En los últimos meses he pasado mucho tiempo usando móviles plegables, pero en su mayoría eran modelos de Samsung, que es la compañía que más está apostando por ellos. Sin embargo, en los últimos días he estado con un OPPO Find N que me ha cedido temporalmente en OPPO España, porque tenía ganas de pasar más tiempo usándolo, tras haberlo analizado hace ya un tiempo.
La forma es la clave
Siempre que hablamos de móviles plegables hemos de ser conscientes de que se introduce un nuevo elemento a considerar que no suele ser algo importante en el resto de móviles: la forma.
Al igual que en el resto de modelos, cuando están abiertos son una lámina de cristal (o plástico mezclado con cristal) por delante y una parte posterior donde se alojan las cámaras. Pero cuando están cerrados tienen formas diferentes.
El Flip de Samsung se centra en ser muy portable, pero su pantalla externa es tan pequeña que al final no la usamos mucho. El Fold de la misma marca sí que tiene una pantalla grande, pero muy alargada para favorecer el agarre a una mano.
Los modelos de Huawei y Vivo optan por pantallas externas enormes, como en los móviles normales, pero eso evita que sean cómodos de llevar encima.
OPPO ha dado con la forma ideal
En el caso de OPPO estamos ante un diseño que permite que el móvil sea fácil de guardar (aunque no tanto como el Flip), a la vez que invita a usar su pantalla externa, porque recuerda a la de los móviles compactos de la primera década de este siglo.
Aún quedan cosas por mejorar, como el peso y el grosor, además de adaptar las aplicaciones a la pantalla interna. Pero aún con eso estamos ante la que, en mi opinión, es la forma perfecta para un plegable. Al menos hasta que los enrollables sean una realidad.