Ya contamos que los móviles plegables nos han devuelto una comodidad que habíamos perdido en el paso de los teléfonos a los smartphones. eso era aplicable, sobre todo, a los modelos tipo concha, pero es cierto que los tipo libro tienen otras ventajas, como resulta evidente.

Esta última semana he estado intentando trabajar algo más con el teléfono, para ver en qué cosas podía ayudarme. Partamos de la base de que actualmente estoy usando un Samsung Galaxy Z Fold 3, y eso es importante.

Doblando la pantalla

Lo primero que resulta obvio es que, con una pantalla de casi 8 pulgadas, realizar ciertas tareas es mucho más cómodo. He usado el móvil para realizar algunas videollamadas de trabajo, y en ocasiones tenía que apuntar cosas, por lo que el modo trípode, del que hablé cuando hablamos de viajar, me ha resultado muy útil.

Además, las aplicaciones de Microsoft se han adaptado a esto, algo que se agradece y que demuestra cómo la asociación que Samsung y Microsoft tienen da sus frutos.

Escribiendo a lo grande

Otra de las diferencias de este plegable con otros es que podemos usar un lápiz óptico para tomar notas.

Esto es lo que he hecho en ocasiones. Y sí, podría haberlo hecho también en un Note o en el Samsung Galaxy S22 Ultra e incluso con el Samsung Galaxy S21, pero el tamaño de la pantalla invita a escribir más aquí que en otro tipo de móviles.

Eso sí, espero que finalmente el Samsung Galaxy Z Fold 4 tenga el lápiz óptico integrado en el cuerpo y no tenga que llevar una funda concreta para guardarlo cerca del teléfono.

Por supuesto, hay algunas cosas que son más incómodas con un plegable, como su tamaño si lo comparamos con un teléfono normal, pero es que llegados a este punto deberíamos compararlos más con una tablet, al menos en los plegables de este tipo.

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