Tras la compra por parte de Google, Motorola lanzó una serie de terminales francamente interesantes a un precio bastante ajustados que supusieron un renacimiento de la compañía. El Moto X de los dos anteriores años eran teléfonos realmente competentes con un muy buen precio, de los que destacaba un Android casi puro y una gran política de actualizaciones, pero que se quedaban atrás en algunos aspectos como la cámara.

Tras su venta a Lenovo, había una cierta expectativa acerca de qué sería capaz de hacer Motorola sin el ala protectora de Google, si volvería a quedarse atrás o si por el contrario daría un paso adelante y ofrecería un terminal que realmente pudiera hacer frente a los tope de gama de otros fabricantes.

Motorola optó por dividir su gama Moto X en dos, el Play y el Style, y es este último el que busca competir con los terminales más exclusivos del mercado, pero sin dispararse a los precios a los que pueden llegar los Samsung Galaxy S6, Xperia Z5 o el Nexus 6P.

Estas son sus especificaciones:

  • Pantalla de 5,7 pulgadas QuadHD LCD TFT
  • Gorilla Glass 3
  • Procesador Snapdragon 808
  • 16/32/64 GB de almacenamiento interno expandible mediante microSD
  • Cámara trasera de 21 megapixeles, f/2.0
  • Cámara frontal de 5 megapíxeles
  • Resistente al agua IP52
  • LTE Cat 6, NFC
  • Altavoces estéreo frontales con Smartboost
  • 153,9 x 76,2 x Curva: 6,1 a 11,06 mm
  • 179g
  • 3GB de RAM LPDDR3
  • Batería de 3000 mAh con carga rápida
  • Android 5.1.1 Lollipop

Diseño y características generales

Lo primero que llama la atención de este terminal es su tamaño: es grande, bastante grande, y tampoco es precisamente ligero, pero sin embargo es tremendamente cómodo de usar, como ya pasaba con el Moto X Play -y este es más grande aun-. Su diseño es inconfundiblemente de Motorola, y de hecho recuerda mucho al del Nexus 6.

La gran pantalla que ocupa el 76% del frontal, junto a dos altavoces duales, los sensores de luz y la cámara frontal con flash. El lateral izquierdo queda completamente limpio mientras que el lateral derecho centra el botón de desbloqueo y los de volumen. En la parte superior se encuentra la ranura para la tarjeta nanoSIM y la microSD y la entrada Jack para auriculares, y en la parte inferior encontraremos el microUSB.

En la parte trasera encontramos la cámara con el flash dual, centrados, en una pequeña placa en forma de píldora que hemos visto ya en otros dispositivos de la marca este año y que culmina en el logo de Motorola. La oferta para elegir el acabado del Moto X Style es notable -especialmente en aquellos países que tengan acceso al Moto Maker- entre los que destaca una parte trasera de bambú. En el caso del terminal de prueba que hemos podido probar tenía un acabado de un material gomoso bastante agradable al tacto y que facilita el agarre, algo de agradecer en un terminal de este tamaño, si bien es verdad que por contra se le engancha el polvo a la mínima.

Hay que destacar que el Moto X Style tiene un cuerpo unibody y que las partes traseras no son intercambiables como si ocurría con el Moto X Play. Por lo demás, está fabricado en policarbonato, que a pesar de no ser un material de los llamados «premium»da una buena sensación de calidad y solidez. Es posible que no estemos ante el terminal más bonito del mercado, pero su diseño, a pesar del tamaño sienta muy bien en la mano gracias a la curva que hace la parte posterior del dispositivo, y su uso es cómodo incluso al usarlo con una mano. Además, aunque no es sumergible, sí que es resistente a las salpicaduras, lo que puede evitarte algún accidente.

Pantalla y sonido

Como hemos visto en otros terminales de la compañía, este año Motorola ha decidido apostar por pantallas LCD en vez de las pantallas superAMOLED dando en este caso el salto al QHD. La resolución de 1440 x 2560 pixels arroja una densidad de 520 ppi. En esta ocasión nos encontramos con una pantalla de 5,7 pulgadas que lo meten de pleno en el terreno de los phablet, media pulgada más que el Moto X 2014 y sólo un poco más pequeña que la del Nexus 6. Lo que viene siendo un señor pantallote.

Protegida por Gorilla Glass 3, la  pantalla cuenta con un muy buen brillo que permite visualizarla sin problemas incluso en exteriores con el sol del mediodía cayendo directamente sobre el teléfono. Aunque con el cambio de pantalla AMOLED a LCD se suele perder intensidad en los colores debido a la menor saturación de estas pantallas, pero Motorola, como ya vimos en el Moto X Play, lo ha compensado incluyendo dos modos de pantalla, normal e intenso. Por defecto viene activado el segundo, que aumenta la saturación y el contraste, lo que ofrece unos colores vibrantes, y aunque eso los hace algo irreales, realmente da vida a la pantalla.

Posiblemente en el aspecto en el que más ha salido perdiendo el Moto X Style por el abandono de las AMOLED es en el Ambient Display que mantiene para mostrar las notificaciones -no cuenta con LED de notificaciones-. La ventaja principal de las AMOLED es que sus negros son absolutamente negros, lo que permite mostrar las notificaciones sin tener que encender todo el panel como si que ocurre con las LCD.

Aunque el resultado no es del todo malo al ojo, sí que es verdad que no ahorra la misma batería como antes, y teniendo en cuenta el tamaño y la cantidad de píxeles de la pantalla el hecho de que al tener una notificación la pantalla esté permanentemente encendiéndose puede tener un efecto negativo en la autonomía, un aspecto en el que este Moto X Style no brilla como veremos más adelante.

Otro aspecto en el que brilla este terminal es en el sonoro. El doble altavoz frontal estéreo con Smartboost es un auténtico trueno. Tanto el volumen como la calidad del sonido es absolutamente magnífica, y la posición de estos ayuda de forma extraordinaria al dirigir el sonido directamente hacia ti, creando un efecto realmente envolvente y que te permitirá escuchar sin problemas un video aunque estés en una calle con tráfico.

Sin embargo, tienen un ligerísimo problema que comparte con el Moto X Play, y es unos ligerísimos «pops» al reproducir algunos sonidos bajos -como el sonido al enviar y recibir mensajes de Whatsapp cuando tienes el chat abierto-. Es algo más matizado que en su hermano y realmente sólo lo notarás cuando estés en una habitación en silencio y que de hecho es probable que la mayoría ni lo note.

La conjunción del tamaño de la pantalla, su calidad y el extraordinario sonido de este terminal convierten al Moto X Style en uno de los mejores smartphones para el consumo de contenido multimedia, y aunque no le resta méritos al teléfono, no hubiera estado de más haber incluido unos auriculares.

Hardware

Motorola ha querido huir del polémico Snapdragon 810 y sus problemas de sobrecalentamiento y han apostado por el 808 un procesador que sin ser tan potente ofrece un gran rendimiento y que en conjunción con sus 3 GB de RAM hacen que el Moto X Style vuele, quizá no tanto como pueden hacerlo los tope de gama como el Samsung Galaxy Note 5 o el Sony Xperia z5, pero lo cierto es que puede mirarles a los ojos sin agachar la mirada.

Con el Moto X Style podrás tener múltiples aplicaciones abiertas en multitarea o jugar a juegos exigentes como Asphalt que se muestran en toda su gloria sin notar ralentizaciones ni cierres súbitos de aplicaciones, y los tiempos de respuesta no dejan rastro de lag.

El terminal está disponible en tres opciones distintas de almacenamiento interno, 16 GB, 32 GB y 64 GB (en la de 32 GB, quedan 25 al usuario). Cuenta con una ranura con la que podrás ampliar la memoria con una tarjeta microSD de hasta 128 GB, lo cual ciertamente es bienvenido y garantiza espacio más que suficiente para la gran mayoría de usuarios.

Cuenta con chip NFC que te permitirá realizar pagos sin ningún problema, Bluetooth 4.1, y tanto la calidad de las llamadas como la velocidad de la navegación son magníficas. Si bien es verdad que no se comprende muy bien la razón por la que Motorola ha decidido no incluir radio FM cuando otros terminales inferiores como el Moto X Play y el Moto G.

Para los interesados en los benchmarks, aquí tenéis algunos:

Software

Marca de la casa de Motorola, nos encontramos con un Android prácticamente puro con pocos añadidos sin bloatware y con unas pocas aplicaciones propias. Nos encontramos con Android 5.1.1 -en el momento de la publicación de este análisis no la hemos recibido, pero la OTA con 6.0 Marshmallow está llegando ya a los Moto X Style de Brasil y la India- a falta de la próxima llegada de Marshmallow. También como viene siendo habitual en Motorola todo funciona de forma fluida y responde perfectamente gracias a un gran trabajo de optimización.

Además de una galería de imágenes propia -funcional y sin demasiado misterio- Motorola ha incluido tres aplicaciones en el Moto X Style: Connect, Migración y Moto. La primera, te permite conectar tu smartphone de manera sencilla a wearables, mientras que Migración busca ayudar al usuario a traspasar los datos desde su terminal antiguo al nuevo sólo con bajártela en el viejo.

Moto es posiblemente la más destacada de todas las que añade Motorola. podremos configurar nuestro teléfono para que entre en distintos modos según dónde estemos o la hora que sea, los controles gestuales o un asistente de voz que trata de mejorar lo presente en Google Now. Los controles gestuales nos permitirán acceder rápidamente a la cámara y a la linterna con un par de golpes de muñeca, así como activar el Ambient Display con sólo acercar la mano a la pantalla.

Como ocurría con las anteriores encarnaciones del Moto X, el Style es posiblemente la experiencia más parecida a un Nexus sin ser un Nexus, un gran terminal para quienes quieran Android puro pero echen de menos algunas opciones en los Nexus como pueda ser la ranura SD.

Cámara

Uno de los aspectos en los que más flojeaba en los anteriores terminales de Motorola era el aspecto fotográfico. Año tras año, prometían una mejora que no acababa de ser toda la necesaria. Este año durante la presentación de los nuevos Moto X que la cámara del Style se encontraría entre las mejores y realmente el salto es tremendo.

Con un sensor de 21 megapíxeles y una opertura de f/2.0, con un flash de doble tono. Es una cámara que se comporta de forma extraordinaria en la mayoría de situaciones, logrando una gran cantidad de detalle en las fotografías, con muy poco ruido y logrando unos colores vivos. El autofoco es rápido, aunque en alguna ocasión puntual falla, especialmente cuando baja la luz, pero por contra es capaz de enfocar bien objetos muy cercanos a pesar de no tener modo macro.

Cuenta con un modo HDR automático que se comporta bastante bien, y es capaz de grabar vídeo 1080p, a cámara lenta a 720p o a 4K también con unos muy buenos resultados. Como la mayoría de smartphones, los problemas del Moto X Style aparecen cuando la cantidad de  luz es baja Aunque el ruido no es excesivo, la cantidad de detalle se desploma y la cámara sufre de sobremanera para poder enfocar de forma correcta. Por otro lado, la cámara frontal con flash tiene también unos resultados realmente buenos.

Un aspecto que sí que debe mejorar Motorola es su aplicación de cámara, ya que este es uno de los pocos aspectos en los que se desmarcan de Android Stock para aportar su propia app, esta debería aportar un buen plus sobre la de Google, y realmente no lo logra. Es cierto que es rápida, pero peca de simplona y de poco intuitiva, especialmente para los que no estén acostumbrados, que pasarán días haciendo fotos sin querer cuando lo que quieren es enfocar, ya que para tirar una instantánea basta con tocar cualquier punto de la pantalla. El menú en forma de anillo tampoco es especialmente fácil de usar y se echa en falta un control mayor de aspectos como el balance de blancos.

Pese a la aplicación, no cabe la menor duda de que Motorola no sólo la mejor cámara que han lanzado hasta ahora -quizá ese reto no era tan complicado-, sino una de las mejores del año. Con competidores como la del Xperia Z5 o la del Samsung Galaxy Edge+ es complicado decir si entraría en el podio, pero sin duda tiene capacidad para aguantarles unos cuantos asaltos a los grandes.

Galería de fotografías sacadas con el Moto X Style sin comprimir

Batería y autonomía

El Moto X Play era un auténtico jabato capaz de aguantar una jornada maratoniana sin que le fallase la gasolina en ningún momento, pero había ciertas dudas sobre cómo se comportaría el Moto X Style en este sentido, con un procesador más potente, una pantalla mayor y el doble de resolución, pero con una batería más pequeña -3.000 mAh frente a los 3.630 mAh del Play-, y lo cierto es que aunque el aguante del terminal es decente, quizá sea el aspecto en el que más cojea.

El Moto X Style es capaz de aguantar unas cuatro horas de pantalla -el Play ronda las seis-. Es complicado traducir esto a si esto significa que el terminal aguantará todo el día o si deberás repostar porque depende del uso que cada usuario le de. En mi caso, ha conseguido aguantar de forma más o menos holgada jornada  la mayoría de días con un uso medio -aplicaciones de mensajería, redes sociales, reproducción de música y algún video de YouTube-, aguantando incluso desde las 8 de la mañana hasta las 4 de la madrugada son un 24% de la batería.

Sin embargo, con un uso más intensivo el aguante cae de forma importante. Tras una mañana con uso intensivo de mensajería instantánea, cámara de fotos y Google Maps, la batería estaba al 30% a la hora de comer, obligando a una parada en boxes para recargar, aspecto en el que sí que brilla el Moto X Style.

Y es que es posible que no sea la solución ideal a los problemas de autonomía que -en general- afectan a los smartphones de hoy en día, pero la carga rápida es un buen parche y el TurboCharge de este terminal de Motorola es un fórmula 1. Según Motorola, la primera mitad de la batería -hasta el 50%- se puede cargar en sólo 30 minutos y la afirmación no es un brindis al sol, porque es capaz de cargar desde un 20% hasta el 60% en media hora, y tardarás poco más de una hora en tener el terminal completamente cargado, por lo que en caso de emergencia podrás realizar una parada en boxes bastante rápida para volver a la pista con gasolina para el resto de la carrera.

Conclusión

Debo confesar que este Moto X Style es un terminal que me ha ido conquistando poco a poco, con unas sensaciones un tanto frías al principio, pero con el paso de los días sus virtudes han ido sacando pecho. Es posible que al Moto X Style le falte medio pasito en prácticamente cada aspecto para poder enfrentarse a los tope de gama, también hay que tener en cuenta que su precio lo sitúa casi 200€ por debajo de estos.

El Moto X Style no nos ofrece un precioso acabado metálico, ni lector de huellas (quizá la mayor pega teniendo en cuenta que los pagos vía NFC posiblemente se popularicen en el periodo que estés usando este teléfono), y seguramente su autonomía no se cuente entre las mejores, sin embargo a cambio ofrece una pantalla y sonidos magníficos para el consumo multimedia, una cámara digna de un teléfono que se considere a si mismo gama alta, y por supuesto ese Android casi puro y un buen ritmo de actualizaciones.

Estamos ante un terminal que está lejos de ser perfecto, pero si logra que sus muchas virtudes acaben por compensar sobradamente sus defectos o carencias. Si el Moto X Play destacaba por ser un terminal extremadamente práctico, el Moto X Style le añade una gran solvencia, convirtiéndose en una gran alternativa si quieres un terminal de buen nivel sin dejarte el dineral de otros gama alta. Se puede decir que es la culminación de la línea que la compañía inició en 2013 con la primera generación de Moto X, logrando redondear la idea que vienen desarrollando desde entonces, si bien es verdad que ahora en 2016 habrá que pedirles que den un paso más.