El equipo de desarrollo del Google Pixel muestra en una entrevista algunos puntos clave del diseño del primer móvil 100% Google. ¿Cómo ha sido el salto de la marca Nexus a la Pixel? Estos fueron los puntos clave.
Para muchos el mejor móvil con Android de 2016, para otros la gran decepción por abandonar la querida marca Nexus. El Google Pixel destaca por ser el primer teléfono desarrollado por Google, y a pesar de que no esté siendo vendido en muchos países, se ha convertido en un objeto de deseo para muchos usuarios.
Nexus y Pixel, radicalmente opuestos
Los dispositivos Nexus han sido unos teléfonos bastante queridos por la comunidad. A pesar de que la marca se popularizó en gran medida gracias al Nexus 4 y 5, es una marca que siempre ha tenido muchos fans.
Los Nexus eran fruto de la colaboración entre Google y los fabricantes. Un teléfono creado por una alianza destinado a un público más techie. Tras lanzar el Nexus 6P al mercado, el equipo de Google decidió comenzar una nueva aventura.
Google quería salir de su mercado de nicho, y para ello decidieron crear un teléfono completamente diseñado por ellos, sin colaboraciones. Según Brian Rakowski; vice presidente de software y producto; a la hora de crear el Pixel querían crear un teléfono amigable para todos. Los Nexus eran muy intimidantes.
El Pixel tenía que ser un móvil que inspirase confianza desde fuera
El reto detrás del diseño
Para crear un teléfono que siguiese dichas exigencias, el equipo tuvo que crear un diseño menos sobrecargado que el de sus anteriores móviles.
El primer reto para que el terminal fuese más agradable consistió en suavizar las esquinas y bordes. El equipo de diseño estudió como los usuarios sostenían el móvil, y creando unas curvas que facilitasen el agarre.
Otro de los retos del equipo de diseño residía en la cámara. Aunque no era una prioridad máxima, resultaba importante que la cámara no sobresaliera del terminal (algo que hemos criticado en varios teléfonos), y fue un detalle en el que el equipo pensó largo y tendido.
El sensor fotográfico era bastante grande, y no estaban dispuestos a reducir la calidad de la cámara. Al final el objetivo fue hacer que la zona superior fuese ligeramente más ancha, dejando espacio para más componentes y dejando la zona inferior para poder incluir más batería.
El cristal de la zona superior además ayuda a que las antenas tengan mejor cobertura
La obsesión por los pequeños detalles
El equipo de diseño del Pixel estuvo obsesionado por los pequeños detalles. Buscar un diseño perfecto implicaba que no se sintiese un teléfono mal diseñado bajo ningún apartado.
Dos aspectos clave fueron el botón de encendido y apagado y la elección de los colores. Para que el botón fuese fácilmente reconocible probaron con bastantes texturas hasta encontrar la ideal, una estructura en forma de diamantes.
Por otro lado, la elección de los colores no fue fruto del azar. Quisieron que los colores del Pixel tuviesen un contraste entre la superficie metálica y de cristal, y midieron incluso el color y tono que tomarían al reflejarse la luz.
Cada detalle fue medido al milímetro para que fuese perfecto
Ay, los nombres de los colores
Imágenes exclusivas del departamento de marketing
Haciendo mención a los colores, ¿Os habéis fijado en los nombres de cada color? Si los traducimos al Español vendrían a ser Bastante Negro, Muy Plateado y Realmente Azul. Son nombres bastante curiosos y también tienen su historia.
Las propuestas del equipo de marketing iniciales eran muy sosas, poco originales. Según Rakowski, las propuestas resultaban incluso patéticas. Viendo que no conseguían resultados, el equipo de marketing respondió con nombres bastante sarcásticos. Al final esa propuesta que se reía de sí misma acabó gustando lo suficiente como para que fuesen los nombres finales.
La mayoría de nombres eran poco originales, así que la propuesta fue un poco loca
Los nervios previos a la presentación
En la entrevista también confirman algo que nos ha llamado la atención. El equipo estuvo probando el teléfono durante medio año antes de la presentación, realizando cambios y puliendo detalles.
Muchas veces lo olvidamos, pero más allá de la compañía que desarrolla el teléfono hay un equipo de seres humanos trabajando en cada aspecto del dispositivo, y en los momentos previos a la presentación se hizo patente.
Un año no fue suficiente para hacer un teléfono perfecto, pero no es el fin del camino
Cuando estás tan cerca de la fecha final acabas olvidando detalles, detalles que vuelven a ti en los momentos previos a la presentación. Quizás hay cosas que podríamos haber hecho, deberíamos haber hecho esto. Deberíamos haber hecho esto. Un sentimiento que todos sentimos antes de una cita importante.
Si vemos los resultados finales, está claro que no se trata de un diseño perfecto, y muestras de ello lo vemos en la ausencia de la resistencia al agua o el espacio mal aprovechado de su frontal. Esperamos que las lecciones aprendidas le sirvan al equipo para perfeccionar su línea de diseño en la próxima generación.