El auge de los smartphones en España se dio en gran medida por culpa de WhatsApp. Cuando Apple y Google aterrizaron en nuestro país con el iPhone y los primeros Android, había anuncios en las marquesinas de las paradas de autobús que pagaba Nokia, pero eran para publicitar que sus móviles Symbian tenían WhatsApp. Tal era la potencia de esa aplicación.
No obstante, ese servicio estaba disponible en muchos más sistemas operativos. De hecho, era impensable que un sistema pretendiera ocupar un hueco de mercado sin ella. Eso sí, el enfoque de cada uno era diferente. Actualmente sólo quedan dos opciones mayoritarias y está claro que la mayor diferencia entre Apple y Google es la privacidad.
Pese a que Android es un sistema con mucho más alcance en nuestro país, cada vez son más las personas que se preocupan de su privacidad, y hasta Google ha tenido que empezar a cambiar, parcialmente, su estrategia para adecuarse a los nuevos tiempos. Y no es la única.
Por eso no es de extrañar que haya empresas que vean en esta nueva realidad una oportunidad de negocio, una para hacer posible la creación de un móvil que no sea una pesadilla para nuestros datos y, a la vez, que no sea extremadamente caro. El BraX3 no es el primer proyecto que surge buscando crear un teléfono alejado de los servicios de las grandes corporaciones, pero sí que es uno de los primeros en buscar ser asequible.
Esto, que podría parecer opcional, es la clave para que muchas personas que no quieren que las empresas sepan todo de ellas, puedan acceder a una alternativa a las muchas marcas de móviles Android que hay. Porque sí, siempre se puede optar por un iPhone, pero el precio medio de los móviles de Apple es muy superior al de las marcas que usan Android.
No envía datos a nadie
La parte crítica de este proyecto es la inclusión de iodéOS, un sistema operativo basado en Android pero en su versión AOSP. Es decir, no tiene ninguna de las aplicaciones de Google ni de ninguna otra empresa que busque recopilar datos e información de los usuarios del mismo.
Este sistema operativo no tiene ni siquiera activo por defecto el navegador de Google, Chrome, ni su buscador. Usan alternativas como Brave, Ecosia y otras, opciones mucho más respetuosas con la privacidad. Además, incluso el posicionamiento por GPS se realiza mediante servicios Open Source, que garantizan que los datos de localización tampoco se envían a terceros.
Pese a todo, muchas de las aplicaciones Android que existen se pueden usar sin problema. La cuestión es que hay algunas que no funcionan o que no lo hacen perfectamente porque tienen integrado en su código líneas que se vinculan a servicios de Google. La comunidad alrededor del proyecto tiene una lista de apps que funcionan y de otras que están limitadas. Es algo parecido a lo que le ocurre a los móviles de Huawei.
Encima de este sistema operativo hay servicios que normalmente no vemos en los móviles de marcas convencionales. Un ejemplo es la inclusión de un bloqueador de publicidad o un servicio que no indica qué datos están recopilando las webs que visitamos.
En un futuro los dueños de este móvil también podrán instalar un sistema operativo alternativo, llamado Ubuntu Touch. Eso sí, no hay aún plazos cerrados para la llegada de esta ROM, y en la propia web del proyecto se especifica que podría haber retrasos. Además, los creadores del móvil indican que habrá actualizaciones del sistema hasta 2030, una fecha muy avanzada incluso para las marcas tradicionales. De serie el móvil sale con Android 14.
Un hardware algo escaso
Se trata de un proyecto que ha buscado financiarse en la plataforma de micromecenazgo Indigogo, y que ha logrado su objetivo en menos de 5 días, lo que deja claro que hay un interés enorme por este tipo de propuestas. De hecho, actualmente han duplicado el dinero que buscaban para pasar de la fase de prototipo a la de desarrollo a gran escala.
El punto fuerte de este móvil es que usa un sistema operativo basado en Android, pero sin las aplicaciones y servicios de Google y otras grandes compañías, que recopilan datos de forma masiva a diario. Esto no importa a mucha gente, la mayoría de hecho, pero cada vez más es algo que muchos consumidores no están dispuestos a aceptar.
Las prestaciones del terminal son las de un móvil de gama media o de entrada actual, con un procesador de MediaTek, el Dimensity 6300, 8 GB de memoria RAM, 256 GB de memoria interna, jack de auriculares y una batería de 5.000 mAh de capacidad con carga de 10 W. Se incluye una microSD de 256 GB al haber logrado la cifra de 500.000 dólares en Indigogo.
La cámara principal trasera es de 50 Mpx, pero no se especifica la resolución de la secundaria, que es un gran angular. La delantera es de 5 Mpx. La pantalla es de 6,56 pulgadas y tiene una tasa de refresco de 90 Hz. Lo llamativo es que la resolución es sólo HD+, de 1.612 x 720 px, mucho menor que las FHD+ que son la normal, sobre todo en móviles de 300 euros. El precio es elevado para el hardware, pero se explica en el software.
Reparación garantizada
Pero que un móvil tenga soporte durante 6 años no implica que vaya a durar tanto tiempo. Para intentar lograr eso la compañía se ha comprometido a ofrecer piezas durante ese período, además de guías de reparación detalladas, diagramas y documentación técnica para la tarea.
Y eso no es algo menor, porque el BraX3 está diseñado de forma modular, de manera que sea posible cambiar muchos de los componentes de manera sencilla con herramientas normales, sobre todo los más críticos, como la batería o la pantalla. Se espera que los primeros envíos de este dispositivo se realicen en marzo de 2025.