Cuando salió el Samsung Galaxy S4, uno de los detalles que llamaron la atención fue que en el modelo de los 16GB nos quedaban menos de 9GB de memoria útil. Estamos hablando de más de 7GB perdidos, concretamente quedándose en unos 8.56GB, lo que implica una pérdida del 46% de la memoria.
Ocho meses después y tras muchos nuevos dispositivos, nadie ha conseguido superar estos números, por lo que este dispositivo de Samsung sigue siendo el que mayor porcentaje de memoria necesita.
Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿Dónde se está perdiendo esta memoria? En cada dispositivo, siempre perdemos parte de la memoria interna debido a que tenemos que tener la instalación del sistema operativo. Pero este sacrificio es algo que lógicamente damos por asumido. El resto, viene producido por aplicaciones preinstaladas, interfaces y otro software inflado (también conocido como bloatware, o software que consume gran cantidad de recursos de forma no aprovechada). En estas características incluimos tecnologías como la del pausado de vídeo cuando dejamos de mirar la pantalla, el cual es un ejemplo perfecto para ver cómo un software atractivo puede no llegar a funcionar perfectamente, consumir gran cantidad de batería y monopolizar el almacenamiento interno.
A continuación, podemos ver una comparativa de algunos dispositivos con 16 GB, y la memoria interna que dejan disponible, donde vemos que el Samsung Galaxy S4 queda en último lugar:
Tras analizar la imagen anterior, debemos reconocer en parte el mérito de Apple, que con su iPhone 5C es el que gana la batalla, dejando disponibles 12.6GB de memoria, lo que es un 79%. Sin embargo, no ocurre igual con el iPhone 5S, que aun así está bastante bien, en el tercer lugar, con 12.2GB y un 76%.
En el segundo lugar, y como primer dispositivo Android, aparece Google con su Nexus 5, el cual nos deja 12.28GB disponibles, un 77%.
Como inconveniente a los tres anteriores teléfonos mencionados en el Top 3, hay que tener claro que ninguno de ellos (Nexus 5, iPhone 5S/5C) cuenta con ranura para tarjeta de memoria. En este punto es donde el Samsung Galaxy S4 gana la partida, pudiendo añadir tarjetas de hasta 64GB de almacenamiento. Además, podremos instalar aplicaciones directamente en la tarjeta de memoria, ya que Samsung lo ha dejado habilitado.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la cuestión de si realmente merece la pena tanto dejarse influenciar por la memoria interna y la que nos queda disponible, especialmente en el caso de aquellos dispositivos que permiten ranura para tarjetas de memoria. Pero, por otro lado, ¿no estamos pagando por un dispositivo con una memoria interna específica? ¿Deberían anunciar los dispositivos con la memoria libre que llevan y no con la memoria interna real, o al menos, ser honestos contando ambos datos?
¿Os influye estos datos sobre la memoria interna a la hora de elegir vuestro móvil?