La autonomía sigue siendo, a día de hoy, el principal problema de los dispositivos móviles. Sí es cierto que se han hecho avances en la optimización de los componentes y a nivel de software mejorando la gestión del consumo, pero todavía está muy lejos de ser ideal.
Son muchos los usuarios que sufren no llegar al final del día con su teléfono sin tener que pasar por un cargador y, en el caso de hacerlo, es probable que tengan que cargarlo si al día siguiente no quieren quedarse «en bolas» a mitad de jornada.
Eso por no hablar de la oleada de wearables que estamos sufriendo, sobre todo desde la presentación de Android Wear. La autonomía de estos dispositivos deja mucho que desear (salvo algunas smartbands que alargan su vida a los 6 o 7 días). Es obvio que en los próximos años debe haber avances en este campo, porque es inviable que cada vez tengamos que estar más pendientes de cargar todo lo que llevamos encima, pero, ¿por qué no hacerlo con nuestra propia ropa durante el día a día?.
Cargar todos tus dispositivos con tu movimiento diario
Eso es lo que están investigando conjuntamente desde el Instituto de Tecnología de Georgía y Columbia Engineering, trabajando en las propiedades del material disulfuro de molibdeno. Tal y como indican desde el blog Think Big, ese compuesto tiene propiedades piezoeléctricas y podría aplicarse a los tejidos de las prendas cotidianas ya que es muy delgado, se puede doblar y es transparente.
De este modo, mediante nuestros movimientos diarios, podría ser capaz de generar energía suficiente para recargar el teléfono y otros dispositivos corporales como wearables de todo tipo, unos gadgets cuya esencia es llevarlos puestos todo el día, incluso cuando dormimos (muchos monitorizan el sueño) y no tiene sentido quitárnoslos durante horas para rellenar de nuevo su batería.
No esperamos ver esto a corto plazo en el mercado, pero es una línea de investigación interesante que podría solucionar este problema de la autonomía, sobre todo si los wearables despegan en los próximos años, algo que es probable que ocurra y no sólo en forma de relojes o pulseras como hasta ahora. ¿Qué os parece esta idea?, ¿se os ocurren soluciones alternativas (sin recurrir a baterías más grandes, por claros problemas de espacio)?.
Vía | Blog Think Big
Más información | Georgia Tech