Faltan poco más de dos meses para acabar mi experimento de estar probando de manera continuada móviles plegables. En las últimas semanas he estado desconectado y sin publicar porque he tenido vacaciones. Pero eso me ha dado la excusa perfecta para usar el Samsung Galaxy Z Flip 4 en su escenario de uso perfecto, exteriores y en movilidad.
Este smartphone se dobla para que sea más fácil llevarlo encima, y ya os digo que se nota.
La comodidad de compactar el móvil
Este verano he estado en tres zonas, todas ellas en el sur de la península ibérica, y todas ellas con temperaturas muy altas. Esto ha hecho que llevara mucho tiempo calzonas, bañadores y pantalones cortos. Usar un móvil que ocupe tan poco como el Flip 4 plegado ha sido un acierto.
Incluso para ir a la playa me lo he llevado en el bolsillo de los pantalones, y cuando lo guardaba cabía en cualquier bolsillo pequeño de las bolsas de la playa.
Una batería que mejora, pero que es justa
Los plegables no son móviles que presuman de tener buenas baterías y eso lo he notado. Siendo concreto, he tenido dos experiencias interesantes.
En un viaje a Gibraltar, de 24 horas, salí con el móvil al 100% y llegué a casa 12 horas después con un 15% de batería, habiendo hecho muchas fotos, vídeos, alguna llamada y un poco de navegación.
El móvil cumplió, pero me dio la sensación de que si durante media hora hubiera querido jugar a algo la batería habría muerto antes de llegar a casa.
La otra experiencia fue en Portugal, un viaje de unas 12 horas de nuevo. En este caso salí de casa con un 75%, y llegué a la vuelta con un 2%. Sí, podría haberlo cargado al máximo, pero lo estuve usando poco antes de salir y la velocidad de carga de este móvil no es especialmente elevada.
Eso es lo que más le echo en cara, por encima de la autonomía. Samsung tiene aquí una gran desventaja con sus rivales, que no es crítica en mi día a día, pero podría serlo en el vuestro.
¿Y el telefoto?
Como digo en el análisis en vídeo que le hice a este móvil, la carencia de un teleobjetivo con zoom óptico es pasable en un móvil de 500 euros, pero no en uno de 1000 euros.
He hecho cientos de fotos en las vacaciones, y muchas veces hubiera querido tener el zoom que tiene el Samsung Galaxy S22. Ni siquiera aspiro a tener lo que tiene el S22 Ultra, pero no tener teleobjetivo limita el zoom a 2x por ser digital, ya que más allá de ello se nota la menor calidad.
En resumen, los plegables son ya móviles que pueden servirnos para el día a día, pero aún falta que bajen de precio para que su adopción sea masiva. No espero que haya modelos con esta tecnología por 500 euros en dos años, pero espero empezar a ver modelos por unos 800 y, poco a poco, sí acercarnos a esos 500 que cuestan los buenos móviles de gama media.