Un año más, y van unos cuantos desde que existen los Nexus, Google tenía una excelente oportunidad para reinvidicarse construyendo un smartphone referente en la industria, que pueda competir con quien es su auténtico rival, el iPhone. Pero ese día aún no llega, queda lejos, especialmente porque el iPhone 11 de este año es un producto hecho por y para vender en un momento delicado de la empresa. El Google Pixel 4 sobrevive por su cámara y por la limpieza de su sistema operativo, pero en su versión Google empieza a flaquear levemente por falta de funciones: atajos, automatizaciones, configuraciones, opciones…
He estado usando a fondo el Pixel 4 XL durante una semana, y he podido experimentar sus puntos fuertes y sus flaquezas. En esta reseña no leerás ni verás comparaciones sobre hardware o puntos Benchmark, aquí escribiré sobre lo bueno y lo malo de un teléfono en el uso real de una persona y de cómo el Pixel 4 se sitúa en el entorno del resto de smartphones de gama Premium del mercado, que son contra quienes compite. Si te interesa, quédate.
Características del Google Pixel 4 XL
Antes de empezar con el análisis, revisemos la hoja técnica del protagonista de este análisis. La tienes justo a continuación:
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Cuerpo
- Dimensiones: 160.42 x 75.13 x 8.2 mm
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Colores:
- Blanco
- Naranja
- Negro
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Pantalla
- Tipo: Flexible OLED
- Tamaño: 6.3 pulgadas | 18:9
- Resolución: 3040 x 1440 px
- Otros: 90Hz, HDR, 100% DCI-P3
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Características principales
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Procesador:
- Qualcomm Snapdragon 855
- 1 x 2.84 GHz @ Kryo 485
- 3 x 2.42 GHz @ Kryo 485
- 4 x 1.78 GHz @ Kryo 485
- Pixel Neural Core
- Qualcomm Snapdragon 855
- GPU: Adreno 640
- Sistema Operativo: Android 10
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Procesador:
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Memoria
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Interna:
- 64 GB + 6 GB RAM
- 128 GB + 6 GB RAM
- MicroSD: No
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Interna:
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Cámaras
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Trasera:
- Principal: 12.2 Mpx f/1.6 PDAF OIS
- Telefoto: 16 Mpx Zoom óptico 1.8x OIS
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Delantera:
- 8 MPX f/2.0
- Sensor de profundidad ToF
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Trasera:
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Conectividad
- WiFi 802.11ac
- Bluetooth 5.0
- A-GPS | GLONASS | GALILEO
- NFC
- USB 3.1 Tipo C
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Sensores
- Reconocimiento facial.
- Motion Sense.
- Acelerómetro, giroscopio, sensor de proximidad, brújula y barómetro.
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Batería
- 3700 mAh Li-Po
- Carga rápida: 18W
- Carga inalámbrica: Si
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Protección:
- IP68 resistencia al agua y polvo
El Pixel 4 parece de juguete
La construcción y materiales empleados en el Pixel 4 no son malos. La trasera es de cristal con un acabado mate, que admite carga inalámbrica rápida. Los bordes del contorno son de aluminio; y las juntas entre ese borde y los cristales frontal y trasero están perfectamente biselados. La incrustación de los botones físicos no tiene holgura y está muy bien integrada.
En otro apartado, que sería de diseño, podemos entrar a valorar si es bonito o no en términos generales, pero el Pixel no es un smartphone construido con malos materiales para el precio que tiene. Quizás el problema sea de percepción. Google tiene una línea de diseño bastante marcada, y sus productos suelen parecer juguetes, casi infantiles, todo lo contrario a lo que busca Apple, con diseños serios, austeros y adultos. Han querido buscar el contraste entre el negro y el blanco; con el botón naranja resaltando. Y lo que consigue es, más que marcar carácter, parecer desenfadado, que no es malo. Es lo que busca Google, pero lleva a una asociación lógica de producto que no es profesional, serio o premium.
Motion Sense: El radar que sabe lo que ocurre a su alrededor
Motion sense o Project Soli es una de las grandes novedades de este Pixel 4 (5 años de trabajo detrás. En Google creen en ello como el futuro determinante del control de los dispositivos móviles, smartphone su otros).
Motion Sense crea una especie de burbuja virtual en torno al usuario, es un radar que sabe lo que haces a tu alrededor. Situado en la parte superior frontal del teléfono, es parte implicada en el sistema de detección y desbloqueo facial de seguridad que integran los Pixel 4. Al ser un radar, funciona con mucha más precisión que si sólo es una lectura de infrarrojos o visual de tu cara; además de poder anticiparse al desbloqueo porque sabe en todo momento lo que sucede a su alrededor.: Si te acercas ya se activa. Y la detección fácil se acelera; siendo un proceso casi invisible y tremendamente cómodo.
En toda esta semana no he tenido ni un sólo fallo, error, situación comprometida o molesta en este sentido, ha sido una maravilla usarlo. Sin duda es el futuro.
A mejorar en este sistema de seguridad facial:
- A día de hoy puede desbloquearse si tienes los ojos cerrados o no prestas atención, cosa que Google ha dicho que solucionará.
- El ángulo de detección no es muy grande, hay que «asomarse» al teléfono y tenerlo enfrente para que te detecte. Igual que el iPhone 11, quizás un poco mejor, pero mejorable para ambos.
- La latencia en el desbloqueo puede ser aun más rápida teniendo en cuenta que ya sabe si te estás acercando: podría resolver la detección unas décimas de segundo antes. No es mala, es muy rápida, sólo digo que puede ser incluso mejor, es algo que se nota.
Otra de las funciones de Motion Sense es poder controlar el móvil con gestos de las manos sin tocarlo. De momento sólo funciona con algunas aplicaciones música y para descartar o parar alarmas, recordatorios o llamadas. Muy limitado aún, pero con un gran potencial abierto a que los desarrolladores investiguen en este tipo nuevo de interacción con nuestros móviles.
La detección de movimiento es un apéndice más a la hora de controlar el smartphone; que se añade a los ya consolidados: táctiles y por voz. No hay que perderlo de vista porque es el futuro. Pero falta por ver cuánto tarda en llegar plenamente: no es una de esas funciones llamativas que sólo sirven para la galería, esta tecnología es real, efectiva y pensada para ser útil de verdad y no solamente atractiva.
La pantalla del Pixel 4 y los 90Hz
Otra de las novedades del Pixel 4 XL es que tiene una opción para que la tasa de refresco de la pantalla ascienda hasta lo 90hz, lo que provoca que la sensación de fluidez y respuesta aumente ligeramente. Esto afecta a la batería, no demasiado. En rendimiento, ese aumento hasta los 90hz no es constante, es el sistema el que decide cuándo y en qué momento aplicarlo. Es una tecnología clara, pero no determinante. Quizás en juegos, o en momentos muy puntuales, sé que se note con más efectividad, pero no es una función que sorprenda. Es de agradecer y esperemos que siga escalando en próximas generaciones hasta los 12ohz sin merma de batería.
La pantalla OLED se ve muy bien, y tiene un ajuste de calibración mejor que la del Pixel 3. Este detalle se agradece enormemente , sobre todo porque el Pixel lo que mejor hace son fotos. Y si vas a editarlas con una incorrecta visión de la foto real, es un problema. Podría ser mejor, sí, Apple y Samsung posiblemente tengan el liderato, pero este Pixel ha mejorado notablemente en la calidad de la pantalla; que ahora incluye además un modo adaptativo: según el entorno puede ajustar la temperatura de color.
La tres cámaras, las tres joyas imperfectas
Google sabe a la perfección que los Pixel siguen vivos porque han logrado tocar la tecla mágica de la fotografía. Un smartphone entero salvado porque hace las mejores fotos. Y como lo saben, están muy involucrados en mejorarlo año a año, no sin fallos y torpezas. Me atrevo a decir que los Pixel son cámaras pegadas a un Android. Un Android que va muy bien porque no tiene capa adicional que lo lastre; aunque eso le reste funciones que tienen otros fabricantes. Un Android bien construido, cómodo, simple (para muchos esta es una gran virtud, pero no por ello deja de ser así), pero que no destaca especialmente en nada. Salvo, por supuesto en la cámara.
La única cámara frontal: una solución a un problema que no existía
Para empezar, los Pixel 4 ya no tienen dos cámaras frontales, sólo tienen una. Han mantenido la que era gran angular, pero aumentando ligeramente la focal. Un error muy feo aumentarla, aunque sólo sea levemente. Ahora entran menos cosas en el plano, obviamente. Con una lente gran angular siempre hay algunos problemas, y el más evidente es que se pierde nitidez en los bordes y, sobre todo, que deforma la imagen en la extremos. Pero Google, con su procesado de imagen computacional, ya había corregido eso como explicamos en primicia en El androide libre. Lo tenían y lo han dejado escapar, es imperdonable.
Pero no todo es malo. La cámara frontal sigue haciendo unas fotos increíbles, muy buenos retratos, mejores que la mayoría de las cámaras traseras de casi cualquier otro smartphone. Y con buena nitidez, detalle y color. Por suerte, Google, ha corregido en este Pixel el excesivo contraste que aplicaba a todas sus fotos, especialmente a las de la cámara frontal en el modo retrato. Sigue siendo una seña de identidad ese toque de postprocesado en la cámara frontal, pero ya no es tan acentuado y resultado mucho más natural.
La doble lente trasera: Un telefoto infrautilizado y mal integrado
En la parte trasera hay dos cámaras. La Principal, angular, con la mejor lente y sensor, la de siempre. Y una nueva, que en lugar de ser gran angular como el resto del mercado demanda, es telefoto. Que también es útil, pero que Google no ha sabido integrar en absoluto.
No ha sabido integrar por variadas razones.
- En ningún momento puedes activar a tu antojo la lente telefoto. Ni siquiera hay nada que indique si las estás usando o no.
- En el modo retrato directamente está deshabitada, no se usa nunca
- La lente se activa cuando haces zoom más allá de 1,8X un número extraño que ni siquiera es el zoom por defecto que aplica la cámara cuando hacemos doble pulsación, un zoom rápido que aumenta 2x.
- Es una pena que todo esto suceda porque es una lente que arroja muy buenas fotos, mejores que por ejemplo la lente telefoto del iPhone 11 Pro.
Un telefoto que sólo se usa en un modo de foto, que no sabes nunca si lo estás usando y que no tiene una razón de ser específica, más allá de que la gente que haga zoom, sin ser consciente de ello, esas fotos salgan algo mejor porque aplican un zoom óptico en lugar de digital.
Una ENORME oportunidad perdida para integrar una cámara gran angular, que mediante Machine Learning corrija las deformaciones inherentes de la lente, poniendo aún más tierra de por medio al avance de fotoprocesado que Google tiene.
Y después de los fallos y torpezas, lo bueno. El Pixel 1 tenía una cámara simplona, con un gran fallo en su construcción como ya reseñé (el flare). Fue con el Pixel 2 cuando el mundo se asombró de lo que Google podía hacer; afianzándolo con el 3 y sin que hubiera un salto muy evidente. Sin embargo, el Pixel 4 es claramente una mejor cámara que la del 3, y si se nota un cambio muy notable. Fotos mucho más naturales sin tanto contraste, con un nivel de precisión en el color y balance de blancos muy notable, con una precisión en los detalles, la capacidad de rango dinámico elevada. En definitiva, una cámara que hace fotos extraordinarias tanto si tomas la foto sin prestar mucha atención, como si quieres cuidar cada detalle.
El nuevo modo de doble exposición (poder controlar las altas y bajas luces del fondo y del primer plano), es muy llamativo, pero es casi inútil: es mejor elevarlos por separado una vez hecha la foto que con esta nueva herramienta. La idea es buena, pero no la ejecuta bien aún.
El modo astrofotografía, es decir, el modo noche pero pudiendo tomar tiempos de exposición mayores, hasta de 4 minutos, es impresionante. Funciona muy bien y es asombroso lo que una cámara de un móvil puede hacer. Con un cielo despejado, sin mucha contaminación lumínica (no como las fotos de ejemplo que yo hice), se pueden sacar fotos que te dejan con la boca abierta.
Con respecto al vídeo, simplemente cumple, incluso con grabación 4K: hay problema de saltos. Es una cámara de vídeo del montón, a mil años luz del iPhone por ejemplo.
El Pixel 4 sigue siendo el móvil que a mi gusto mejores fotos hace. El iPhone 11 Pro había puesto el listón muy alto, pero el Pixel tiene un toque mágico, excepcional. Ahora, incluso con un acabado mucho más natural. Es un placer usar su cámara y saber que la foto va a salir bien como mínimo. Google tiene el futuro de la fotografía agarrado y lo abandera. No es una cuestión de mejores cámaras, si no de cómo se procesan esas fotos, un lugar al que muchos fabricantes simplemente no podrán llegar en muchos años. O nunca.
La Batería del Pixel 4XL
La batería del Pixel 4XL, que es el modelo que hemos estado probando una semana, es una buena batería. Ligeramente mejor que la de su predecesor el Pixel 3XL, pero seguramente peor que la del resto de smartphones de su entorno y precio. En un uso intensivo, durante 18 horas del día, ha aguantado sin problema; alcanzando entre 5 y 5:30 horas de pantalla encendida.
Se nota claramente cómo los primeros días la batería va acostumbrándose y aprendiendo de tu uso; ganando en autonomía según pasan los días. La carga rápida por cable y la carga inalámbrica ayudan mucho. Si hacemos un uso más intensivo aún al citado, podemos recargarlo a mitad del día unos pocos minutos y tener lo suficiente para el resto del día.
A un smartphone de este precio (899€ para el modelo XL de 64GB), hay que pedirle una batería aún mejor, sin que esta sea mala. Una que pueda aguantar dos días de uso leve o moderado y más horas de pantalla con un uso intensivo. Una batería mayor siempre permite sacar mucho más potencial a cualquier dispositivo electrónico no sólo en tiempo de uso: automatizaciones de todo tipo en segundo plano, mejor y mayor refresco de pantalla, más brillo, localización más precisa y rápida, más y mejores sensores, tiempos de respuesta más rápidos cuando el dispositivo está bloqueado y lo despertamos, etc…
No hemos probado la batería del modelo Pixel 4 (el pequeño), pero, viendo sus números y el precedente del Pixel 3, seguramente sea una batería pobre, bastante más deficiente que la de este modelo XL. No creo que a ningún futuro comprador del Pixel, o fan ya de los Pixel, le importe mayor grosor y peso por tener una batería que sí pueda destacar con respecto a sus rivales. Insisto, es buena batería, pero Apple o Huawei, por ejemplo, le sacan mucha ventaja.
Lo que más me gusta y lo que menos me gusta del Pixel 4
- Mal: una cámara telefoto infrautilizada y que apenas se le puede sacar provecho
- Bien: el Pixel sigue haciendo las fotos más bonitas ganando versatilidad, naturalidad y detalle
- Mal: el diseño es mejorable en muchos aspectos como ya hemos destacado y sobre todo en el gran borde superior frontal donde van las cámaras y sensores. No hay Notch, pero tiene una frente voluminosa.
- Bien: el sistema de detección facial y Motion Sense son una maravilla
- Mal: Android Puro, versión Google, empieza a estar demasiado flaco en lugar de ser esbelto. Necesita de más funciones, muchas más. Los smartphones hoy en día y más de este precio, necesitan lo máximo en todo y al máximo nivel, y el Pixel y su SO no acompañan del todo.
- Bien: es cómodo de llevar, usar y tener, ligero incluso el modelo XL, y la única alternativa potente en un tamaño compacto para el modelo normal.
El Google Pixel 4 seguirá con el estigma del smartphone que aspira a todo y que nunca completa su perfección como teléfono redondo. Una fotografía excepcional sólo atraerá a entusiastas de la fotografía. Y el resto de la población, simplemente, lo ignorará. Personalmente me encanta, pero no es un producto que por su precio pueda recomendar a todo el mundo.
Celebro que lo más importante de un dispositivo electrónico sea su software, que es el futuro, pero también hay que vivir en el presente. Y en lo que la máxima exigencia del mercado y su competencia ofrece.
Mientras que para otros fabricantes su división móvil sea un pilar, ya sea por ingresos o por imagen, Google seguirá en el mundo de los smartphones simplemente porque puede y tiene que estar, sin el convencimiento to de que toda su estructura comercial depende de ello. Google no pone todo su interés en esto. Y eso se nota y se seguirá notando.
Pixel 5, te espero.