Atrás quedaron los tiempos en los que Nokia era la referencia absoluta en teléfonos móviles; desde la llegada de los primeros smartphone iPhone y Android le hizo mucho daño. La venta a Microsoft fue el último intento de mantener viva la llama de la marca finlandesa. Pero la apuesta por Windows Phone no dio los resultados esperados, y Nokia terminó dividida y vendida por piezas.
Es una pena, porque Nokia era algo más que un rival más en el mercado: era una compañía europea, que, junto con otras como Ericcson ofrecían una alternativa a las marcas estadounidenses con diseños y tecnologías únicos.
La Nokia de hoy en día tiene poco que ver con todo esto. La marca es propiedad de HMD Global, que la ha usado en todo tipo de móviles, la mayoría baratos y dirigidos a mercados emergentes; para conseguir esos precios, HMD fabrica sus móviles en China y Taiwán, como la mayoría de los fabricantes.
Nokia vuelve a Europa
El Nokia XR21 cambia esa política, al ser el primer móvil de la nueva era de Nokia que ha sido fabricado en Europa, concretamente, en fábricas de Hungría. Y lo interesante son los motivos por los que HMD Global ha tomado esta decisión. No es que los móviles fabricados en Europa sean mejores o peores que los fabricados en China; a estas alturas ya se debería dejar atrás ese prejuicio que aún tienen los productos chinos, especialmente cuando dispositivos de gama alta como el iPhone vienen de allí.
No, el verdadero motivo por el que Nokia ha vuelto a Europa es por una cuestión de seguridad; es exactamente la misma razón por la que la compañía migró todos sus servidores y centros de datos a Europa, para que los datos de los usuarios estuviesen almacenados siguiendo las reglas de privacidad de la Unión europea. Aquel no fue un movimiento casual, sino por la revelación de que los móviles Nokia enviaban cierta información a servidores chinos.
Desde aquel escándalo, HMD Global ha intentado limpiar su imagen y la de Nokia, recuperando su asociación con Europa; primero con la migración de datos, y ahora con el lanzamiento de este nuevo móvil. Según la compañía, hay demanda por móviles fabricados en Europa y sólo están respondiendo a esta, además de invertir más en funciones de seguridad y ‘software’ personalizado. No es casualidad que el XR21 haya sido lanzado primero para usuarios empresariales, que tienen unos requisitos de seguridad más elevados.
Por sí solo, el Nokia XR21 no se diferencia mucho de otros modelos de la marca. Su característica más llamativa es que es un móvil ‘rugerizado’, capaz de soportar un mayor maltrato, con certificación IP69K de resistencia al agua y al polvo, y certificación de durabilidad MIL-STD-810H. La pantalla es de 6,4 pulgadas, con una frecuencia de refresco de 120 Hz. En el interior, un procesador Snapdragon 695 acompañado de 6 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno. La batería es de 4.800 mAh y soporta carga rápida de 33 W. En cuanto a la fotografía, no será su punto fuerte, con un sensor principal de 64 Mpx acompañado de un gran angular de 8 Mpx.
El Nokia XR21 estará disponible en España por 650 euros. Para celebrar lo que HMD Global llama “el primer smartphone fabricado en Europa”, la compañía ofrecerá una edición limitada de 50 unidades con un diseño especial en la trasera y un certificado de autenticidad, por 699 euros. Además de la versión empresarial, se espera que también llegue una versión estándar para consumidores convencionales en el futuro próximo.
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