Los móviles ya no son lo que eran. Durante casi dos décadas han sido posiblemente el producto de electrónica de consumo que más rápidamente ha evolucionado. Los teléfonos convencionales han dado paso a los smartphones y se han convertido en el eje de nuestra vida digital, sobre todo por aplicaciones como WhatsApp, que en España es la herramienta de comunicación por defecto.

Pero en los últimos años esa evolución se ha ralentizado, y ya no vemos saltos enormes de procesamiento, memorias internas que se quedan cortas y hay que suplir con tarjetas microSD o pantallas que no se ven a la luz del sol. En 2024 casi cualquier móvil es una compra más o menos segura, pero aún así hay ciertas cosas que hay que tener en cuenta, y que muchas veces se obvian.

Por supuesto, cada persona tiene unos intereses particulares, mira ciertas cosas por encima de otras, y tiene unas prioridades. Lo que es seguro es que cualquier comprador ha de tener en cuenta ciertas precauciones, con carácter general, para que la elección de su próximo móvil sea la mejor posible.

Precio recomendado

El precio es uno de los factores más importantes a la hora de comprar un terminal. Cada persona tiene su presupuesto, que depende de muchos factores, pero en 2024 es posible tener un móvil más que decente por menos de 400 euros. De hecho, hace unas semanas publicamos una lista en la que seleccionamos los 10 modelos más interesantes por debajo de ese importe.

Esto descarta en principio muchas nuevas propuestas como los Galaxy A55 o los futuros Pixel 8a, pero la realidad es que siempre compensa comprar el modelo de la generación anterior, que está rebajado de precio. Esto aplica a cualquier gama de producto, la de entrada, la media o la alta.

Otra cuestión es que una persona quiera un modelo en concreto por algún motivo, pero eso ya no depende de las prestaciones o el precio, sino de otros aspectos. En cuanto al precio, si se quiere un móvil competente, que dure unos años, pero que no cueste muy caro, la horquilla que va de los 300 a los 400 euros suele ser la más interesante.

El número de cámaras no importa

Uno de los motivos por los que las empresas siguen poniendo múltiples cámaras en la parte trasera de los móviles es porque los usuarios los demandan. No tiene que ver con el tipo de lente, la calidad de las imágenes o las funciones integradas. Es una mera cuestión de números: cuanto más mejor.

Esto es un error, por motivos obvios. De nada vale tener tres o cuatro sensores si sólo uno o dos son útiles. Lo que hay que buscar es un móvil con una buena cámara principal y un buen gran angular. Y ya está. Luego, si el usuario lo valora, un teleobjetivo óptico es el tercer sensor a considerar. Lo que se salga de esa descripción es, casi siempre, inútil. Lo mismo pasa con la resolución de las cámaras. Que un sensor tenga más Mpx no indica que su calidad sea mayor, o menor. Hay que considerar otras cuestiones.

Memoria interna

La falta de almacenamiento interno es, junto con la degradación de la batería, uno de los motivos por los que la mayoría de españoles cambia de móvil. Esto es así porque hasta no hace mucho los 64 GB eran la capacidad por defecto. Actualmente la mayoría de modelos se venden con 128 GB de memoria interna, que pueden parecer muchos, pero no siempre lo son.

Dentro de lo posible, recomendamos comprar terminales con 256 GB de almacenamiento, a no ser que se esté pagando por almacenamiento en la nube y no se vayan a tener las fotos y los vídeos en el móvil, siendo estos los principales causantes de que la memoria se llene. Obviamente, si se requiere mucho espacio para instalar juegos, esa memoria de 256 GB es necesaria, e incluso en ocasiones puntuales quizás insuficiente. Pero de forma general, es el espacio a considerar en 2024.

Carga rápida

Las principales marcas de móviles parece que se han puesto de acuerdo para dotar a todos sus móviles con una batería de unos 5.000 mAh. Algunos tienen algo más, otros algo menos, pero es raro ver ya un terminal que tenga problemas para llegar al final del día. El que los dispositivos sean grandes ayuda a ello.

Donde sí que hay diferentes es en la carga rápida. Marcas como Apple, Samsung o Google tienen las velocidades de carga más lentas, de entre 18 y 45 W, y no incluyen el cargador en la caja. Otras, como OPPO, vivo, realme o Xiaomi, no solo dan el cargador, sino que suelen incorporar velocidades de carga mucho mayores. Lo ideal es tener el hardware necesario pero sólo usarlo en momentos puntuales.

Actualizaciones

El último de los aspectos a considerar no es baladí, y ha mejorado mucho en los últimos años. Nos referimos alas actualizaciones de software. Esto es algo que al usuario medio nunca ha importado mucho, pero que es relevante dado el aumento de casos de ataques informáticos a dispositivos móviles.

[Todos los móviles, tablets y relojes de Samsung que tienen 4 años de actualizaciones]

Que una empresa se comprometa a dar no uno ni dos, sino cuatro o más años de actualizaciones tanto de Android como de seguridad, es algo que hay que sopesar. Obviamente, a mayor coste del producto mayor número de años actualizado, pero incluso en los modelos de entre 300 y 400 euros hay marcas, como Samsung, que garantizan que casi en la totalidad de la vida útil del móvil este se mantenga actualizado.