En un boceto en blanco y negro toda idea es buena, pero es en el momento de llevarla a la realidad cuando se comprueba si los usuarios están preparados para recibirla en sus manos. Ejemplos de móviles que pese a su innovación no han triunfado en el mercado tenemos bastantes, pero también podemos hacer una selección de características que no han conseguido tener una aceptación generalizada por parte de los usuarios.
Hablamos de características que algún que otro fabricante ha lanzado de forma experimental en un modelo de teléfono en concreto, pero también se nos vienen a la mente especificaciones que todavía a día de hoy muchos móviles incorporan en su lanzamiento. Vamos allá con las que, en nuestra opinión, son los cinco añadidos de los móviles Android que no han terminado de cuajar en el mercado.
1. El proyector integrado
Es la mejor muestra de la idea que teníamos en mente al realizar esta recopilación. ¿Conocías el Samsung Galaxy Beam (I8530)? Es un móvil de la surcoreana Samsung que fue presentado a mediados del año 2012, y traía de serie la versión de Android 2.3.6 Gingerbread. Pero la versión no su sistema operativo no es ni de lejos su característica más llamativa.
Resulta que el Galaxy Beam traía consigo un proyector integrado en la carcasa. Sí, un proyector normal y corriente, con capacidad de mostrar imágenes a una distancia de hasta dos metros con un tamaño de imagen que podía alcanzar las 50 pulgadas (127 centímetros). Todo ello en un móvil con Android, no lo olvidemos.
La idea no terminó de asentarse, y hoy en día lo más parecido que podemos encontrar en el mercado es el concepto contrario: el ZTE Spro 2, un proyector que incorpora el sistema operativo Android. Lo que sí hay son tabletas con proyectores integrados, véase el caso de la Lenovo Yoga Tab 3 Pro, la sucesora de la Yoga 2 Pro.
2. El sensor de ritmo cardíaco
Es una característica que todavía se puede encontrar en los móviles de más alta gama de la actualidad (véase el Samsung Galaxy S7, por ejemplo), pero ni de lejos es una función que tenga la misma popularidad que se le dio cuando comenzó a aparecer en el mercado con móviles como el Samsung Galaxy S5.
Hablamos del sensor de ritmo cardíaco, ese sensor que normalmente viene ubicado en la parte trasera de los teléfonos, debajo de la cámara. La idea de este sensor es que, apoyando el dedo sobre él, el móvil es capaz de indicarnos nuestro ritmo cardíaco. Pero, ¿quién utiliza esta función de forma cotidiana?
Y es lógico: ahora son las pulseras de actividad las que miden nuestro ritmo cardíaco, y lo hacen además con la ventaja de que la monitorización de los datos está siempre activa, sin necesidad de que tengamos que andar colocando el dedo cada vez que queramos conocer el ritmo de los latidos de nuestro corazón.
3. El móvil gamer
Ya lo intentó Nokia con la N-Gage (Nokia y sus diseños imposibles…), y Sony trató de repetir la misma hazaña allá
por el año 2011 con el Sony Xperia Play. Funcionaba bajo la versión de Android 2.3.4 Gingerbread del sistema operativo Android, y su concepto se basaba en un teléfono que al mismo tiempo hiciera las funciones de una consola portátil de juegos.
Para conseguirlo, Sony incorporó un diseño de tapa deslizable en el que la pantalla dejaba al descubierto un mando de control a la altura de cualquier videoconsola. La idea no tuvo mucho éxito, y el móvil tardó poco tiempo en caer en el olvido. Pudiendo conectar en cualquier momento un mando a un móvil (por no hablar de las posibilidades que ofrece un teléfono Android con una PS4), ¿quién querría un terminal con un diseño centrado exclusivamente en los videojuegos?
4. El móvil-cámara
No es un añadido como tal, sino que directamente se trata de un concepto en sí. Hablamos de los móviles con diseño de cámara de fotos (o cámaras de fotos con el diseño de un móvil, según se mire). Terminales como el Samsung Galaxy K Zoom introdujeron un concepto interesante en una época en la que las cámaras de los buques insignia todavía no alcanzaban la calidad que tienen hoy en día, y hablar de móviles cuyas cámaras tuvieran características como la estabilización óptica de la imagen, la grabación 4K o el enfoque láser eran teorías disparatadas hasta para los terminales de más alta gama.
Ahora, hasta un móvil de gama media es capaz de ofrecer unos resultados más que decentes en el apartado fotográfico. Y con la calidad en las instantáneas que se consigue con un teléfono de 600 o 700 euros, el concepto de móvil-cámara ya ha pasado a la historia.
5. El lápiz digital
El quinto y último punto probablemente va a ser el más debatido de esta lista, y con razón. Quizás no es que el lápiz digital no haya triunfado en el mercado de la telefonía móvil, sino que simplemente se trata de un producto orientado a un público tan concreto que resulta poco frecuente encontrarse usuarios utilizándolo por la calle. En cualquier caso, la realidad es que el lápiz digital no es una característica ni mucho menos imprescindible en los phablets de hoy en día.
Por mucho que el mercado cada vez está más repleto de móviles de tipo phablet, pocos son los fabricantes que incorporan un lápiz en móviles que superan con diferencia las 5,5 pulgadas de tamaño de pantalla. Salvo modelos como el Samsung Galaxy Note 5 o el LG Stylus 2, no parece que los fabricantes estén especialmente interesados en popularizar esta característica (quizás porque no lo necesita, claro está).
Y para vosotros, ¿cuáles son los añadidos de los móviles con Android que han nacido condenados a desaparecer al año siguiente? ¿Pensáis que de aquí a unos años tendremos que actualizar esta lista con la idea de los móviles modulares?