143 gramos
- Batería de 2070 mAh
¿Qué solemos encontrarnos en terminales de estas gamas en Android? Lo normal es reducir principalmente en pantalla, procesador, memoria RAM, memoria interna, cámara, materiales y batería. Esto acaba afectando al rendimiento, a la duración de la batería del terminal, la calidad de la pantalla, colores y resolución e imágenes de la cámara.
Y esto mismo es lo que vemos en el Moto G, con algunas excepciones, pero con una enorme. El Moto G busca la eficiencia por encima de todo siguiendo los pasos de su hermano mayor el Moto X, ofreciendo un rendimiento muy superior a lo que tienen terminales con el mismo hardware. La idea es coger un procesador inferior a la gama alta con solo 1GB de RAM e integrar lo mejor posible el software para conseguir que funcione lo mejor posible, haciendo que nos olvidemos de ese funcionamiento lento y a saltos que caracterizan la gama media y baja.
Para que esto nos quede algo más claro tenemos que tener en cuenta que el Moto G cuesta 175€ libre y que estos terminales llevan también Qualcomm Snapdragon 400 (aunque cambian las CPUs, pero es un punto de partida a modo de ejemplo):
- Samsung Galaxy S III Mini (versión AT&T)
- Samsung Galaxy Mega
- HTC One Mini
- HTC 8XT
- HTC First
Todos ellos de precio superior, rendimiento cuestionable, memoria interna insuficiente y en algunos casos incluso ya descatalogados. Ya hemos empezado a ver los primeros resultados de tests y benchmarks del Motorola Moto G y estos son los resultados de AnTuTu:
Esta cifra lo sitúa entre el Nexus 4 y el Samsung Galaxy S III, dos terminales que rinden estupendamente y se supone son de una gama superior, aunque más antiguos. Pero esa es precisamente la idea, utilizar hadware actual de gama inferior a la alta que iguale o incluso supere el rendimiento que la gama alta conseguía hace un año. Buscar la eficiencia y conseguir que un teléfono de 175€ funcione bien, ofrezca memoria interna suficiente y una duración de batería más que decente, donde Motorola ha demostrado saber hacer muy buen trabajo.
Moto G es importante para Android porque va a ayudar a que una gama mucho más accesible en precio ofrezca además buenos resultados para el usuario, un punto en el que el sistema operativo de Google cojeaba seriamente. Y esto debería ayudar a cambiar mucho las cosas y a que muchos otros fabricantes empiecen a currarse más las cosas en esta gama.