Android Wear está diseñado para adaptarse a cualquier plataforma, en plena fiebre del wearable y del smart-lo-que-sea, ahora nos encontramos con una bicicleta equipada con Android Wear.
Se trata de un prototipo diseñado por Canyon y presentada la semana pasada en Eurobike y en realidad no es tanto una bicicleta con Android Wear sino un pequeño ordenador que se monta sobre ella, llamado «Smart Bike Computer» y que corre sobre el sistema operativo de Google para wearables.
Su diseño permite cambiarlo fácilmente, ya sea para desmontarlo, cargarlo o simplemente para sustituirlo por uno mejor. Cuenta con un almacenamiento interno de 4GB, GPS y Bluetooth, y permite su uso sin necesidad de conectarlo a un smartphone, aunque algunas aplicaciones de terceros sí lo necesitarán, así como para recibir actualizaciones.
GPS independiente del smartphone
Cuenta con una pantalla de 1,6 pulgadas LCD y con un puerto micro-USB para la carga. Según sus responsables actualmente su autonomía se sitúa alrededor de las siete horas, pero esperan que el producto final esté entre las ocho y las diez horas.
Usando el GPS y otros sensores del terminal podrás calcular la distancia recorrida así como la velocidad sin depender del teléfono, por lo que en caso de tenerlo conectado este no gastará tanta batería, y además podrás guardar mapas en el alamacenamiento interno para usarlos cuando no tengas conexión. Evidentemente también permite el uso de aplicaciones de terceros como Runastic o MyTracks, que es donde realmente luce el músculo de una plataforma como Android Wear.
La bicicleta con Android Wear estará disponible a partir de la primavera de 2016 y su precio se situará entre los 200 y los 220€. Hay que destacar la ventaja de que el ordenador se pueda sustituir fácilmente, ya que la tecnología avanza mucho más rápido que el ritmo al que la gente suele sustituir sus bicicletas.
Sin embargo, como recuerdan en dcrainmaker.com, tiene un historial en esto de mostrar conceptos interesantes pero no llegar a lanzarlos, así que habrá que estar atentos a ver si la bicicleta conectada llega a las tiendas. Sin duda es un concepto muy interesante que varios fabricantes podrían querer imitar.
Vía dcrainmaker.com