Cuando empecé esa serie de artículos sobre los móviles plegables que espero que dure un año tenía claro que uno de los primeros temas sería el precio de estos smartphones con doble pantalla. Pero también tenía claro que otro de los temas a tocar cuanto antes era la comodidad. Tengo que aclarar que esto aplica a los móviles plegables como el Samsung Galaxy Z Flip 3, un terminal que cuando está abierto es normal, pero que cuando se cierra es mucho más compacto y fácil de guardar.
Retrocedamos más de dos décadas
Los anuncios de móviles han cambiado mucho desde que se inventaron. Es normal, se crearon con un propósito y ahora se usan para muchas cosas.
No obstante, hay un anuncio que se me quedó grabado en 1999 cuando se emitió en la televisión. Se trata del spot publicitario del mítico Nokia 8210. Lo podéis ver a continuación:
Como veis, el móvil aparece solo al final, remarcando de forma contundente que ha estado delante de tus narices y ni te habías dado cuenta. Podemos debatir sobre si hacer capoeira con el móvil en el bolsillo es o no arriesgado, pero está claro que a nadie hoy en día se le ocurriría hacer eso con un móvil actual.
Este dispositivo fue el culmen de una tendencia que la industria intentaba llevar a sus ultimas consecuencias: la miniaturización. Quedaba claro viendo el catálogo de Nokia: cuanto más pequeño era un móvil, más costaba.
El smartphone lo cambió todo
Ya en esa época Nokia tenía dispositivos inteligentes, los Communicator, que eran mucho más grandes y pesados. Lo que no imaginábamos, al menos yo, es que dos décadas después estaríamos con móviles con diagonales de casi 7 pulgadas y que en muchas ocasiones molestan en el bolsillo.
Soy una persona alta, de casi 1.90 metros, y uso pantalones no especialmente ajustados. Pese a eso, el tener el móvil en el bolsillo es incómodo a la hora de conducir o de llevar un traje, por ejemplo.
Esto parece que lo hemos normalizado, usando bandoleras o bolsos, pero hubo una época en la que esto no era así, como hemos visto en el vídeo.
Los plegables devuelven la comodidad
En las dos semanas que llevo usando el Samsung Galaxy Z Flip 3 como móvil personal me he dado cuenta de que no lo he sacado del bolsillo para dejarlo en la mesa del restaurante cuando voy a comer en ninguna ocasión. El motivo es sencillo: no me molesta. Antes era algo muy común.
Lo mismo pasa a la hora de conducir ya que no es un problema que lo mantenga guardado. Pero, sin duda, el mejor ejemplo de esto es el poder llevarlo en un traje, en el bolsillo del pantalón, o de la chaqueta. Pocos móviles aguantan eso.
Obviamente hay otros plegables, como los que usan el formato libro, que no son tan cómodos, pero incluso ellos aportan mucho en este sentido, teniendo en cuenta que para llevar una pantalla de diagonal similar tendríamos que cargar con una pequeña tablet.
Será difícil rechazar la comodidad
Soy una persona casera, incluso trabajo en mi casa, pero incluso así he visto el beneficio que supone poder doblar el móvil y guardarlo en vez de tenerlo molestando en el bolsillo.
Cuando tengamos más opciones, con precios más bajos, y no tengamos que prescindir de esa comodidad para tener un smartphone, será difícil que aceptemos alejarnos de ella.
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