Hace un par de décadas comprar un móvil era algo ligeramente más complejo que ahora dado que teníamos que elegir entre multitud de modelos, pero también entre multitud de factores de forma. Un buen ejemplo de ello eran las BlackBerry, que tenían un característico teclado qwerty físico que hacía que el uso del móvil fuera muy diferente al que teníamos en dispositivos como el Nokia 3310, por ejemplo. Desde que Apple presentó el iPhone la industria ha ido acomodándose y, aunque al principio teníamos innovaciones como el Nokia N91 o el Nokia N95, por poner dos ejemplos, la industria al final convergió en lo que hoy es un móvil: un rectángulo de metal y cristal con una pantalla que domina la parte frontal en su totalidad.
Actualmente la elección de un teléfono requiere decidir qué precio queremos gastar, qué tamaño de pantalla deseamos o qué marca es mejor en según qué aspectos. Pero el uso general es indistinguible entre un móvil y otro.
Eso no pasa con los plegables, como os hemos estado contando en esta serie de artículos en nuestra prueba anual.
Los plegables requieren que elijas un factor de forma
Actualmente tenemos dos tipos de plegables en el mercado, los tipo libro, como el Fold de Samsung o el Find N de Vivo, o los tipo concha, como el Razr de Motorola y el Flip de la marca coreana.
Está claro que es raro que una persona quiera un plegable per se, sino que querrá las ventajas que aporta un tipo u otro, pero esto ya obliga a posicionarse, algo que durante más de 10 años no hemos tenido que hacer.
Si queremos un móvil normal que sea fácil de llevar encima cuando no lo usamos, optaremos por el tipo concha. Si queremos un móvil normal que se expanda cuando queramos usarlo para tareas más intensivas o que requieran una pantalla enorme, optaremos por el tipo libro.
Esto irá a más en el futuro
A medida que los móviles plegables se popularicen y las marcas pasen sus prototipos a producción tendremos móviles enrollables, otros que se plegarán varias veces y otros que lo harán en varias direcciones.
Todo esto introducirá opciones en el mercado, pero también algo más de complejidad a la hora de comprar un móvil.
Seguramente las marcas vayan enfocando sus diferentes familias a ciertos nichos de mercado, poniendo las mejores cámaras en un producto en concreto o las mejores baterías en otro. Esto ayudará a que la decisión no se centre en el tipo de factor de forma solo, sino que habrá otros elementos que consideraremos a la hora de comprar.
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