El Honor Note 10 ya se ha presentado y, como es habitual en El Androide Libre, lo ponemos contra sus rivales directos en cuanto a hardware. Y es que no sólo estamos ante un teléfono de gama alta para competir de tú a tú contra la alta alcurnia de Android, sino que es ideal para los más jugones.

Por ello, vamos a hacer algo extraño: vamos a poner al Note 10 de Honor contra su rival en cuanto a hardware, el Samsung Galaxy Note 8 y a sus rivales en cuanto a público, el Razer Phone y el Xiaomi Black Shark. ¡Que empiece el juego!

Note 10, el híbrido perfecto para jugar y para tener estilo

Como es habitual, os dejamos una tabla que ilustra de manera general las características y prestaciones de todos los dispositivos de la comparativa. En este caso, hemos seleccionado estos dispositivos por el carácter híbrido de dispositivo gaming y teléfono de gama alta.

El Honor Note 10 nos otorga un hardware top, como los contrincantes de la sala. La batalla está disputada en cuanto a hardware, teniendo muchas similitudes y diferencias entre cada uno de ellos. La más obvia es el diseño, donde vemos que el Honor Note 10 es un gamer vestido de etiqueta.

Los teléfonos gaming que están saliendo últimamente al mercado tienen la clásica estética agresiva y colorida, propio de los que quieren un dispositivo que haga que las miradas se vuelten. Si bien el Razer Phone es más discreto, no deja de ser un teléfono que roza el límite en este apartado. Estamos más cerca en todo caso del Samsung Galaxy Note 8, con un acabado en cristal y metal.

En el apartado del diseño, personalmente, depende de gustos. Si quieres un móvil exclusivamente para jugar y te gusta la estética agresiva, tienes el Black Shark y, por ejemplo, el Nubia Red Magic con diseños más remarcados. Honor simplemente ha adaptado sus icónicos diseños a un phablet en toda regla, que por tamaño de pantalla compite directamente con el Xiaomi Mi Max 3 recientemente presentado.

Si por el contrario quieres algo más elegante sin perder en potencia, no vamos a negarlo: el Honor Note 10 tiene un precio bastante más jugoso que el del Note 8 al día de hoy y, por lo tanto, aunque el Note 8 esté a otro nivel en cuanto a materiales de construcción y a acabado premium, el Note 10 sin duda es más accesible.

¿Y qué decir de los marcos de pantalla? Honor ha sido muy clara y ha optimizado al máximo los marcos, si bien no ha sido la cosa tan loca como esperábamos debido a las filtraciones. Aquí lo tenemos claro: aunque la pantalla 120 hercios del Razer Phone es una maravilla, tenemos otros ganadores, siendo el Note 8 claro vencedor en calidad de pantalla y el Note 10 valiente en cuanto a optimización de marcos.

Potencia a raudales, con el Note 10 siendo más ingenioso

En cuanto a potencia vemos clarísimas diferencias. En cuanto a configuraciones de memoria tenemos lo esperado, quizás estando el Note 8 algo por debajo quedándose «sólo» en 6 GB de memoria RAM. Pero en procesadores vemos leches como panes, que comentaremos a continuación.

Para empezar, tenemos dos procesadores de Qualcomm, el Snapdragon 835 en el Razer y el 845 en el Black Shark. Aunque el Razer ya tenga un tiempo en el mercado y el 835 sea un procesador con un año de antigüedad, es un chipset que nos lo dará todo para tener un rendimiento espectacular en juegos. El 845 se ha probado en infinidad de ocasiones, por lo cuál, la potencia del Black Shark es indudable.

La batalla entonces se disputa entre el Exynos 8895 de Samsung contra el HiSilicon Kirin 970 de Huawei, con la NPU de inteligencia artificial. Es un poco injusto comparar estos dos teléfonos si ponemos sobre la mesa las mejoras añadidas en cuanto a gaming del Note 10, como la GPU Turbo o el botón para «overclockear» el dispositivo y obtener más potencia si cabe.

Aunque podríamos pensar que el 970 de Kirin está por encima del Exynos de Huawei, ha quedado constatado que el Kirin, especialmente en juegos, no llega totalmente a la altura de los Qualcomm de turno. No va mal, para nada. Pero en nuestros numerosos análisis y testeos nos dimos cuenta de que en cuanto a títulos, al procesador le costaba algo más dar toda su potencia.

En el caso del 8895 de Samsung pasa justo al contrario. En cuanto a tareas del día a día no hay problema alguno, aunque Samsung Experience lastre un poco el sistema. Es en juegos donde brilla el procesador, siendo incluso en algunos casos notoriamente superior a los Snapdragon de Qualcomm.

En cuanto a lo demás, todos tenemos un apartado de hardware increíble, pero el Honor gana por goleada con sus 5000 mAh de batería. Si bien en tema fotográfico el Note 8 destaca sobremanera con su doble cámara (tanto el Razer como el Black Shark no dieron un do de pecho en este tema), la firma china presume de una autonomía que barre a sus rivales de calle.

La baza del precio: la frontera final

Ahora, vayamos al dinero, a la guita, a la pasta, al parné. La cuenta balancea a favor de Xiaomi y Honor, con precios muy absurdos si tenemos en cuenta el hardware de estos teléfonos. Apenas 500 euros para el Xiaomi Black Shark y 350 euros de partida para el Note 10, subiendo hasta los 450 en su versión más top de 8 +128 GB. El Samsung Galaxy Note 8 se puede encontrar más barato, aunque a un coste superior. El Razer se mantiene en su cifra, superando los 700 euros.

Este Honor Notw 10 ha demostrado ser un duro rival en cuanto a gama alta se refiere. Por fin tenemos un tope de gama dedicado al gaming sin tener una nave espacial entre las manos. Un coste top, un hardware top y sobre todo una competitividad top en 2 de los sectores más en alza de la telefonía móvil: el gaming y la exclusividad.