Los móviles plegables siguen siendo la punta de lanza de la telefonía móvil en 2022. Este tipo de dispositivos ha logrado lo que los móviles con pantalla 3D no lograron, ser el futuro de una de las industrias más importantes y utilizadas del mundo.
[Samsung Galaxy Z Flip 4, análisis: más de lo mismo, para lo bueno y lo malo]
Samsung se erigió desde el inicio como la empresa que llevaría esta tecnología al gran público, y año a año va mejorando su propuesta. Hace unas semanas pusimos probar brevemente sus nuevos modelos, los Galaxy Z Flip 4 y Z Fold 4 y, durante dos semanas, he estado usando el primero de ellos.
Ahora le ha tocado el turno al hermano mayor, el Z Fold 4, un terminal que he empezado a usar como móvil principal en la vuelta al trabajo. Si el Flip 4 es el móvil perfecto para irse de vacaciones, el Fold 4 es el móvil ideal para la productividad, como veremos en este análisis.
Samsung Galaxy Z Fold 4
- Procesador: Snapdragon 8+ Gen 1.
- Memoria RAM: 12 GB.
- Almacenamiento interno: 256 / 512 / 1024 GB.
- Pantalla externa: Dynamic AMOLED 6,2 pulgadas con resolución HD+ de 2.316 x 904 píxeles y 120 Hz de tasa de refresco.
- Pantalla interna: Dynamic AMOLED 7,6 pulgadas de tamaño con resolución QXGA+ de 2.176 x 1.812 píxeles y 120 Hz de tasa de refresco.
- Corning Gorilla Glass Victus.
- Gran angular: 50 Mpx.
- Ultra gran angular: 12 Mpx (f/2.2, 123°).
- Telefoto: 10 Mpx con zoom 3x.
- Pantalla externa: 10 Mpx f/2.2.
- Pantalla interna: Sensor bajo pantalla 4 Mpx f/1.8.
- 5G.
- 4G/LTE.
- Dual SIM.
- Bluetooth 5.2.
- WiFi ac.
- Radio FM.
- Batería: 4.400 mAh.
- Carga rápida: 25 W.
- Puerto USB-C.
- Sensor de huellas en un lateral.
- Soporte a S Pen Pro.
- IPX8.
- Dimensiones plegado: 67,1 × 155,1 × 15,8 mm.
- Dimensiones abierto: 130,1 × 155,1 × 6,3 mm.
- Peso: 263 gramos.
- Versión de Android: 12.
- Interfaz del fabricante: ONE UI 4.1.
Más denso, más pulido
Samsung no ha querido renovar en profundidad este año sus plegables y es algo que notamos en el Flip 4 y que también notamos en el Fold 4.
Este modelo se inspira claramente en su antecesor, aunque hay mejorías en la calidad de construcción, en la bisagra y en la ocultación de la cámara initerior, de la que hablaremos más adelante.
Al igual que pasaba en anteriores generaciones, estamos ante un teléfono muy grande y pesado, y es algo que cualquier comprador debería saber antes siquiera de plantearse la compra de un móvil así.
Esto no es un problema, sino algo inherente a los plegables tipo libro en la actualidad. Eso sí, en este caso Samsung ha querido hacer la pantalla externa algo menos alargada, y se nota, la verdad, aunque seguimos prefiriendo el factor de forma del OPPO Find N. A cambio, tenemos resistencia al agua, algo que solo los plegables de Samsung ofrecen en este tipo de móviles.
La posición del sensor de huellas en el lateral sigue siendo algo a modificar bajo nuestro punto de vista, aunque ahora por defecto no tenga tantos falsos positivos ya que hemos de presionar para desbloquear. Es algo que se puede cambiar en el software, pero demuestra que Samsung escucha las críticas de los usuarios.
Con respecto a la arruga central, hemos de decir que es algo menos notoria, pero aún así estamos lejos de lo que hacen marcas como OPPO o Motorola en sus móviles.
El apartado físico es a la vez una de las grandes ventajas del Fold 4 y uno de sus grandes inconvenientes, pero no echamos en falta un doble altavoz, el teleobjetivo o cualquier elemento que se espere en la gama alta.
Y dejamos claro lo de "que se espere", porque no tenemos ni cargador, ni ranura para dual SIM ni jack de auriculares, pero claro, no nos los esperábamos.
Menos calor, más potencia
Esta generación de plegables se ha visto beneficiada por el buen hacer de Qualcomm con los Snapdragon 8+ Gen 1, unos procesadores que nos dan un gran rendimiento sin por ello limitar la autonomía.
En este caso hemos probado el modelo con 12 GB de RAM y 256 GB de memoria interna. Esto nos ha permitido tener abiertas en segundo plano multitud de aplicaciomnes y juegos.
Curiosamente al abrirlos a veces en la pantalla externa y a veces en la interna nos ha aparecido el mensaje de que el juego o la app debían reiniciarse para adaptarse a la pantalla, con lo que no hemos exprimido tanto como hubiéamos querido la RAM.
En cuanto a la conectividad, nada nuevo: buen alcance de Wifi, buena cobertura, pagos móviles, doble altavoz (el mejor que hay posiblemente ahora en un smartphone...)
Las pantallas cambian de forma
Como decíamos al inicio del análisis, Samsung ha querido hacer ligeramente más ancha la pantalla externa, para hacerla más manejable a una mano a la hora de escribir, aunque eso implique que no sea tan alargada.
Esto es un acierto en nuestra opinión, y un gran cambio si bien no tengamos diferencias en la calidad del panel con respecto al del año pasado. Sigue siendo una pantalla OLED, con tasa de refresco de hasta 120 Hz, con una perforación para la cámara selfie, etc.
La pantalla interna también cambia de forma, lógicamente, y ahora es algo más cuadrada, aunque no tanto como en el OPPO Find N.
Esto permite disfrutar de la misma de forma máxima en aplicaciones de productividad, auqnue los vídeos o apps como TikTok o Instagram se vean mejor sin usar la pantalla completa, más que nada por los cortes en los vídeos y los fallos de esta última con la interfaz, algo que ya sufrimos en el Flip 4.
En cuanto a la calidad de visualización, poco tenemos que reprocharle a Samsung, que sigue liderando este apartado con una tecnología que licencia y vende a otras marcas.
Los colores, el brillo en exteriores, el control de los reflejos, todo nos permite disfrutal del que es uno de los móviles más caros del mercado.
Las cámaras mejoran notablemente
Aunque la empresa sigue reservándose su mejor sistema de cámaras para el Galaxy S22 Ultra, en el Fold 4 hemos visto numerosas mejoras.
Para empezar, la cámara interior, que sigue siendo de 4 Mpx, ahora es algo más invisible, aunque si la buscamos notamos el hueco con una menor densidad de píxeles.
Las imágenes siguen teniendo una calidad mucho más baja que las del resto de cámaras, pero es que este sensor está casi exclusivamente pensado para ser usado en videollamadas.
La cámara de la pantalla externa, de 10 Mpx, se mantiene como la pieza fundamental para hacer selfies, aunque también podamos hacerlo con las cámaras tarseras abriendo el dispositivo.
Esta cámara ofrece una calidad muy buena, tanto de día como de noche, e incluso en los vídeos con baja luz tenemos un buen resultado, con una estabilzación electrónica casi perfecta.
Las cámaras traseras también cambian. El gran angular se queda en los 10 Mpx, pero el zoom, aunque no cambia su resolución, sí que lo hace en aumentos. Pasamos al 3x, con un zoom digital de 30x.
La cámara principal sube a los 50 Mpx, y aunque no hay muchos cambios en cuanto a la calidad de imagen (aunque mejora) sí que lo notamos en el vídeo, sobre todo en el vídeo nocturno, que ahora estabiliza mucho mejor y que ofrece una calidad digna de lo que vale este teléfono.
No llega a ser el mejor vídeo que hemos visto en un móvil, pero desde luego que no nos deja con la sensación de que Samsung se ha quedado corta.
Y esa reflexión es aplicable a todo el sistema de cámaras. Samsung pide mucho dinero por este móvil y ofrece una experiencia fotográfica en consecuencia.
Sí, nos hubiera gustado un sensor periscópico (total, algo más de peso no se hubiera notado) y una mejor cámara interior, pero suponemos que es algo que veremos en 2023.
Una gran autonomía, pero sin cargador en la caja
Samsung ha vuelto a limitar la velocidad de carga de sus plegables, dejándola en 25 W. Es cierto que ha mejorado los procesos para disminuir el tiempo de carga, pero aún así está lejos de sus rivales.
Se mantiene también la carga inalámbrica y la ausencia de cargador en la caja, algo que choca mucho al ser este un móvil de casi 2000 euros.
En la primera prueba de batería hemos estado usando el móvil de manera muy heterogénea, haciendo muchas fotos y vídeos en exteriores, usando redes sociales, jugando y leyendo en interiores, etc. Hemos llegado a las 4 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.
En la segunda prueba lo hemos usado de la misma forma pero de manera menos intensiva, lo que se ha traducido en una mayor duración total pero también en más horas de pantalla. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 30 horas de autonomía.
En la tercera prueba hemos hecho uso del mismo casi exclusivamente en interiores, con algunas fotos en exteriores, pero poca cosa. Hemos jugado, leído y navegado por redes sociales. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 25 horas de autonomía.
El software sigue siendo la clave
El año pasado ya dijimos que el salto del Fold 2 al Fold 3 se notó sobre todo en el software, y en esta ocasión podríamos decir algo similar.
Este año Samsung ha estrenado una barra de aplicaciones similar a la que tienen los ordenadores, y es realmente útil, sobre todo para gestionar las apps abiertas, la multitarea o la multiventana.
Por otro lado, se aumenta la compatibilidad de aplicaciones con el modo Flex, que permite usar el móvil como trípode, y se mejora también la fluidez del sistema, en parte por el nuevo procesador.
Las actualizaciones también son un motivo de compra de este modelo, en parte porque Samsung actualiza muy rápido sus plegables y en parte porque ofrece cuatro años de actualizaciones mayores y un quinto de actualizaciones de seguridad.
Conclusión: una mejora que no es exponencial pero que se aprecia
El Fold sigue sin ser un móvil para la mayoría de personas, pero siendo sinceros tampoco lo es el Flip, el S22 Ultra o cualquier móvil que cueste más de 500 euros.
Dicho eso, Samsung ha sabido perfilar y mejorar una propuesta que ya era redonda. La tecnología aún tiene que avanzar para permitir grosores mucho menores, un peso más ajustado y más cosas.
Pero Samsung también debería intentar dotar a este producto de lo mejor que tiene, como las cámaras de los S 22 Ultra, la integración dentro del cuerpo del S-Pen y, sobre todo, intentar bajar el precio para que llegue a más gente.
Este modelo se pone a la venta por 1799 en su versión más económica, aunque lo hemos visto en ocasiones en oferta en Amazon a unos 1591 euros, con un cargador rápido incluido.