Quién nos iba a decir a nosotros que, después de todo lo que ha pasado la compañía, Motorola sería uno de los fabricantes preferidos por los usuarios a la hora de escoger su siguiente smartphone. Antes del boom de los teléfonos inteligentes, cuando gigantes como Nokia o Blackberry arrasaban en el mercado, seguro que muchos recordaréis al Motorola Razr V3, un teléfono tipo concha con un diseño y construcción realmente bonito del que consiguieron vender nada menos que 130 millones de unidades.
Llegó Android y Motorola se decidió por la plataforma de Google, lanzando primero el Dext, más tarde una nueva familia Razr pero bajo el sistema del robot verde (¿quién recuerda al Razr Maxx con su tremenda batería?) y entre sus lanzamientos destaca, por ejemplo, la Motorola Xoom, la primera tablet que estrenó Android HoneyComb. Todos esos dispositivos tuvieron su momento, pero no acabaron de cuajar del todo, la competencia en la carrera de los smartphones era/es tremenda y ahí llegó Google para quedarse con ella (y con su importante cartera de patentes).
Bajo el amparo de Google, todos sabemos qué pasó. No lanzaron Nexus bajo su marca, pero casi, ya que desde el nacimiento de la gama Moto (X y G), han tenido un soporte excepcional con un rendimiento y precios difíciles de superar (sobre todo en el caso del Moto G). Con el bombazo de la venta de Motorola a Lenovo, “temblamos” al pensar que esto se iría a la porra, pero no ha ocurrido, de momento.
Así llegamos al momento actual. El buen hacer de Motorola con el Moto X, Moto G y un poquito más tarde con el pequeño Moto E, hicieron que el hype por conocer sus nuevas versiones fuera enorme. Llegó IFA 2014 en Berlín y allí conocimos gigantes como el Note 4 o los nuevos Z3 de Sony, sin embargo la expectación por ver de una vez lo nuevo de Motorola no cesó, llegando así – sin cambios de nombre – el nuevo de Moto G y el nuevo Moto X, máximo representante de la marca y que trataría de batirse con el resto de la gama alta actual. Nos toca descubrir qué ofrece:
Review del Motorola Moto X (2014)
Como suele ser habitual, comenzamos comenzamos dando un repaso por sus características. Si miramos atrás, el Moto X original, el de 2013, no se caracterizaba precisamente por montar los últimos componentes del mercado, sin embargo sí era considerado gama alta porque a pesar de no llevar más núcleos o más RAM, ofrecía un rendimiento genial, confirmando una vez más que las especificaciones técnicas no lo son todo.
Sin embargo, con el nuevo Moto X sí han decidido igualarse con la competencia, al menos en hardware. Uno de los principales cambios es su tamaño, para muchos las 4.7 del anterior serían perfectas, pero en este modelo se sube hasta las 5.2 pulgadas, grande pero no tanto y hoy en día estas dimensiones ya se nos hacen habituales. En concreto se trata de un panel SuperAMOLED de 5.2’’ y resolución FullHD (1920×1080) del que más adelante hablaremos.
Por su parte, el corazón del X es un Qualcomm Snapdragon 801, un procesador más que conocido y que montan la gran mayoría de dispositivos de gama alta actuales, además está acompañado por los 2GB de RAM que se han establecido como base en la parte premium y, en nuestro caso, 16GB de almacenamiento interno (sin posibilidad de ampliar ya que no dispone de ranura para microSD’s).
Características oficiales del Motorola Moto X
- Pantalla Super AMOLED de 5.2 pulgadas FullHD 1920×1080
- Procesador Qualcomm Snapdragon 801 (MSM8974AC) QuadCore a 2.5GHz
- 2GB RAM
- 16GB o 32GB de almacenamiento
- Cámara trasera de 13MP f/2.25 Sony IMX135 con Flash LED doble en anillo / Frontal de 2MP
- Soporte 4G LTE Cat 4
- Comandos de voz personalizables
- Marco de aluminio
- 802.11a/b/g/n/ac + BT 4.1, USB2.0, GPS/GNSS, MHL, DLNA, NFC, NanoSIM
- Batería 2300mAh con carga rápida (8h de uso con 15min)
- Android 4.4.4 KitKat
- 140.8 x 72.4 x 9.9 mm (grosor en el centro, es ligeramente curvado)
- 144 gramos
En el resto, la cámara, con un curioso formato en de anillo para el doble flash LED, da el salto hasta un sensor Sony IMX135 de 13MP, mientras que la frontal se mantiene en 2MP. Por supuesto, llega con Andorid 4.4.4 KitKat prácticamente puro, al que sólo se le añaden algunas apps de Motorola y utilidades para poder exprimir los sensores. Por último, la batería es probablemente uno de los puntos más flojos, con sólo 2300mAh de capacidad, pero también entraremos en detalle en su apartado.
Diseño y construcción del Moto X (2014)
El Moto X original, pese a no disponer de materiales demasiado exclusivos (a menos que vivieses en un país con MotoMaker), sí gozaba de una gran ergonomía, gracias en parte a ese diseño curvado trasero y a lo ajustado de sus bordes, creando un terminal bastante compacto de 4.7 pulgadas. El nuevo Moto X no ha escapado al diablo de las filtraciones y debo reconocer, que en ellas no salía bien parado, al menos ese diseño trasero no acaba de convencerme.
Por suerte, la versión final mejora y mucho, más aun cuando lo ves y tocas en persona. Es un smartphone robusto, se siente genial en la mano y la calidad de los materiales ha mejorado enormemente, pero vayamos por partes. Como véis en las imágenes, nuestro modelo es el blanco, color que predomina en todo el frontal, que está cubierto por el cristal de la pantalla y que tiene el genial detalle de curvarse ligeramente en todas las esquinas, no notando su unión con la parte blanca (ésta queda los marcos).
Una vez más, el trabajo por contener el tamaño de los marcos se nota, sobre todo en el superior e inferior. En la zona sobre la pantalla tenemos los correspondientes sensores de luminosidad, proximidad, cámara frontal y auricular. Ojo, auricular en la parte superior, no altavoz; se pensaba (yo al menos) que las dos líneas metálicas (que por cierto tienen un acabado estriado muy agradable) eran los dos altavoces, pero a la hora de la verdad sólo suena el inferior y con una potencia bastante alta, mayor que la del HTC One, aunque en calidad de sonido gana este último.
Sólo queda un detalle más, los 4 puntitos que se aprecian en cada una de las esquinas del teléfono. Se trata de los sensores que Motorola ha incorporado para facilitar el uso de gestos y acciones con el teléfono, por ejemplo pasar la mano por encima para comprobar las notificaciones, girarlo para silenciar y muchos otros. Estos puntitos no se iluminan ni hacen nada a la vista del ojo, pero si los miramos a través de una cámara veremos cómo los infrarrojos están contínuamente trabajando. Para mi gusto no me agrada que se vean en el frontal, aunque sólo ocurre en la versión blanca, en el modelo Moto X negro pasan desapercibidos bajo la carcasa.
Ya pasando a los bordes del terminal, todo el teléfono está rodeado por un marco de aluminio que le da un gran acabado al Moto X y que mejora considerablemente su calidad de construcción, no hay ni un solo crujido. En la parte superior tenemos, centrado, el conector jack de 3.5mm y la ranura para acceder a la SIM, que en este caso es de tipo nanoSIM; en el lateral derecho encontramos los dos únicos botones físicos, de encendido y volumen.
Ambos están colocados en posición perfecta para accionarlos con el pulgar y en concreto, el de encendido tiene el mismo acabado estriado que las ranuras frontales. Su tacto es muy firme. Pasando a la parte inferior, está la entrada para el conector microUSB y vemos grabados los símbolos de la marca CE, reciclaje y demás códigos que normalmente suelen estar en la parte trasera, ahorrando así romper la estética. Ya por último, el lateral izquierdo es totalmente liso.
Y llegamos a la trasera, que es la parte que más llama la atención a todo el mundo que coge y ve al Motorola Moto X, sobre todo en este acabado blanco ya que incluye una carcasa trasera con acabado en bambú. En persona gana mucho y le da un aspecto muy “premium” al conjunto. Muy bien resuelto el tema del doble flash, incorporándolo a anillo que rodea la cámara, aunque no se estoy seguro de si llega a ser tan potente como en otros modelos. En cuanto a la zona hundida con el logo, muy cómoda para colocar el índice y más grande que en el Moto X 2013, aunque echo en falta que tenga alguna función como botón, al estilo LG G2 – G3.
El acabado de madera es muy agradable al tacto, aunque me parece que su nivel de desgaste es demasiado rápido y en parte creo que es debido a la forma en que está diseñada la trasera. Al ser ligeramente curvada, cuando lo apoyamos sobre una superficie plana el teléfono no es estable y rota sobre sí mismo, provocando que el material trasero tenga más roces de lo normal.
En líneas generales, el Motorola Moto X 2014 es un paso adelante con respecto al Moto X anterior y sin duda se encuentra entre los Android’s con mejor construcción y, al menos, apostando por materiales diferentes. Una pena que la personalización de MotoMake se limite a algunos países. En cuanto al tamaño, sí, son 5.2 pulgadas, pero no se hace nada grande y te acostumbras a las dimensiones en unos días.
Pantalla, por fin FullHD
Motorola ha decidido, por fin, subir el listón en la pantalla de su buque insignia montando un panel de 5.2 pulgadas y resolución FullHD. Además, apuesta nuevamente por la tecnología SuperAMOLED, que ha mejorado enormemente en los últimos años y que es idónea para función Active Display de Motorola.
Así cuando recibimos una notificación, el centro de la pantalla se ilumina con el icono de la app en cuestión y se mantiene como “respirando” hasta que la atendemos o descartamos. Al ser SuperAMOLED, todos los pixeles menos esos permanecen apagados, por lo que el impacto en la batería es mínimo.
En cuanto al panel en sí, luce genial prácticamente en cualquier condición. Los colores son realmente vivos, la típica saturación que suele caracterizar al Amoled, los ángulos de visión son simplemente perfectos, no hay síntomas de “clareo” por mayor que sea el ángulo desde el que la miramos.
Como contras, el brillo no es el más alto de los smartphones actuales. Sí, supera a la edición anterior y es similar al del LG G3 o el Lumia 930 por ejemplo, en mi opinión es más que suficiente para el uso típico, quizá no sea una barbaridad en exteriores, pero la mayoría de teléfonos tampoco destacan por su alta visibilidad a plena luz del sol. Por su parte, el brillo mínimo no estaría mal que fuese un poquito inferior, aunque personalmente siempre acabo instalando una app tipo Screen Filter para bajarlo más todavía, y la temperatura de color me parece un poco cálida, comparada con pantallas LCD como la del G3 o el One se nota mucho más amarillenta.
Quitando esos “peros”, resulta una gran pantalla, quizá un paso por debajo de las últimas SuperAMOLED utilizadas por Samsung, pero que proporciona una experiencia sensacional y nítida de cualquier contenido.
Cámara, mejora ¿lo suficiente?
Uno de los puntos más débiles de la primera generación del Moto X fue su cámara, no llegaba al nivel de la gama alta del momento. Con el Moto X 2014, Motorola ha tratado de ponerle solución, pero de nuevo, se ha quedado un escalón por debajo. En concreto, la cámara trasera monta un sensor Sony IMX135 de 13MP, con apertura f/2.25.
A priori, viendo el sensor utilizado, podemos comprobar que no se ha utilizado lo último del mercado, el IMX214 que sí utilizan dispositivos como el LG G3, el Xiaomi Mi4, OnePlus One, Find 7 y muchos otros, algo que probablemente se deba a un ahorro de costes.
Como ya sabemos, los megapíxeles no lo son todo, y en pruebas reales la verdad es que esperábamos más de este Moto X. A plena luz del día los resultados son satisfactorios, aunque la reproducción del color no es la mejor y cuando ampliamos vemos una leve falta de detalle, así como un rango dinámico limitado, aún así, las tomas resultantes satisfarán con creces al usuario medio. A poco que baje la luz, vemos cómo aparece el molesto ruido en la imagen y ya si hablamos de ambientes oscuros, el terminal tratará de compensar esa falta de iluminación con ISO por las nubes, ruido y falta de detalle por todas partes.
Tenemos un modo HDR, alto rango dinámico, que puede sacarnos de un apuro en determinadas situaciones, sacando información de las zonas más oscuras. Por otra parte está el doble flash LED curiosamente colocado en un anillo que rodea todo el cristal de la cámara. No suelo utilizar demasiado el flash en mis fotografías, pero la idea es que con esa posición se minimicen las sombras duras tras los objetos y personas.
Aquí tienes algunas fotos tomadas con el Motorola Moto X 2014, puedes verlas a máximas resolución en este enlace:
La aplicación de cámara es tremendamente sencilla, a diferencia de fabricantes que apuestan por meter multitud de modos de disparo, filtros y opción fotográficas avanzadas, Motorola lo ha simplificado todo, empezando por entrar a la app en sí, ya que basta con hacer un doble giro de muñeca para que se inicie.
Una vez en ella, tenemos el visor y los botones para grabar vídeo o pasar a la cámara frontal/trasera. Para acceder a los ajustes, hay que deslizar desde un lateral, apareciendo así un anillo en el que están los botones para el HDR, flash, elección de calidad de vídeo/foto, modo panorámica… Para hacer una foto basta con tocar la pantalla y listo, aunque si quieres controlar la exposición por separado tendrás que activar la opción correspondiente en el anillo anterior.
Nada más, ni ajustes de ISO, ni exposición, ni balances… una cámara de fotos/vídeo y punto. La toma de imágenes es veloz y basta con mantener la pantalla pulsada para hacer ráfagas. Eso sí, aquellos usuarios que quieran tener un mayor control sobre sus fotos, deberán recurrir a las aplicaciones de terceros, con decenas de opciones, que se pueden encontrar en Play.
Experiencia de uso
Si la familia Moto se ha caracterizado por algo en los últimos tiempos, ha sido, sin duda, por su tremendo rendimiento. El Moto G es prueba de que un teléfono de gama media y precio ajustado no debe estar falto de fluidez y con el Moto X se ha seguido la misma estela, con una experiencia de uso de las más cercanas a la familia Nexus de Google. Una vez más en el Moto X 2014 encontramos una versión prácticamente stock de Android 4.4.4 KitKat, con actualización asegurada a Android L.
Y en lugar de decir prácticamente stock, podría escribir puro stock, ya que estéticamente lo es, pero a nivel de software nos encontraremos con varias aplicaciones que Motorola ha desarrollado e incluido para aportar cierta utilidad a los sensores y facilitar la vida al usuario en el día a día.
Todo es fluido, todo se abre rápido, responde, sin lags, sin cortes. Poco se puede decir de la experiencia “pure Android” cuando además el hardware está a la altura. El aumento a las 5.2 pulgadas se agradece (suelo preferir dispositivos grandes), navegar por la web es una delicia, ver vídeos en HD, utilizarlo como GPS y por supuesto, con los juegos de última generación se comporta fenomenal. Digamos que, está ahí cuando lo necesitas, “no falla ni se queja”.
Software: las Moto Apps
Como decía, el Moto X no lleva ninguna capa de personalización, sino que en él encontramos Android en todo su esplendor, tal y como lo veríamos en los Nexus. Sin embargo, una vez encendemos el terminal por primera vez, nos encontraremos con algunas apps preinstaladas de Motorola. Ojo, no son decenas ni se pueden considerar bloatware, sino que están ahí para ayudar al usuario a familiarizarse con el Moto y para sacar partido a sus funciones y sensores. Estas son:
Ayuda: no hay mucho que decir de ella, la encontramos con el icono de interrogación en el cajon de apps y es básicamente un centro de soporte donde tendremos información para usuarios primerizos con Android, consejos para aumentar la vida de la batería, preguntas frecuentes e incluso tenemos accesos rápidos para comenzar un chat o llamar al soporte técnico de Motorola.
– Motorola Connect: básicamente se trata de una utilidad que nos permite conectar otros dispositivos Motorola al Moto X, de forma que recibiremos en el teléfono avisos de batería, historiales de ubicación o poder cambiar sus ajustes. Está indicado para conectar, por ejemplo, el Moto 360 o la batería-llavero que también presentaron. Además, instalando la extensión correspondiente en Chrome de escritorio también se pueden gestionar llamadas y mensajes.
– Migración de Motorola: no tiene mucho misterio, es un asistente para migrar todos los datos de nuestro smartphone anterior, Android o iPhone, al nuevo. Mensajes, fotos, vídeos, contactos, historiales… todo de forma inalámbrica.
– Motorola Moto: la aplicación más importante y la que realmente marca la diferencia entre las incluidas en el Moto X. Una de las funciones que Motorola destaca desde el primer Moto X, es su capacidad para estar siempre alerta, “escuchando” hasta el momento en que se digan las mágicas palabras “Ok, Google”.
En el Moto X 2014 esto sigue presente, pero además han incorporado una opción para gestionar esa frase de activación, es decir que puedes cambiarla por la que te dé la gana. “Ok Moto X”, “Hola Google”, “Ola k ase”, “Moto cariño, atiéndeme”… lo que quieras, tú eliges el comando mediante una configuración muy sencilla y listo.
Por otro lado, dentro de esa aplicación Moto tenemos el asistente para ajustar el comportamiento del teléfono en cada situación: durmiendo, conduciendo, en casa o en una reunión. En ellas se establecerá un perfil de sonido, podrá leer los mensajes en voz alta, un modo no molestar, etcétera.
Por último, dentro de Moto tenemos las configuraciones oportunas para los sensores del frontal: silenciar llamadas al pasar la mano por encima, acercar la mano al frontal para que se active la pantalla o hacer un doble giro de muñeca para activar la cámara, así como seleccionar las aplicaciones que queramos que muestren notificaciones en Active Display.
Benchmarks y test de rendimiento
Como siempre, aunque no son nada relevantes, aquí tenéis los resultados del Motorola Moto X en benchmarks, en concreto lo hemos pasado por AnTuTu, Quadrant y los diferentes test de Vellamo.
Batería y autonomía del nuevo Moto X
Llegamos a otro de los puntos más críticos del Moto X: la batería. Se subió a las 5.2 pulgadas, se aumentó la resolución a FullHD y también se puso un hardware a la altura, pero al llegar a la capacidad de la batería… 2300mAh. Sólo 100mAh más que en el modelo anterior, lo que nos hacía sospechar que su vida sería limitada, sobre todo viendo las baterías de la competencia, que se acercan más a los 3000mAh con igualdad de componentes.
Aun así, yo al menos esperaba que la optimización de Motorola nos hiciese olvidar esos 2300mAh, algo que ya vimos con el Moto G, en el que pese a montar una batería justa, aguanta como un campeón. Por desgracia no es tan buena como esperábamos en el Moto X, me explico: no es un desastre, ni mucho menos, la batería aguanta una jornada, justa, pero queda un paso por debajo de otros flagships actuales.
Con un uso normal, utilizando el móvil cuando lo necesitas: llamadas, redes sociales, mensajería, vídeos, leer noticias… desde primera hora de la mañana, nos será suficiente para llegar a la noche sin demasiados problemas, con más de 3 horas de pantalla. Incluso, si el uso es menor, en esos días que no estamos demasiado pendientes de él, podremos conservar batería para el día siguiente, pero será obligatorio cargarlo en algún momento, sí o sí. En las capturas podéis ver mi uso, comentar además que está 24 horas con Bluetooth conectado al Gear Live con Android Wear.
En cambio, cuando le damos más caña, con juegos, más vídeos, navegación GPS, mucha lectura y, sobre todo, sin llevar un control del brillo, es probable que a final de la tarde – comienzo de la noche ya nos empecemos a poner nerviosos al mirar el porcentaje de batería. Algo que también me ha llamado la atención es el gasto en reposo durante las noches, que me parece demasiado elevado con un consumo en torno al 10 – 15% de batería, que se soluciona poniendo el modo avión, aunque aparentemente no tiene problemas para entrar en deep-sleep.
Por último comentar que el Motorola también presentó junto a sus dispositivos algunos accesorios, como una batería externa-llavero que puede sacarnos de un apuro, o el cargador de pared Motorola Turbo Charger, que gracias a la tecnología incorporada en el Moto X, Qualcomm Quick Charge 2.0, permite alcanzar 8 horas de batería en sólo 15 minutos de carga.
En definitiva, la batería del Moto X no es tan buena como desearíamos que fuese, pero debería ser suficiente para el usuario medio. Esta era una muy buena oportunidad de Motorola para desmarcarse de la competencia, pero no ha llegado al nivel de modelos como los Xperia Z3, cuyo consumo es realmente bueno.
Conclusiones
Tras varias semanas de uso puedo decir que el Motorola Moto X me ha encantado y, pese a tener puntos débiles como la cámara o la batería, se acerca mucho a mi smartphone ideal. Empezando por su estética, ha sido un teléfono que me ha ido gustando más con el paso de los días, quizá el frontal no sea muy atractivo, pero la trasera, con el bambú, me ha conquistado y también resulta realmente atractiva para los menos enterados del mundo de la tecnología, que ven en el Moto X un smartphone diferente, «exclusivo».
El rendimiento es sencillamente excelente, no creo que exista o se merezca otro adjetivo para calificarlo. Es rápido, muy fluido, responde al momento ante cualquier tarea que se le pida y los detalles como la activación por voz o los sensores son un extra a los que acabas acostumbrándote. Es algo como el KnockON de LG, una vez lo utilizas durante varios días, luego «te sale sólo» en otros modelos y lo echas en falta.
Sí, ni batería ni cámara están a la altura de otros gamas actuales, sobre todo ésta última en condiciones de poca luz, en las que tiene mucho que mejorar, pero son suficientes, cumplen. Con unos ajustes el Motorola Moto X sería, a falta de ver el nuevo Nexus, uno de mis smartphone favoritos del año y además, recordemos que el precio también juega a su favor. Vale, son 499€ la versión de 16GB, es un precio alto, pero inferior al de su competencia (dejando de lado posibles ofertas puntuales).
El Moto X 2014 podría resumirse en: enorme experiencia de uso, gran salto en la calidad de construcción y, mirando al futuro próximo, estupendo soporte con actualización a Android L asegurada (y, en principio, rápido). Y tú, ¿con cuál te quedas?.